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No deja de ser soprendente los
números que publica el Instituto Nacional de Estadística
respecto de los niveles de renta per cápita que se ha
obtenido en Ceuta [20.558 euros ceutí/año] que no cuadra, en
absoluto, con la tan traída y llevada ‘Tasa de desempleo’ de
nuestra ciudad, que casi triplica el guarismo de la media de
paro en nuestro país. La renta per cápita de nuestra ciudad
se aproxima a la media nacional de algo más de 22.000 euros.
Según estos datos el nivel de vida en Ceuta [en función de
lo que gana un ceutí, de media al año] es superior a
regiones como Andalucia, Canarias, Galicia, Castilla-La
Mancha o Extremadura y eso que en Ceuta no hay ni Industria,
ni Agricultura. La Ciudad Autónoma ha anunciado que
realizará en este primer semestre del año 2008 un severo y
riguroso estudio de la realidad del mercado de trabajo en la
ciudad, porque la sospecha de una economía sumergida es más
que seria. Se pretende dejar constancia de la realidad de un
mercado laboral encubierto, es decir, de fraude a la
administración pertinente dando lugar a la idea cada vez más
generalizada de que los datos del paro son más ‘oficiales
que reales’. Si la renta per cápita de Ceuta se ha elevado,
en sólo un año, más de un 8% aumentando al tiempo la Tasa de
paro, sólo puede contemplarse como causas probables dos
parámetros. El primero referido a un aumento considerable de
ricos en Ceuta [la clase media alta de la ciudad cuenta con
un importante nivel adquisitivo] añadido a un mejor
funcionamiento, en positivo, de las empresas, es cierto,
pero ¿como para elevar la renta per cápita de los 76.000
ceutíes?. El segundo a analizar es si, de verdad, parados
ceutíes registrados en el INEM perciben realmente
emolumentos por trabajos realizados que no consten en la
administración, lo que unido a un estancamiento de la
población ha podido ser la causa del crecimiento de la renta
per cápita.
En cualquier caso, es un modo de inflar ficticiamente el
nivel de vida estadístico de Ceuta.
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OPINIÓN / EDITORIAL
