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OPINIÓN - DOMINGO, 27 DE ENERO DE 2008

 
ANÁLISIS

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


Lunes. 21


Surge la conversación en la mesa donde comparto el aperitivo. Intentan tirarme de la lengua para que me pronuncie si es conveniente cambiar ya al presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta. Dije para mis adentros que no iba a emitir ninguna opinión al respecto. Porque es ya bien sabido lo que pienso de ese asunto. Y mantengo mi mutismo mientras que oigo lo que uno de los contertulios cuenta. Dice que hay una persona joven, con grandes conocimientos de fútbol y que está dispuesta a disputarle la presidencia a quien la ocupa desde que era futbolista Santiago Bernabéu. Me entero del nombre del aspirante y me parece que sería un acierto contar con él para ponerle al frente de ese cometido. Aunque de sobra sé que el actual presidente seguirá en el cargo hasta que quiera Juan Vivas. Y éste ha dado ya muestras evidentes de que su amistad con Emilio Cózar está por encima de toda duda. Se llevan como si fueran hermanos. Y hasta creo que el presidente de la Ciudad hará todo lo posible porque nunca se meta la linterna en un organismo donde la contabilidad necesita ser fiscalizada cuanto antes. Para que luego digan que Vivas no es capaz de proteger a nadie ni dar la cara por un amigo. He aquí, pues, una demostración palpable que tira por tierra el concepto que del presidente de la Ciudad tiene mucha gente. Así sabrán a qué atenerse quienes decidan, en su momento, aspirar a la presidencia de la Federación de Fútbol de Ceuta. Y no es mi intención desanimarles. Quede claro. Lo que intento es que sepan a lo que se exponen.

Martes. 22


Yolanda Bel e Inmaculada Ramírez se han declarado la guerra. Y cuando dos mujeres deciden reñir, lo mejor es dejarlas que se despachen a gusto. Y no intervenir si un día deciden agarrarse de los pelos. Me da a mí en las pituitarias que la portavoz socialista, que tiene clavada en el alma la mofa que hicieron de ella cuando el pleno de los presupuestos, se ha juramentado para no pasarle una a la portavoz del Gobierno. Por lo cual conviene estar atentos a los enfrentamientos que se avecinan entre ambas diputadas. De momento, IR le ha dicho a YB que siente compasión por ella, debido a que considera que representa un papel de mentirosa compulsiva oficial. Y todo porque la portavoz del Gobierno, muy metida en su papel de mala, había acusado a la socialista de no haberse preparado el pleno concerniente a los presupuestos. Y, claro, ello ha sido como clavarle banderillas de fuego a una Inmaculada Ramírez que, según me cuentan, no tenía su día. Y ésta no ha dudado en vestir de limpio a Yolanda Bel. Le ha dicho rastrera, servil, autoritaria... y otras lindezas por el estilo. Además le ha echado en cara que viva sólo y exclusivamente de la política. Nada más leer lo ocurrido, me han dado ganas de hablar con ambas y preguntarle si están dispuestas a prometerme que esta riña será la primera de muchas otras. Para no perderme ningún pleno. En fin, que Inmaculada Ramírez y Yolanda Bel han dado la nota. Mientras sus compañeros, siempre tan machistas, se estarán riendo por lo bajinis.

Miércoles. 23


Quien me habla es persona muy conocida y criticada también por quienes le achacan ser poderoso en la sombra. Tiene una economía robusta y se conoce al dedillo todos los problemas de la ciudad. Debo decir que no se muerde la lengua cuando sale a relucir el nombre de Juan Vivas. “A partir de ahora es cuando tendrá que dar la talla como gobernante avezado. Y además haría muy bien en desprenderse de tantos halagadores que, con sus continuos ditirambos, terminarán haciéndole levitar a cada paso” Es la primera vez que le oigo hablar con tanta claridad. Y le digo que estoy sorprendido. Le tiro de la lengua en relación con la Manzana del Revellín. Pero, dado que tiene muchas tablas, no entra al trapo y me cuenta una historia para cambiar de tercio. Aunque en cuanto finaliza le pregunto por Juan Luis Aróstegui y a qué intereses cree él que está sirviendo el secretario general de Comisiones Obreras. Carraspea. Se ajusta el nudo de la corbata. Desvía la mirada. Tengo la impresión de que se va a dar el piro conveniente. Me equivoco. Rectifica y aguanta el tirón. “Mira, Manolo, mis relaciones con Juan Luis Aróstegui son nulas. Porque, a pesar de lo que crean otros empresarios, no es de fiar. A lo mejor yo estoy equivocado. O tal vez sea que al saber detalladamente lo que dio de sí su paso por el Ayuntamiento, como concejal, no entiendo por qué no sale alguien que le pare los pies de una vez”. A lo mejor Juan Vivas necesita que alguien le ponga al tanto de ello. Mi respuesta parece que le saca de sus casillas y me contesta con cierta acritud: “Por favor, cachondeo el mínimo, ¿eh?...”. Usted perdone, amigo.

