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OPINIÓN - MARTES, 8 DE ENERO DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

Los primeros “marroquíes”
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

El último descubrimiento, por un equipo de arqueólogos franco-marroquí, de un fragmento de mandíbula probablemente del Neolítico (entre 6000 y 5000 años antes de la Era Común por estas latitudes) en unos abrigos bajo rocas en la localidad de Oued Lksab, región de Essauira, unos 450 kms. al sur de Rabat, ha arrojado más luz sobre el poblamiento prehistórico del actual Marruecos. En abril del año pasado otro equipo internacional de paleoantropólogos, co-dirigido por el marroquí Abdelawahad Bencer y el francés Jean-Jacques Hublin, descubrieron en las inmediaciones del yebel Irhoud (región de Safi) uno de los cráneos de Homo Sapiens más antiguo del mundo, en un nivel estratigráfico datado en unos 160.000 años. Durante la década de los sesenta se hallaron otros dos cráneos en la misma zona, uno de los cuales está actualmente expuesto en el museo arqueológico de Rabat.

En palabras del profesor Alain Rodrigue, francés nacido en Casablanca y especialista en las pinturas rupestres del Alto Atlas, a lo largo y ancho de Marruecos se encuentran representados todos los niveles de la Prehistoria, encontrándose trazas de la primitiva humanidad desde Casablanca a las dunas del Sáhara, del Medio al Alto Atlas. Del Neolítico se encuentra en el norte el dolmen de M´zora (en las inmediaciones de Larache), estudiado y protegido en la época del Protectorado y, actualmente, en un lamentable estado de abandono, pudiendo admirarse su forma primitiva en una maqueta actualmente existente en el Museo Arqueológico de Tetuán; también en la región tenemos la importante gruta de Khahf Taht el Ghar, en la vertiente occidental del yebel Musa excavada por Tarradell en los años cincuenta y en Tánger las cinco grutas de cabo Espartel, donde se encontraron sobre cuarenta estatuillas de tierra cocida con aspecto antropomórfico y rasgos fálicos, que parecen apuntan hacia algún tipo de culto; al oriente, cerca de Oujda, se encuentra el abrigo de Rhirane. Según algunos autores, no es descartable durante esta época la exportación a esta región norteafricana de cerámica procedente de la zona de Almería.

Hace poco más de dos años, en diciembre de 2005 y bajo patrocinio de los fondos FEDER el Aula del Estrecho animó un interesante Seminario Hispano-Marroquí de Especialización en Arqueología, coordinado por los profesores Darío Bernal y José Ramos, de la Universidad de Cádiz, el profesor Baraka Raisuni (Universidad Abelmalik Essaadi de Tetuán) y el investigador del INSAP-Rabat Abdeljalil Bouzougar. En este pequeño trozo de España en el norte de África, Ceuta, justo en la frontera con Marruecos, un equipo interdisciplinar de investigadores dirigidos por los profesores Bernal y Ramos, cerró en octubre del pasado año la cuarta campaña de excavaciones en el abrigo paleolítico y la cueva neolítica allí existentes, sin encontrar hasta el presente restos de algún asentamiento humano… ¿de los primeros “españoles?. Pues no precisamente. Seamos un poco serios y busquemos lo que nos une: la sangre, el sudor y las lágrimas tan comunes a la especie humana. Es una obscenidad histórica y un dislate político intentar encuadrar un remotísimo pasado de la humanidad bajo etiquetas nacionalistas: aquí o en las Vascongadas. ¿No les parece?
 

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