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sociedad - MARTES, 8 DE ENERO DE 2008


instalaciones de la guarderia. nicol's.

LA GUARDERÍA DEL HOSPITAL DE INGESA
 

Risas y juegos tras la consulta

El equipo de Pediatría del Ingesa alaba la labor de Cruz Roja con los pequeños hospitalizados al gestionar una guardería en las dependencias del sanatorio Civil donde divierten a los pequeños tras el tratamiento
 

CEUTA
Sergio Cobos

local
@elpueblodeceuta.com

Como cada día, varios voluntarios de la delegación ceutí de la Cruz Roja se acercaron por la guardería que esta organización social tiene en la séptima planta del Hospital Civil Ingesa. Sobre las once y media de la mañana, Lolo y Águeda, dos animadores de profesión y voluntarios de corazón, comenzaron a preparar para los niños que se encuentran hospitalizados su espectáculo con globos, plastilina “y mucho cariño”, manifiestan esta solidaria pareja de veinteañeros. “Nos dedicamos a la animación en pasacalles y cumplaños, banquetes y comuniones”, aclara Lolo, que es primerizo en la guardería, mientras que para Águeda éste es el segundo año que colabora con la entidad en el Hospital Civil.

Ya sólo falta esperar a que los médicos pasen revista sobre las doce del mediodía a los infantes que duermen estos días en las camas del centro sanitario. Después de ésto, suben al aula de juegos, cambiando unas horas al día termómetro y medicinas por lápices y plastilina. Tanto Águeda como Lolo esperaban hoy una gran afluencia de público, pero rozando el mediodía entra en la sala una trabajadora de Pediatría para comunicarles que “sólo hay una niña, Fátima, a la que le han permitido subir después de recibir tratamiento”. El resto de los pacientes ingresados son bebés y gran parte de los niños mayores de cinco años marcharon a sus casas el día anterior tras recibir el alta médica. Aún así, Fátima, de siete años, se lo pasó “de lo lindo” jugando con sus dos nuevos amigos haciendo manualidades con plastilina, globos con forma de perritos y canastas.

“Fátima juega con su puzzle, que le gusta mucho”, afirma Pilar Durán, responsable de la guardería del Ingesa y directora del departamento de Formación de Voluntariado de Cruz Roja en Ceuta. Hace tanto tiempo que la Guardería está en funcionamiento, que Durán no recuerda en qué fecha concreta abrió esta sala sus puertas para los pequeños ingresados. “Es una labor muy reconfortante. Cuando juegan, los niños olvidan por momentos que están en un hospital, y eso puede verse en sus caras”. La gerente de la Guardería apunta que, una vez finaliza la hora de juegos, “los niños no quieren bajar de nuevo a planta y cuando reciben el alta siguen viniendo de vez en cuando para saludarnos y jugar un rato”.

Esta actividad necesita de una justificación: el doctor Saúl Oñate, del servicio de Pediatría del Hospital Civil, afirma que este tipo de terapia es “muy buena, porque animar a los niños con juegos de estimulación cuando están ingresados, con juegos, se contribuye a que su estado inmunológico mejore mucho más rápido”. Según este profesional, existe una relación directa entre el estado anímico de los jóvenes y el ritmo de mejora del estado fisiológico de los muchachos, esto es, la velocidad en la que su organismo responde al tratamiento y permite la erradicación de su enfermedad y dolencias. “Hay una relación directa entre los sistemas humoral e inmunológico, porque una persona feliz y alegre tiene un mejor estado inmunológico que una persona triste y sin ganas de hacer nada”. El director de Pediatría sentencia que este tipo de actividades, realizadas por el personal voluntario de la oenegé, “incidirán muy positivamente” en la recuperación de los pequeños ingresados “a corto, medio y largo plazo”. Finalmente, el doctor Oñate considera que “cuando los niños están contentos y felices se rompe la barrera que existe entre el médico y los pacientes y, al tener menos tensión por pasar tanto tiempo en las instalaciones médicas los niños se relajan y aceptan mejor el tratamiento”.

Esta iniciativa de trabajar con los peques en sus ratos de ocio responde aun proyecto nacional de la organización Cruz Roja, que nace en el año 1995. “Cuando este plan llegó a la delegación de Ceuta, comprendimos que podíamos hacer mucho por los más pequeños para hacer más ligera su estancia en hospitales y centros de salud”, apunta una portavoz de la directiva ceutí de esta oenegé. Los niños son atendidos por un técnico especializado y por un grupo de voluntarios, que varía en función de los niños que pasen cada día por la guardería. Además, colaboran con la Escuela de Circo de la Ciudad y con Acudeduca, así que la diversión de los niños está más que asegurada.
 


El buen humor asegura que la terapia médica
sea menos traumática para los niños

Aunque la medicina tradicional es, de forma general, reacia a abrise a nuevos campos de experimentación sanitaria en campos que no cuenten con el suficiente rigor científico, la risoterapia cuenta desde hace un par de años con una acogida buena en las salas de los centros de salud. “Está comprobado que si los niños se ríen y juegan con los animadores se se relajarán mucho más durante el tratamiento y las terapias serán menos traumáticas para ellos”, explica el doctor Saúl Oñate, del servicio de Pediatría del Hospital Civil Ingesa en Ceuta. Y es que el humor nunca está de más en cualquier aspecto de la vida cotidiana, y menos para quitarle amargor al paso de los niños por el hospital.
 

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