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ACTUALIDAD - MIÉRCOLES, 20 DE FEBRERO DE 2008


diego lópez garrido. cedida.

ENTREVISTA / PORTAVOZ DEL psoe EN EL CONGRESO
 

Diego López Garrido: «La política
del PP es la que menos interesa
a Ceuta»

El portavoz del PSOE en el Congreso se muestra confiado en que tras “escucharles” los ceutíes respaldarán las listas socialistas y aboga por “una nueva etapa política” para el partido en la ciudad

CEUTA
Gonzalo Testa

local
@elpueblodeceuta.com

Veterano bien disimulado, Diego López Garrido (Madrid, 1947) vuelve hoy a Ceuta, por donde ya pasó en la campaña para las generales de 2004 que, contra todo pronóstico, ganó Zapatero. De aquella visita guardan compañeros de partido y adversarios políticos la imagen de una persona afable y de un político cabal y directo. Hoy participará junto a los candidatos socialistas al Congreso y al Senado por Ceuta en un acto político en el Hotel Tryp que arrancará a las 20.30 horas y que él se encargará de cerrar. En esta entrevista repasa lo que ha sido la última legislatura y analiza los tópicos con los que carga su partido en la ciudad autónoma: desde el Perejil y su presunta (desmentida) debilidad ante Marruecos hasta sus recientes fiascos electorales.

Pregunta.- ¿A qué atribuye, desde la distancia, los malos resultados electorales del PSOE en Ceuta en las últimas citas electorales?

Respuesta.- El Partido Socialista no ha obtenido los resultados esperados en Ceuta quizá porque no hemos estado suficientemente atentos a las demandas de los ciudadanos. En democracia quien manda es el que tiene la soberanía, que es el ciudadano. Como sabe, el PSOE ha iniciado desde hace 4 meses una nueva etapa, y por esa razón es por lo que tenemos a una nueva cara en la candidatura al Congreso que es José Carracao. Una persona joven. Secretario General de la Juventudes socialistas. El Partido Socialista se ha venido reuniendo en estos meses con todas las organizaciones representativas de la sociedad civil en Ceuta. Hemos querido empezar por ahí. Por escuchar a la gente, y para actuar conforme a los deseos de la gente. Por eso es por lo que estamos convencidos que las propuestas que defendemos para Ceuta y que encarnan el candidato al Congreso y al Senado, son los que corresponden a los intereses de los y las ceutíes. Estamos seguros que el día 9 de marzo el pueblo de Ceuta va a ser sensible a esta nueva situación en el partido socialista y nos va a dar un respaldo muy significativo.

P: Hay quien atribuye buena parte del extraordinario tirón electoral actual del PP al Perejil. Haciendo ‘política-ficción’, ¿usted cree que el PSOE hubiera respondido como lo hizo el PP en esa crisis?.


R: Apoyamos plenamente al PP en el suceso de Perejil. No tuvimos ningún tipo de reserva respecto de la política que siguió y de las acciones que adoptó el Gobierno de la derecha en relación con Perejil. Era consecuencia de nuestra firme convicción de que las políticas de Estado deben ser consensuadas entre los grandes partidos y el partido de la oposición debe respetar la potestad de dirección de esas políticas del Gobierno y apoyarlo. Qué diferente actitud a la que ha tenido el PP durante esta legislatura. No sólo en política exterior, en política de defensa, sino también en un tema tan importante como es el del terrorismo. En todos estos casos el Partido Popular ha estado confrontando sistemáticamente con el Gobierno Socialista. Nunca lo ha apoyado y ha intentado torpedear y obstruir las políticas de interés general desarrolladas por el Gobierno. El suceso de Perejil, así como el pacto antiterrorista, son la mejor muestra de lo distinto que es hacer una oposición útil como la que hizo el Partido Socialista en las legislaturas del PP, o una oposición inútil y contraria a los intereses ciudadanos, que es la que el PP ha desarrollado en esta legislatura. El PP ha querido siempre aparecer como el que es capaz de desarrollar una política “fuerte” frente a Marruecos. Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que el PP tuvo unas muy malas relaciones con Marruecos y por tanto no contribuyó en absoluto a la estabilidad y al desarrollo en todos los aspectos de Ceuta.

