PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES, 1 DE FEBRERO DE 2008

 

OPINIÓN / EL OASIS

El niño Juan Luis
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Juan Luis Aróstegui, alias el iluminado, está tratando de acelerar el ritmo de sus despropósitos aireados, para ver si a Juan Vivas le entra el canguelo y él puede ganar una partida que le vendría que ni pintiparada para que, al fin, en su casa se dieran cuenta de que viven junto a un ser excepcional. Pues bien sabido es que familia y mayordomo son los últimos en enterarse de que comparten habitáculo con alguien que roza lo sobrenatural.

Esta semana, su “dardo de los jueves” ha rozado lo sublime. Nos ha dejado con el alma pendiente de un hilo al contarnos de qué modo Juan Vivas, antes dirigente de prudencia reconocida, se está metiendo en berenjenales que pueden ponerle en la senda de la corrupción. El iluminado, a lo que se ve, está dispuesto a jugárselo todo a una carta con tal de que la gente, mayoritariamente, no digan de él que es más desgraciado, en sus actividades políticas, que el postiguillo de San Rafael en Córdoba.

El iluminado, en esta ocasión, ha ido a la búsqueda y captura de los técnicos. “Cuantos más papeles tiene un expediente, más grande es la mentira que trata de ocultar”. ¿Insinúa o afirma que están prevaricando los funcionarios con sus informes? Luego, en un alarde de buena fe, les recuerda a los empleados de ACEMSA que Juan Vivas les quiso arruinar sus vidas. Y deja entrever, maliciosamente y bajo el nombre de paquete diabólico, que hay “treinta mil millones de pesetas” en juego en las siguientes operaciones: ACEMSA-Manzana-Soterramiento-Plaza Vieja.

Menos mal que, en un momento de lucidez terrenal, el iluminado ha reconocido, aleluya, que pertenece a un partido extraparlamentario; o sea, que reconoce ya, sin tapujos, que es un don nadie. Pero trata de arreglarlo diciendo que el PSPC, glorioso y victorioso, ha sido marginado por la inestimable colaboración de los medios de comunicación debidamente financiados. Arsa, pilili, ele mi niño Juanito, y vivan los tíos con una cara de hormigón armado, que diría mi admirado Campmany.

Cómo es posible, niño Juan Luis -porque en el fondo es lo que eres: un niño soberbio, envidioso, frustrado, etcétera-, que no ten sonrojes lo más mínimo al denunciar que los medios son los causantes de tus fracasos electorales. Vamos, de que lleves muchos años mendigando votos y siempre quedes como la Chata de Cái o como Cagancho en Almagro.

No te avergüenzas, niño descarado, listo entre los listos, repelente, muchas veces, proclamar que en el periódico donde escribes tus dardos atentan contra ti para que no puedas explayarte a gusto contra Juan Vivas, contra el Gobierno presidido por él, contra los técnicos del Ayuntamiento y contra todas las personas que no se someten a la dictadura de tus intereses.

Los niños como tú, Juanito, cuando no consiguen el juguete deseado, berrean, despotrican, dejan de comer para coaccionar a sus padres, y hasta se hacen los enfermos con el único fin de salirse con la suya. Es tu caso. Pues no me negarás que tus rabietas, por querer participar en ese pacto diabólico en el cual, según tú, hay treinta mil millones de pesetas en juego, no son dignas de que te lleven al psicólogo. No vaya a ser, Juanito, que en uno de esos raptos de histeria se te vaya la olla y arruines a los tuyos. Quien con niños se acuesta... Ah, no es de niño educado meter a Mohamed Alí en tus desvaríos.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto