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                     Se ha creado la plataforma 
					“Manzana Cultural”. El fin de la misma es intentar que el 
					mercado central no sea ubicado en la “Manzana del Rebellín”. 
					A servidor, perdón por señalar que estás una jartá de feo, 
					cada vez que se crea alguna cosa de esta, inmediatamente le 
					viene a la cabeza los que están detrás de ella y, por 
					supuesto, sin temor a equivocarme, puedo dar hasta los 
					nombres de sus creadores, por la sencilla razón de que 
					siempre son los mismos. Y a la cabeza, de todos ellos, el 
					mismo de siempre y con el mismo poder de convocatoria de 
					siempre. Cero patatero. 
					 
					Por supuesto, eso no lo voy a negar, hay quienes piensan 
					honestamente que hay que defender la no instalación del 
					mercado central en aquel lugar, sin darse cuenta que están 
					siendo utilizados para defender los intereses de ciertos 
					personajes. 
					 
					La primera convocatoria, de la mencionada plataforma, me ha 
					venido a demostrar dos cosas. Primero que los de siempre 
					están al frente de la misma y segundo que a pesar del enorme 
					despliegue mediático que ha tenido la misma, poca o ninguna 
					fuerza de atracción tiene el medio que, a pesar de su enorme 
					despliegue mediático, sólo ha sido capaz de convocar a 
					doscientas personas mal contadas. Mal cariz tiene el asunto 
					mediático si se demuestra, como así ha sido, el escaso poder 
					que ejerce sobre la población. A partir, de estos momentos, 
					a quién o quiénes van a asustar con tan escaso poder. 
					 
					Las cartas en esta vida, querido amigo, hay que saber 
					jugarla en el momento oportuno evitando hacer el ridículo 
					mostrando, a los contrarios, a los que se quiere asustar, 
					que sólo jugamos de farol sin llevar ni un maldito triunfo 
					en las manos por mucho que, por activa y pasiva, pongamos 
					por delante que somos la marca de un coñac. ¡Coñac Decano, 
					caballero, que coñac!. 
					 
					A aquellos que de buena voluntad han firmado en esas listas 
					que se están repartiendo se les debería explicar, con 
					claridad meridiana, quiénes son los que están detrás de esa 
					plataforma y cuáles son los intereses que defienden. Decía 
					la sabia de mía abuela “piensas mal y acertarás”. Uno que, 
					siempre, le ha hecho mucho caso a todo cuanto me decía mí 
					abuela, cree que se están defendiendo algunos intereses no 
					tan culturales. Cada uno puede pensar lo que le venga en 
					ganas sobre el asunto. 
					 
					Lo mejor de todo es que, desde el apoyo del medio que 
					presume del nombre del coñac se pide hasta un debate, sobre 
					el asunto, entre el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y 
					Juan Luís Aróstegui.. Más incongruencia es imposible pero, 
					con ello, nada más que se hace aumentar las dudas sobre los 
					intereses que se defienden además de los culturales. 
					 
					Cómo es posible qué se pida un debate entre el presidente de 
					la Ciudad y un señor, Aróstegui, que no representa 
					absolutamente nada de nada, puesto que no tiene ni 
					representación parlamentaria y al que el pueblo, en cuatro 
					ocasiones, le ha negado su confianza. Qué interés puede 
					tener el “decano” que, incluso solicita este debate. Me lo 
					están poniendo como decían que se la ponían al rey aquel o 
					como vulgarmente se dice en el pueblo llano y sencillo: “ me 
					lo estáis poniendo a …. 
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