P: Pero se tiende a pensar que el PSOE es más ‘débil’ ante Marruecos

R: El PP presumió de firmeza frente a las reivindicaciones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla, históricamente ya muy conocidas, pero ni el Presidente del Gobierno Aznar ni el Jefe del Estado, a iniciativa naturalmente del Gobierno de entonces, visitaron Ceuta. Eso es algo que, sin embargo, se ha producido en esta legislatura. El Jefe del Estado y el Presidente del Gobierno han visitado Ceuta por vez primera en la historia de la democracia española. Asimismo el Gobierno ha intentado tener las mejores relaciones con Marruecos. La españolidad de Ceuta y Melilla no están en cuestión. Para nosotros, lo que vale es lo que se hace mucho más que lo que se dice. El Gobierno hizo lo que tenía que hacer y afrontó la reacción de Marruecos. El embajador de Marruecos ha vuelto a Madrid y Ceuta y Melilla siguen teniendo el apoyo más firme por parte del Gobierno español y la defensa de su españolidad sin ningún género de dudas. A pesar de la reacción de Marruecos, el Gobierno de España haría de nuevo lo que hizo.

P: El PSOE fue el partido que reconoció que los musulmanes ceutíes y melillenses eran españoles, pero ahora un sector social les ‘pro musulmanes’ y esta comunidad recela de que no han respondido plenamente a sus expectativas.

R: Nosotros creemos en la pluralidad de España y de Ceuta. Creemos en que pueden y deben convivir en un mismo territorio, en toda España y en Ceuta, personas de diferentes culturas, tradiciones, religiones y lenguas. Asimismo defendemos, como dice nuestra Constitución, que el Estado no se identifica con ninguna confesión religiosa. Todos estos valores deben ser fomentados y transmitidos a través del sistema educativo a los niños y jóvenes españoles y a quienes, no siendo españoles, viven con nosotros. De ahí la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Lo cierto es que nuestro sistema educativo, nuestro sistema constitucional, nuestro sistema de Estado de bienestar, nuestros derechos y libertades, son igual de aplicables en España que en Ceuta. Muy diferente es la posición del Partido Popular, que, por ejemplo, en relación con el velo, propone una diferente regulación para la península que para Ceuta y Melilla. El PP tiene una diferente concepción de las reglas aplicables a españoles o a extranjeros. Esta política es la que menos interesa a una ciudad española como Ceuta.

P: O sea que...

R: En definitiva, para el PSOE, las leyes españolas deben ser aplicadas en todo el territorio nacional de igual manera. Por tanto, también en Ceuta y Melilla.Los derechos y libertades deben ser respetados en todo el territorio nacional y deben ser disfrutados por todos los ciudadanos que vivan en nuestro país.

La Alianza y Máximo Cajal

P: La idea de la ‘Alianza de Civilizaciones’ también ha sido muy criticada, especialmente la posibilidad de que Máximo Cajal la lidere

R: La política de Alianza de Civilizaciones es, sin duda, una respuesta adecuada a un mundo progresivamente más mestizo, más complejo, más plural. Ceuta es un ejemplo de ese nuevo mundo del siglo XXI. La Alianza de Civilizaciones es también una política preventiva para evitar que se creen condiciones favorables al fanatismo y a la pobreza, que en algunos casos son adoptados como pretextos para acciones terroristas. Desgraciadamente, el PP no lo ha entendido ni lo entenderá nunca. Ha intentado ridiculizar una política asumida por Naciones Unidas. Hasta cierto punto tiene su lógica, ya que el PP ha despreciado a Naciones Unidas, como se vio en la Guerra de Irak. Nosotros no despreciamos a Naciones Unidas y creemos que la Alianza es una de las medidas más importantes adoptadas por esa gran organización. En cuanto a Máximo Cajal, se trata de un gran diplomático que ha hecho grandes servicios al Estado español. Una persona progresista e identificada por los valores humanos y que ha aportado mucho de su sabiduría y su experiencia a la construcción de la agenda de la Alianza de Civilizaciones.

