PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 17 DE FEBRERO DE 2008

 

OPINIÓN / EL OASIS

Hechos lamentables
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Jamás se debe discutir con un superior, pues se corre el riesgo de tener razón (la cita no es mía). Y, si ello sucede, al superior le puede dar un ataque de histeria y amenazar al empleado con despedirle. Más o menos es lo que nos hemos enterado esta semana que le puede ocurrir a un empleado de la Radio Televisión Ceuta.

La noticia nos pone al tanto de cómo un empleado que fue sancionado por el director gerente del medio decidió acudir a los tribunales por no estar de acuerdo con el castigo. Pues bien, según la Unión General de Trabajadores, el que manda no ha tenido el menor empacho en amenazar al trabajador: “Si ganas el juicio, te despido”.

Lo que no nos ha explicado el portavoz del sindicato es si la amenaza ha sido acompañada por una muletilla que reza así: “Y para celebrar tu despido me comeré un pollo”. Es la frase típica de alguien, más que conocido, cuyaer ser el más listo de la clase. Aunque en el empeño se vea obligado a transgredir todas las normas habidas y por haber.

Mandar es una tarea que está al alcance de cualquier mindundi. Pero saber mandar es otra cosa bien distinta. Pues quien manda ha de reunir ciertos valores para que la gente confíe en él. Dicen que el liderazgo se mantiene con ejemplaridad. Y en el caso que nos ocupa, desgraciadamente, no se cumple el dicho.

Hay personas que han tenido que luchar contra viento y marea para situarse en la vida. Y conviene reconocerles los méritos que hicieron para aprender sobre algo que les ha permitido lograr dinero y posición. Mas esa lucha frenética para vencer las circunstancias negativas, dejando a veces a muchos otros en la estacada, no les da derecho a convertirse en individuos carentes de escrúpulos cuando se trata de respetar los intereses laborales de los demás.

Al director gerente de la Radio Televisión Ceuta no se le puede negar que conoce todos los entresijos del medio. Pero no le valen de nada cuando, a estas alturas, todavía no se ha dado cuenta de que sus comportamientos no pueden ser los de antaño. Los de aquellos tiempos en los cuales peleaba por salir de la sima empresarial en la cual andaba metido. Y se le perdonaba que empleara todas sus tretas para abrirse paso como propietario de una televisión. Uno podría contar anécdotas que dejarían turulatos y patidifusos a muchos ciudadanos. Pero entiende que esas historias se dieron en un tiempo ya pasado y en un contorno muy distinto.

Lo que no entiendo es por qué Manolo González Bolorino ha sido incapaz de evolucionar en su trato con los empleados. Máxime cuando su situación, desde hace años, es magnifica para dirigir la RTCE con mano firme pero con esa magnanimidad que reluce en el hombre cuando ya no tiene que defender su parcela como fiera corrupia. Y caigo en la cuenta de que el director general, de un medio público tan potente, sigue entendiendo el mandar como una acción donde los buenos resultados se consiguen dividiendo a la plantilla. Enfrentándolos. Persiguiéndolos. Con el fin de mostrar él su poder omnímodo. MGB, al margen de los intereses económicos, está necesitado de respeto. Y lo busca equivocadamente. También se equivoca el Gobierno por no tomar las decisiones correspondientes a hechos tan lamentables.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto