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OPINIÓN - SÁBADO, 2 DE FEBRERO DE 2008

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Cocaína imperceptible, opio patente
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Estando como estoy en Ceuta y bebiendo el agua que suministra nuestra empresa, puedo estar contento de no verme afectado por esas drogas que se destilan en otras aguas.

Escribo un poco sobre la noticia aparecida en Catalunya sobre las aguas de la depuradora de la ciudad en la que viví durante muchos años: El Prat de Llobregat, donde se han detectado algo más de 20.000 dosis diarias de cocaína que consumen un millón y pico de habitantes en la zona y cuyas aguas residuales son tratadas por la mencionada depuradora… ¡la hostia! Y yo sin darme cuenta que he estado bebiendo mis orinas y la de los de mis vecinos ¡qué asco!, eso son ganas de fastidiar al personal y no precisamente por las drogas. No debería llamarse depuradora.

El simpático director químico Damià Barceló, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas podía haber suavizado su declaración sobre el tema y eso de hablar llanamente de las orinas humanas, transportadores de restos metabolizados de cocaína, que desembocan en los ríos cuyas aguas confluyen a la depuradora ya son ganas de “aguar” al ciudadano medio ignorante de la procedencia de parte de esas aguas. Menos mal que la zona no es la del área metropolitana entera: rondaría las 70.000 dosis diarias de cocaína, si contabilizamos las meadas de más de tres millones de habitantes. Sólo espero que en Ceuta no ocurra lo mismo con nuestras aguas.

Bueno, cambiemos de tercio porque con las tripas revueltas no conseguiría continuar escribiendo.

Hubo un tiempo en que los españoles asignaban a los representantes de la Iglesia católica el papel resumido en la frase “la iglesia es el opio del pueblo” y hasta ahora seguimos viendo que tenían razón.

Sigo dándole vueltas a la gran hipocresía de la jerarquía eclesiástica de la que no podemos admitir ni tolerar que digan sandeces cuando les vengan en gana.

Si Vds. recuerdan, cuando gobernaban los peperos con Aznar al frente, las negociaciones con ETA eran llevadas por un obispo, Juan María Uriarte, y entonces eso NO era pecado… ahora si los socialistas intentan acabar con ETA a través del diálogo eso SÍ es pecado. Lo que pone sobre la mesa las hipócritamente claras cartas de la postura “celestial”.

A la vista está que los profesionales de la religión, los obispos de la Conferencia, han decidido entrar en política a favor del PP y agarrados de la mano con éstos. Como decía ayer: los curas a sus cosas o fundan un partido político. Esto último sería lo mejor: se repartirían los votos del PP y así éste partido dejaría de ser la fuerza más votada.

Toda la hipocresía de la curia se resume en la postura contra la Ley de Educación para la Ciudadanía. Consideran que esa ley ha hecho saltar por los aires el derecho fundamental de los padres a educar a sus hijos en los criterios morales de cada cual. Eso es una mentira descarada y desgraciada proveniente de quienes son. Ningún artículo de la mencionada ley, ninguna disposición final, ninguna norma ni ninguna regla impiden a los padres que lleven a sus hijos a catequesis de las parroquias para recibir la educación moral católica. ¿Dónde está la lesión de esos derechos fundamentales? Mentira tras mentira de quienes incumplen completamente uno de los mandamientos de su propia Iglesia. No predican con el ejemplo, desde luego.

Hablan de prostitución, de jóvenes que caen en sus redes, de una manera tan descarada que solapa la verdadera historia de este tema: la prostitución existe desde siempre y más entonces cuando los representantes profesionales de la iglesia católica se codeaban con los jefes del fenecido régimen franquista. Precisamente muchos de esos jefes, y no digamos sus subordinados, hacían el juego prohibido y luego comulgaban como si tal cosa. Entonces no merecía la pena soltar soflamas… ¡qué hipocresía!

Están contra los homosexuales, contra la educación moderna y necesaria, contra la Memoria Histórica (algo tendrán que ver), contra el diálogo sensato, en fin contra todo de quienes fomentan la no pertenencia de la religión a la política. A pesar de que saben que están peleando contra los mismísimos derechos humanos, siguen tratando de imponer sus tesis, menospreciando por lo tanto a las demás religiones. Fundamentalismo es eso.
 

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