Jueves. 24


La simpatía está considerada, en la primera acepción del diccionario, como inclinación afectiva favorable y generalmente espontánea hacia una persona. Pues bien, ateniéndome a esa definición puedo decir que a mí me cae muy bien José Mata. Con quien llevo ya muchos días sin pegar la hebra. Sin embargo, sigo atento a sus inquietudes como sindicalista y he comprobado cómo se la jugado el secretario general de Comisiones Obreras. Lo que no entiendo, de verdad, Pepe, que con tu dilatada vida sindical te haya engañado de manera tan sencilla: es decir, por medio de un pacto de caballeros en un bar entre UGT y CCOO. En el cual se acordó que la central más votada se haría con la presidencia del Comité de Empresa de la Asamblea. Y ahora te encuentras con que los de Aróstegui, unidos a la CSI-CSIF-Sinpobal, te birlan el cargo y te dejan más que con cara de tonto con un cabreo monumental. A mí me dan ganas de decirte que mereces lo que te han hecho. Porque tú sabes mejor que nadie que un pacto de caballero, estando Aróstegui metido en el ajo, es papel mojado. Palabra vana. Apretón de mano fofo. Eso sí, siempre que no haya enfrente un empresario con mucho poder de convicción. Me parece, además, que has pecado de excesiva confianza. Y que ésta se ha producido al comprobar que, últimamente, las relaciones entre Antonio Gil y el ya reseñado Aróstegui son excelentes. Y esa confianza te ha costado la presidencia que ganaste en buena lid. Me imagino que a partir de ahora volverás a cuidarte mucho de no unir ninguna de tus reivindicaciones con las de quien sigue dando pruebas de ser lo que es: lo que tú me has contado en no pocas ocasiones. Espero que se te pase pronto el enfado. Máxime cuando lo ocurrido ha sido motivado por descuido tuyo. Por una dejadez inconcebible en alguien tan curtido, como tú, en el mundo sindicalista.

Viernes. 25


Me adentro en las noticias de “El Pueblo Televisión”, en emisión de pruebas, y pincho en la primera, que corresponde a la plataforma “Manzana Cultural”, motivada porque sus representantes han presentado el manifiesto para comenzar a recoger firmas. La cita fue en el Hotel Ulises. Lugar que hace tiempo eligió Juan Luis Aróstegui para celebrar todas sus verbenas. En esta ocasión, y dado que el secretario de Comisiones Obreras carece de tirón y por tanto su poder de convocatoria es nulo, el frustrado político decidió cederle la palabra y el protagonismo a Luis Francisco Jiménez “Chiqui”. El trabajo que le habrá costado dar ese paso a la criatura. En cuanto a Chiqui, debo decir que jugó su papel de manera más que aceptable. Lo único que no me gustó, siendo como es él un hombre destacado de la cultura ceutí y bastante acostumbrado a estar encima de un escenario, es que se le notara demasiado que masticaba chicle mientras oraba. Y ese desliz, por muy bien que él me caiga a mí, me parece imperdonable en alguien que diserta contra la herejía que significa violar un edificio, destinado en principio a dar cobijo a la cultura, por medio de un mercado de abastos. Y, naturalmente, tampoco creerá Luis Francisco que yo me crea que la plataforma no se mueve por intereses políticos. Se mueve por todos los intereses políticos y económicos que significan siempre la presencia de Aróstegui en cualquier acto. Otra cosa es que trate de engatusar a la gente que necesite dejarse ver en festejos como el presentado por ti. Y en cuanto a las personas que te acompañaban durante la lectura del manifiesto, me vas a permitir, dada nuestras buenas relaciones, que te pregunte a qué se debía la presencia de Javier Cuenca compartiendo cartelera contigo

Sábado. 26


Surge la conversación del partido que se juega mañana –hoy para ustedes- entre la Asociación Deportiva Ceuta y el Portuense. Y alguien que está siempre atento a lo que escribo me recuerda que se ha cumplido lo que dije en uno de mis escritos dominicales, hace ya su tiempo. Confieso que no me acordaba ni del contenido ni de la fecha de ese artículo, y el lector no tuvo inconveniente en refrescarme la memoria. Te referías a que, más pronto que tarde, José Enrique Díaz traicionaría a Diego Quintero y luego saldría diciendo que él no quería sentarse en el banquillo. Pero que esa actitud era una estratagema para aceptar la propuesta que le haría la directiva si le firmaban un año más de contrato como director técnico. Bien... ¿y qué?... Pues que todo ha sucedido tal y como tú adelantaste. Mi respuesta no podía ser otra que la siguiente: la jugada estaba tan cantada que se veía a muchas leguas de distancia. Sin embargo, si el equipo sigue ganando, lo que no deja de ser una acción desleal cometida por Díaz contra un compañero recomendado por él, se verá como un acierto. Y todos darán por bueno el despido de un entrenador a quien aún no han sido capaces de liquidar. Por más que aleguen que el caso está sometido al criterio de quienes han de impartir justicia. Por cierto, en el José del Cuvillo se van a ver las caras dos técnicos que no se pueden ver ni en pintura. De hecho, cuando firmaron a José Enrique, Carlos Orúe tardó nada y menos en darse el piro. ¿Por qué sería...?
 

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