P: Explique en qué consiste la tan criticada política migratoria del PSOE

R: El PP ha mostrado su máximo desprecio a la inmigración en esta Campaña electoral. Ha tenido palabras de exclusión y ha fomentado la ausencia de derechos para los inmigrantes a través de leyes como la de extranjería del año 2000, que acaba de ser declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional. Nosotros estamos muy orgullosos de nuestra política migratoria. Ha permitido que 700 mil trabajadores que estaban en situación de ilegalidad cuando llegamos al Gobierno ahora estén trabajando legalmente, cotizando y pagando sus impuestos, a la Seguridad Social y a la Hacienda pública, respectivamente. Creemos que los inmigrantes tienen los derechos humanos que tienen nuestros compatriotas españoles. Estamos orgullosos que una mujer ecuatoriana pueda hacerse una mamografía en la Seguridad Social española.

P: ¿Esa es la diferencia, a su juicio, entre los dos grandes partidos españoles?

R: En el fondo de todo ello está una distinta concepción de nuestro país. El Partido Popular ha venido intentado durante toda la legislatura la confrontación y el enfrentamiento entre españoles, por su origen geográfico, entre españoles e inmigrantes, entre inmigrantes mismos, entre homosexuales y heterosexuales, entre los que son católicos y los que son de otras religiones, entre hombre y mujer, etc… El PP quiere hacernos creer que España está compuesta por diversos grupos o tribus enfrentados entre sí. Nosotros creemos que España es una comunidad. Una comunidad diversa, muy plural, pero una sola comunidad. Y creemos que la idea de cohesión y de unidad de nuestro país es lo que ha permitido que estos 4 años hayan sido tan favorables para el crecimiento económico, la creación de empleo y la expansión de derechos sociales para todos los españoles. También para los inmigrantes. El 9 de marzo van a presentarse ante los españoles esencialmente dos conceptos de país. Uno de ellos, el del PP, que propugna la división, la separación, la confrontación, la crispación. Y otro, el del Partido Socialista, que ha trabajado y trabajará por la pacífica convivencia, la tolerancia, la libertad, el disfrute de derechos. La expansión de los derechos es la mejor forma de contribuir a un país unido y próspero, un país solidario y que quiere situarse a la cabeza de los países desarrollados, no sólo en crecimiento y creación de empleo, que ya lo ha hecho, sino también en ayuda al desarrollo, llegando en la siguiente legislatura a la simbólica cifra del 0,7 % de PIB.

P: ¿Comparte con el delegado del Gobierno en Ceuta su impresión de que el PP ha pretendido ‘monopolizar’ la idea de seguridad pública? ¿Cómo concibe el PSOE las medidas imprescindibles para asegurar la seguridad ciudadana?

R: La seguridad ha sido una de las ideas vertebradoras de la labor del Gobierno Socialista en esta legislatura y lo será en la siguiente si los ciudadanos respaldan de nuevo al Gobierno de Zapatero. España ha conseguido avances importantísimos en este campo, evitando muchas muertes en el ámbito del tráfico automovilístico, en el ámbito de seguridad en el trabajo y también en el ámbito de la lucha contra el terrorismo y contra la delincuencia organizada. Nosotros estábamos muy preocupados por la cuestión de la seguridad porque veníamos de una legislatura en donde hubo 240 muertos por atentados terroristas. Aznar reconoció que había bajado la guardia. A pesar de haberlo reconocido, lo cierto es que disminuyeron los efectivos de policía y guardia civil en varios miles. La legislatura socialista ha recuperado los efectivos de cuerpos y fuerzas de seguridad en cerca de 20.000 más de los que se encontró cuando llegó al Gobierno y proponemos una subida de 15.000 más de policías y guardias civiles para la siguiente legislatura. Esa es la gran diferencia con el Partido Popular que cuando gobierno acuñó la triste frase de: “el que quiera seguridad que se la page”.

P: En Ceuta y Melilla el PSOE es ‘barrido’ electoralmente por el PP y superado por opciones políticas localistas y de izquierdas de electorado eminentemente musulmán. Hay quienes lo atribuyen a que el PSOE, en su búsqueda del centro, tal vez un tanto escorado a la derecha en ambas ciudades, se está olvidando de su electorado natural: los menos favorecidos. ¿Comparte ese análisis?

