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La Ciudad Autónoma de Ceuta, como
el resto de Administraciones locales de toda España, ha
visto durante los últimos años como crecía la exigencia
ciudadana, que no distingue de repartos de competencias ni
de ámbitos de gestión institucional, de mayor seguridad. Los
ceutíes, como el resto de los españoles, aspiran a vivir en
una ciudad próspera, solidaria y segura en al que ante
cualquier suceso, problema o preocupación encuentre una
puerta donde se le dé una respuesta inmediata y eficaz. En
muchas de esas situaciones el timbre de la Policía es el más
solicitado, y más concretamente el de la Policía Local. El
juicio que ha acogido la Sección VI de la Audiencia
Provincial de Cádiz con sede en Ceuta durante las dos
últimas semanas contra el ex delegado del Gobierno en Ceuta
Luis Vicente Moro y el ex consejero de Gobernación Antonio
Francia ha servido para poner de manifiesto la
transformación que, siempre con el superintendente Ángel
Gómez al frente, ha vivido este Cuerpo de Seguridad durante
los últimos años. Aún resuenan en la Sala de Vistas las
voces de policías que recordaban cómo, hace apenas ocho
años, desarrollaban su trabajo con una furgoneta que lo
mismo servía para un roto que para un descosido y cuatro
zetas. Menos de una década después, el máximo responsable de
la Policía ofreció ayer un balance brillante de las
actividades del Cuerpo durante el último año. Brillante no
sólo por las cifras que arroja (aunque no lo parezca, en
nuestros escasos 20 kilómetros de superficie se registraron
en 2007 un total de 840 accidentes de Tráfico, por citar
sólo una referencia), sino sobre todo porque el abanico de
actuaciones realizadas es muy amplio. La población no quiere
sólo que se resuelvan los asesinados o las grandes tramas de
corrupción y narcotráfico y que sus responsables paguen sus
penas, sino también que se les ayude en sus problemas
cotidianos y que los servidores públicos contribuyan a hacer
más fácil su día a día. Y esa exigencia pesa, por encima de
cualquier otra, sobre la Policía Local, que debe seguir
mejorando para dar cumplida respuesta.
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OPINIÓN / EDITORIAL
