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OPINIÓN - VIERNES, 8 DE FEBRERO DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

Mohamed V, “Justo entre las Naciones” (y II)
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Su abnegada labor para con la colectividad judeomarroquí durante la II Guerra Mundial es motivo suficiente para que su nombre, retomando una vieja iniciativa de la asociación “Identidad y Diálogo” (de la que uno de los fundadores fue precisamente André Azulay, actual Consejero Real de Mohamed VI) allá por los años 80, sea nominado para el honroso y codiciado título de “Justo entre las Naciones”, que Israel dedica con emotivo agradecimiento para las personas que en aquello aciagos años arriesgaron su vida y hacienda salvando a los judíos de la barbarie y el genocidio nazi, la “Shoá”, término hebreo que prefiero al de “Holocausto” por ser este último susceptible de traducirse, en ciertos casos, como “sacrificio religioso”. Merecido título pues para un noble rey, Mohamed V, cuyo nombramiento de prosperar no dejará de presentar su enjundia diplomática al figurar, con todos los honores, como “Justo entre las Naciones” en el memorial de “Yad Vashem”, en Jerusalén.

Al mundo árabo-musulmán, groseramente manipulado con demagógicas letanías y al que presentan engañosamente, como rutilantes héroes de leyenda, a perfectos villanos, deben dejarle la oportunidad (se lo escribía el otro día al director de la conocida página islámica “WebIslam”, Yusuf Fernández) de conocer la otra cara de la realidad, dejar hablar en nombre del proclamado “Diálogo de Culturas” a las otras víctimas, el pueblo judío y un asediado Estado de Israel, como todos con sus virtudes y sus miserias y que tan solo clama -al igual que todos los pueblos, el palestino incluído siempre lo he dicho- legítimamente por su derecho a la existencia, dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas.

Si en su momento aquel siniestro personaje, el Gran Muftí de Jerusalén, radiaba desde Berlín pidiendo el alineamiento de la “Umma” o comunidad musulmana con las tropas del Tercer Reich y pasaba revista, brazo en alto, a las cuatro divisiones musulmanas integradas en las “SS”, hoy día el presidente de la República Islámica de Irán, el islamonazi Ahmadinejad, amenaza con “borrar del mapa” a Israel, el líder de Hezbolláh, Hassan Nasrallah, afirma impertérrito ante sus milicias filoterroristas (cuyo saludo, curiosamente, es brazo en alto…) que “los judíos han inventado el Holocausto” y en la web oficial de la organización terrorista palestina Hamás se alude al intento de exterminio nazi como una “historia inventada, sin fundamentos reales”, también hay otras perspectivas que deben conocerse: desde el cuantioso derroche de sangre de los “goumiers” argelinos y marroquíes que lucharon junto a los aliados contra la “Werhmacht”, en primera línea del frente, a los aislados pero generosos esfuerzos de personalidades por evitar la deportación o las matanzas: así en Mahdia (Túnez) un notable local, Abdelwahab Khaled, escondió a familias enteras en el campo, en las mezquitas de Vichy muchos imames se pronunciaron contra el pillaje y el exterminio y, en la capital de la Luz, el propio rector de la Gran Mezquita de París, Kaddour Benghabrit, salvó personalmente a más de cien judíos. ¿Qué es esa patraña de que la “Shoá” no existió…?. Dice el Talmud judío: “Si salvas una vida, es como si estuvieras salvando el mundo”, hermosa frase por cierto también reflejada en el Corán y en numerosos “hadices”.
 

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