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Precisamente hoy se inaugura las
Primeras Jornadas sobre urbanismo ‘Ciudad Autónoma de
Ceuta’. Con una avance del nuevo Plan General de Ordenación
Urbana sobre la mesa, a lo largo de hoy y de mañana expertos
de la administración general del Estado y privados
disertarán de los retos que plantea el urbanismo de hoy para
preparar a las ciudades en las necesidades normativas
actuales.
La situación de Ceuta, que puede contar con los mismos
‘problemas’ con los que cuenta cualquier ciudad mediterránea
española es un tanto peculiar teniendo en cuenta que está
asentada sobre siete colinas y que, por tanto, su estructura
urbana tiene su punto de complicación.
Con muy pocas áreas llanas, la ciudad se levanta casi a
trozos aprovechando los lugares en los que la topografía es
más suave. Esta percepción se descubre fácilmente a vista de
pájaro. Se trata de una respuesta lógica a las necesidades
urbanísticas que imperaron entre las décadas de los
cincuenta y los setenta, donde el planeamiento contaba, pero
no tanto como hoy en día donde el desarrollo se encuentra
perfectamente controlado.
Ahora, los retos del nuevo siglo -en los que hacer ciudad
para los ciudadanos es básico- nos llevan necesariamente en
Ceuta a lograr unir, por así decirlo, esos grandes ‘trozos’
en los que se circunscribe urbanísticamente el territorio y
proporcionar una unidad y una armonía deseada que, sin
embargo, resultaría muy costosa.
Pero ese es el gran reto. Habrá que plantear numerosas obras
de infraestructura y, como en Huerta Téllez, recuperar -para
ganar espacio urbano- vagüadas improductivas que
desconexionan la ciudad y los elementos urbanos.
Las jornadas de reflexión que se inician esta misma mañana
en el salón de actos del Palacio Autonómico pueden despejar
algunas dudas respecto de lo que puede pretenderse en el
desarrollo urbanístico de nuestra ciudad.
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OPINIÓN / EDITORIAL
