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					Todo en Marco Marchioni, una referencia mundial en lo que a 
					“desarrollo comunitario” se refiere, suena a control 
					absoluto de la situación. Solucionar el fracaso escolar, 
					dice Marchioni que dicen los africanos, es cuestión de toda 
					la tribu. Y como el fracaso escolar, el resto de problemas 
					de nuestro tiempo, todos por la misma vía: esto es, con 
					ciudadanos, instituciones y recursos técnicos trabajando en 
					la misma dirección. El Gobierno ceutí le ha invitado a 
					enseñarnos a hacerlo aquí. 
					 
					• En un mundo “complejo” como el de nuestros días en el que 
					“no hay soluciones fáciles” cambiar las cosas “en un sentido 
					progresivo, más justo y más humano, exige que las 
					Administraciones [especialmente las municipales, las más 
					cercanas] asuman la implicación de la ciudadanía, ya que de 
					otro modo no es posible dar respuestas a los problemas”. Así 
					lo piensa al menos el investigador social Marco Marchioni, 
					una eminencia mundial en lo suyo, el denominado “desarrollo 
					comunitario”, al que la Consejería de Asuntos Sociales 
					dedica hoy y mañana sus primeras jornadas sobre este tema. 
					 
					Ayer, durante la presentación de este encuentro ante los 
					medios, Marchioni reconoció que lo suyo “es muy fácil de 
					decir y muy difícil de explicar”. Más tarde, en 
					declaraciones a este periódico, trató de condensar en qué 
					consiste su trabajo, en “fomentar la colaboración de 
					ciudadanía, instituciones y recursos técnicos disponibles” 
					para mejorar las condiciones de vida de la población. 
					 
					“En España, en Italia... tenemos casi un 10% de la población 
					que acaba de llegar a estos países hace muy pocos años”, 
					justifica el politólogo italiano la “complejidad” de su 
					empeño, que pese a que se autodefine como “progresista y de 
					izquierdas” separa de forma contundente del “asamblearismo” 
					de los rojos de hace décadas. 
					 
					“El asamblearismo que luego domina un grupo organizado que 
					consigue soluciones que responde a intereses particulares no 
					es lo que nosotros perseguimos, que pasa por procesos 
					democráticos más amplios de participación”, distingue 
					Marchioni, quien sí acepta una comparación con experiencias 
					más recientes como el Foro Social, un proyecto que casi veta 
					la legislación nacional. 
					 
					“En España”, parece lamentar alguien que lleva casi 20 años 
					asentado en nuestro país, “la ley no permite que temas de 
					interés local sean decididos por otros órganos que no sean 
					el Pleno; en otros países no ocurre así, se abren ciertas 
					decisiones a otros órganos de participación”. 
					 
					Para paliar estas deficiencias Marchioni, asesor del 
					Ayuntamiento de Las Palmas, ha propuesto a esa 
					administración que la autoridad municipal sólo tome las 
					decisiones después de consultar a la ciudadanía: “No 
					cambiamos la ley, pero sí el itinerario para llegar a tomar 
					una decisión a través de espacios de participación en los 
					que el ayuntamiento proponga y la ciudadanía pueda aportar 
					elementos de cambio”. 
					 
					Y es que para el experto que dio nombre, a disgusto suyo, al 
					Instituto homónimo que dirige si los ciudadanos están hoy en 
					día ‘desconectados’ de la política es en buena parte culpa 
					de los partidos: “Han trabajado”, critica, “un modelo de 
					participación muy endogámico, no un modelo social en la 
					calle, y por lo tanto no gobiernan con, sino para la 
					ciudadanía”. 
					 
					“No queremos cambiar a quién gobierna, sino la forma de 
					gobernar, porque yo creo que buena parte del desencanto 
					social con la política exige un cambio profundo en los 
					partidos, que actualmente se guían por formas parasitarias 
					de consulta popular, no realmente participativas, como los 
					sondeos y las encuestas”, advierte Marchioni, que no 
					entiende su paso por Ceuta de estos días como una invitación 
					para la galería, sino como “el inicio de un proceso”. 
					 
					El inicio de un camino 
					 
					“Estas Jornadas deben ser una propuesta de iniciación y de 
					sensibilización porque no existe una receta única y 
					universal para conseguir nuestro objetivo”, explica el 
					experto nacido en Bolonia, quien espera que los Encuentros 
					que hoy y mañana acogerá la UNED sirvan “para que todo el 
					mundo tenga la mayor información sobre qué es el proceso 
					comunitario y contemos con el mayor apoyo posible para la 
					propuesta que plantearé al término de las mismas”. 
					 
					“Es seguro que yo y mis colaboradores estaremos aquí al 
					menos cada tres meses para seguir asesorando el trabajo de 
					participación en la Ciudad”, adelanta Marchioni, quien no 
					cree que este tipo de iniciativas sean muestra de 
					esquizofrenia en un gobierno del PP: “Nosotros no 
					discriminamos ni por color político ni por características 
					de una ciudad”, amplía el italiano, con experiencia en 
					trabajo comunitario en Sicilia. “Todas las situaciones 
					tienen su complejidad, pero hay que buscar el camino para 
					superarla”, resume. 
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					Primero, la socialización; después, la participación 
					Las consultas populares suscitan, 
					además del temor del gobernante a que sus resultados 
					traicionen sus expectativas, una duda con respecto a la 
					legitimidad de un grupo de ciudadanos, que en muchos casos 
					puede no haberse interesado por un asunto, para decidir 
					sobre cuestiones tan importantes como pudiera ser respaldar 
					la Constitución Europea: “Los ciudadanos”, contrapone 
					Marchioni, “deben tener conocimiento real sobre los temas 
					sobre los que debería opinar, por lo que cualquier proceso 
					de participación tiene que ir acompañado de otro de 
					socialización de los conocimientos”. En Las Palmas, donde se 
					preguntó a los ciudadanos por el Presupuesto y el PGOU, se 
					trasladó a los vecinos su contenido en libros “de fácil 
					accesibilidad” para que pudieran opinar al respecto. 
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