PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 24 DE DICIEMBRE DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

Hoy nace un dios solar
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

La apañada frase “Concebido por el Espíritu Santo y nacido de la Virgen María” relativa al mítico nacimiento hoy, hace en teoría 2007 años, de Jesús se encuentra en el corazón del dogma cristiano-católico, pero los últimos descubrimientos (históricos, filológicos… ) hacen que la vieja doctrina tiemble en sus cimientos. En todo caso Dios -el que sea y donde estuviere, si es que existe- para nada necesita ser protegido y ocultado detrás de tradiciones mitológicas abiertamente irreales, dogmáticas e irracionales, agazapadas en guetos mentales donde se refugian actitudes religiosas débiles e inseguras, emocionalmente inmaduras y necesitadas de verdades supremas que conforten y justifiquen la incertidumbre de la existencia. Emprenda pues cada cual su viaje espiritual con las alforjas que estime oportunas pero, estimados lectores, si toman ustedes literalmente las leyendas narradas por los evangelios de Marcos y Lucas van a encontrarse, entre otras sorpresas, con que destrozan ni más ni menos el pilar de la creencia cristiana: la Encarnación. La narrativa desarrollada sobre la natividad de Jesús ha sido estructurada por la Iglesia de Roma para defender lo que podríamos llamar el escándalo del pesebre, tapando las notorias irregularidades que envolverían el nacimiento en una cristología apologética en las que se entremezclan, espúriamente, historia, teología y biología con la intención de ajustar, neciamente y en su exclusivo interés, el tiempo y la eternidad en debates erísticos.

El dogma del nacimiento de Jesús está enraizado, como otros muchos, en sistemas mitológicos mundiales (Gautama Buda, Indra, Horus, Adonis, Mitra y Zoroastro): son numerosos los héroes divinos nacidos de virgen que, tras morir, resucitan y ascienden a los cielos en milagrosos vuelos cósmicos. Con el mito de la Navidad la Iglesia Católica (tras su bastarda alianza con Constantino) se apropió del 25 de diciembre en los tiempos del papa Liberio (hacia el 355), cristianizando la fiesta romana del “Sol Invictus”, fecha del solsticio de invierno. Otro dios solar de la antigüedad, Mitra, nació también de una virgen un 25 de diciembre, en una cueva; adorado por pastores y magos, fue hacedor de milagros, siendo muerto y resucitando al tercer día, practicándose en la liturgia en su nombre una eucaristía similar a la cristiana…. ¿Les suena, verdad?.

Lo mitos religiosos pueden y deben morir (todos) de una vez, pero no se preocupe la buena gente con fe: Dios, en todo caso, seguiría viviendo al margen de las necedades humanas. Y ustedes, los cristianos, pongan un poco de orden en el Nuevo Testamento colocando en primer lugar el texto más antiguo, el del fundador de su religión, Pablo y lean críticamente estos días su Carta a los Gálatas 4, 4-5: “Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer (…)”. Permítanme concluir con Mateo (22, 42), narrando lo que el propio Jesús se preguntaba (“¿Qué pensáis acerca del Cristo?. ¿De quién es hijo?”) para finiquitar el asunto con la desvergonzada carta del papa León X (1513-1521) al cardenal Bembo: “Desde tiempos inmemoriales es sabido cuán provechosa nos ha resultado esta fábula de Jesucristo”. Atrévanse a penetrar, amigos, en la verdad que encierran los símbolos, abran la puerta... Y gocen y vivan, en libertad, sanos y felices.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto