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OPINIÓN - SÁBADO, 9 DE FEBRERO DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Los 100 días de confianza
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

En todas las actividades, desde la toma de posesión, hay un período de tiempo, un poco TABÚ de confianza hacia el que acaba de llegar. Esto sucede en los gobiernos, en los ayuntamientos, en los entrenadores de los equipos de fútbol (estos a veces no tanto) y nosotros se los habíamos concedido, para ver como iban las cosas, al director del Hotel Parador La Muralla, Pedro Fernández.

Cuando escasamente llevaba 15 días aquí, yo le dediqué esta columna, que hubo a quien, fuera de aquí, no gustó demasiado, y en aquella columna yo decía y me reafirmo en los dicho, que había sido una auténtica suerte para el Parador que, desde las altas esferas de la empresa, hubieran mandado a un profesional como este a Ceuta.

Lo de la auténtica suerte tengo que repetirlo ahora más que nunca, cuando veo que otras entidades hoteleras, también, intentan remozar sus hoteles, en esa carrera, todavía lejana, pero que se hará realidad para que Ceuta sea un punto turístico de primer orden.

Para que esto pueda ser así en el futuro, lo primero que tiene que haber es una serie de hoteles de categoría, a tono con el momento que estamos viviendo, y en esa categoría, aunque estuvieran las 4 estrellas en sus puertas y en su publicidad, no estaba el Hotel Parador La Muralla.

Y esto, se enfade quien se enfade, lo sabemos quienes llevamos viviendo en dicho hotel 14 años y cada final de mes, como está mandado, pagamos nuestra factura.

Debo repetir, pagamos la factura convenida el día que llegamos a esta casa, sin demora en ninguno de los meses y ya han transcurrido muchos.

Pero a lo que íbamos. El Hotel Parador La Muralla se iba quedando, se había quedado, cada vez más anticuado y las reformas necesarias del día a día, no se hacían, esperando la “gran obra” que alguien se encargó de propalar, a todos los aires.

Esa gran obra, si llega, ya veremos lo que es, pero si en una casa, y un hotel es la casa de muchos, las cosas viejas no se reparan, al final, no tienes ni eso viejo, al final no tienes nada.

Y aquí, además de en otras cosas es donde el actual director ha entrado de lleno, en procurar que esos desperfectos, que parecen mínimos, dejen de ser tales desperfectos y se arreglen.

Por aquí empezó el lavado de cara y, a continuación, ha seguido por los distintos pisos, sin una gran obra, pero dando una nueva imagen, que terminará con la renovación, está en ello, de los ascensores. Esto posiblemente ya estuviera programado desde antes de llegar él, pero es ahora cuando se están renovando.

¿Qué más se puede hacer? Se podrán hacer muchas cosas, pero ya se han hecho otras que estaban ahí, sin más.

Y como una casa como esta no puede funcionar, si por detrás del que dirige los demás no colaboran, aquí también está más que claro que el servicio es competente, es y era, porque siendo los mismos ahora funcionan muy bien, con gran interés e ilusión, con lo que todos salimos ganando.

Un centro que es y debe ser el estandarte para la atracción del turismo a Ceuta, no podía estar perdiendo categoría, cada semana, por lo que en estos 100 días todos los que componen el equipo de trabajo han hecho lo posible y lo imposible para que las señas de identidad de la red de Paradores estén identificadas con lo que es la calidad. Pedro Fernández ha tenido buena culpa de que esto funcione ahora.
 

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