R: El PSOE es un partido progresista, ubicado en la izquierda, y que representa mejor que ningún otro partido la posición ideológica y social del conjunto de los españoles y las españolas. España sigue siendo un país en donde los trabajadores son su columna vertebral, pero en donde se ha producido un ensanchamiento de las llamadas clases medias, producto del crecimiento económico y de la prosperidad y modernización de nuestro país. También producto de la consolidación de aspectos esenciales de un Estado de bienestar, como consecuencia de los gobiernos que, desde la izquierda, dirigieron Felipe González y, en esta última legislatura, José Luís Rodríguez Zapatero. El Partido Socialista demostró el 14 de marzo de 2004 que representaba a la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país. Aspiramos a seguir haciéndolo a partir del 9 de marzo. Desde posiciones de una izquierda moderna, europeísta, y que cree que la ampliación de los derechos sociales, la protección a los ciudadanos durante toda su vida y las condiciones educativas para su desarrollo personal y profesional son los grandes objetivos para la España del siglo XXI.

El fin de los prejuicios

P: Más a nivel local, en Ceuta y Melilla, ¿considera que el PSOE, con todo lo atrayente que resulta el proyecto Zapatero según declaran sus portavoces, sigue presa de ciertos prejuicios sobre el ‘moro’ de nuestra peor historia?

R: La legislatura de Zapatero es la de la desaparición de los prejuicios contra ‘el diferente’. Ha habido una entrada muy importante de inmigrantes, procedentes de diversos países, tradiciones y religiones. Han contribuido enormemente a nuestro crecimiento. La economía española no podría subsistir sin la aportación de los inmigrantes, que se han integrado y adaptado perfectamente a nuestra sociedad. Es una evolución que si para algún sitio es positiva es precisamente para un lugar como Ceuta. Pero podríamos dar pasos hacia atrás si ganase el 9 de marzo el Partido Popular, porque su actuación durante estos años ha sido del fomentó del prejuicio hacia el inmigrante, cuando no el desprecio, así como su opción por una sociedad uniforme, un pensamiento único, unas creencias únicas, lo que contrasta con la realidad multicultural y multirreligiosa de nuestro país. El Partido Socialista propone continuar en una senda de tolerancia, de enriquecimiento mutuo entre personas diversas que, sin embargo, quieren vivir juntas en el seno de un gran país europeo como es España.

P: En Melilla han alcanzando un acuerdo con CpM de Mustafa Aberchan que en Ceuta no ha sido, al menos de momento, posible con UDCE. ¿Por qué?

R: El Partido Socialista ha puesto todas sus esperanzas en una renovación del propio partido y la construcción de una nueva etapa política para los socialistas de Ceuta. Esa es nuestra preocupación inmediata y por ello es por lo que aparecemos ante los ciudadanos y ciudadanas de Ceuta como una opción política muy clara que aspira a tener el máximo apoyo. El nuestro es un proyecto autónomo y es un proyecto ganador en el conjunto de España. También queremos que lo sea en la ciudad autónoma de Ceuta.

P: Si algo repite en cada discurso del presidente de Ceuta es la necesidad de que el Estado sea solidario con Ceuta. Al PSOE se le ha acusado de intentar ‘destrozar’ España y de no tener una idea de nación. ¿Cómo se defiende?

R: El Estado de las autonomías ha sido un Estado de solidaridad. No hay más que ver la evolución de la renta per cápita en las Comunidades Autónomas y en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla para comprobar cómo ha habido una convergencia real de rentas en nuestro país. El Gobierno español concibe así la unidad y la cohesión, como algo que permite un desarrollo de infraestructuras y una solidaridad en las inversiones entre todos los territorios de España. El Partido Popular se ha pasado toda la legislatura diciendo que se iba a romper España. Una visión de España uniforme y unilateral es lo que, a lo largo de nuestra historia, ha hecho correr riesgo de división y fragmentación, España debe ser concebida como un país plural. Sólo la pluralidad unifica España. Esta Legislatura lo pone de manifiesto. España no se ha roto. España se ha fortalecido como país europeo y europeísta. Nuestra economía y nuestra estructura laboral y social es más firme que nunca en nuestra historia. Nunca hubo tantas inversiones en infraestructuras, tantos fondos públicos destinados a educación y a servicios públicos, tantos ocupados, especialmente mujeres, tanta solidaridad entre personas y territorios, como en la España del 2008, la que se dispone a votar para que estos avances positivos vayan en la misma dirección a partir del 9 de marzo.
 

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