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Las peticiones de los funcionarios
de la Administración de Justicia de nuestro país seguían
anoche, a la hora del cierre de nuestra edición, en disputa
con su patronal pública.
La inflexibilidad de los responsables a la hora de, recibir
si quiera, hasta ayer, a los representantes laborales, ha
provocado que no pocos juzgados -no sólo de Ceuta- sino de
toda España se hayan visto afectados en la ya tortuosa -en
el caso de nuestra ciudad- situación en la que se
encuentran.
Retrasos, paralizaciones, suspensiones... palabras que han
venido unidas inexorablemente al panorama judicial de
nuestro país desde que los funcionarios dijeron un ‘basta
ya’ sonoro -por las pitadas- que no habían tenido respuesta
hasta ahora. Precisamente ahora, en plena campaña electoral,
después de que los trabajadores hayan ‘reventado’ de algún
modo diferentes mítines socialistas a lo largo y ancho de la
ggeografía de nuestro país.
No sólo el visitante López Garrido se llevó su ‘pitada’ el
otro día en Ceuta. También se la llevó el propio Zapatero en
unos de sus actos de campaña. Circunstancia que ha debido
haceer reaccionar a la hasta ahora pétrea postura del
Ministerio de Justicia.
Al menos se atisba una luz por la que se vislumbra un
acuerdo. Aún al cierre de la edición no podemos confirmarlo.
Cerca de las 23’00 horas aún se dilucidaba una diferencia de
200 euros entre unas propuestas y otras sobre las
percepciones de los funcionarios.
Claro que si en esta, parece ser, larga madrugada no se haya
una solución, un principio de acuerdo o una aproximación
entre las partes, hoy podríamos contar que los funcionarios
de Justicia, empezando por los de nuestra ciudad autónoma,
toman la decisión drástica de encerrarse en el deteriorado
Palacio de Justicia. Una fase más de la muy complicada
partida que les ha tocado en suerte a estos funcionarios
estatales.
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OPINIÓN / EDITORIAL
