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Con la llegada de una nueva cita
electoral, crucial para el futuro de una nación inmersa en
una profunda crisis económica y de identidad es
completamente obligado para una ciudadanía comprometida con
su futuro ejercer una profunda reflexión analizando el grado
de cumplimiento de las promesas efectuadas por quien ha
ostentado el Gobierno de la nación.
Para lo cual, resulta imprescindible estudiar con
detenimiento el documento titulado “merecemos una Ceuta
mejor” elaborado por el partido socialista con motivo de las
Elecciones Generales del 2004 y comprobar cuales de ellas
han sido cumplidas.
Dicho documento recogía la promesa de incluir en la
Constitución Española la denominación de Ciudad Autónoma de
Ceuta, bonificar el 50% en las cuotas de la Seguridad Social
a todos los sectores económicos de la Ciudad, bonificación
del transporte con la Península de mercancías, la puesta en
marcha de medidas concretas en los primeros seis meses de
Gobierno para resolver la crisis económica, construcción del
Hospital Civil en dos años, instalación de una Planta de
Residuos Sólidos, reconversión en zona verde del Vertedero
de Santa Catalina, construcción de tres institutos, dotación
de mayores recursos humanos y materiales para la seguridad y
la puesta en marcha de un programa de inserción laboral para
todos los desempleados en especial para las mujeres.
Dejo al criterio de la ciudadanía valorar el grado de
cumplimiento de estas promesas puntualizando que la
valoración extraída debe constituir nuestro mayor
argumentario en el momento de decidir el sentido de nuestro
voto en los próximos comicios.
Sin ninguna duda, el compromiso de las formaciones políticas
con su electorado se basa en el grado de cumplimiento de las
promesas realizadas durante las campañas electorales
constituyéndose en el mayor aval de estas.
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OPINIÓN / AL SUR DEL SUR
