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                     Dos noticias, dos, que me han 
					hecho sentir vergüenza ajena. La primera de ella en Galicia 
					donde un grupo de universitarios, eso dicen ellos que son, 
					intentó no sólo reventar una conferencia que iba dar María 
					San Gil, sino que profirieron insultos y además, por si 
					fuera poco, pidieron que le dieran un tiro o que la matara 
					la ETA. ¡Que vergüenza!. ¿Y esa chusma dice ser 
					universitaria?. Lo siento, me cuesta un enorme trabajo 
					pensar, por un sólo momento, que esas chusma sea 
					universitaria. Además, mirando al que decía o parecía ser el 
					portavoz y el pelaje que llevaba, más difícil me resultaba 
					que aquella panda de…, pónganle ustedes el adjetivo 
					calificativo que deseen, perteneciese a una universidad. 
					 
					Pues por mucho trabajo que me cueste creer que son 
					universitarios, lo eran según he podido saber después, 
					cuando algunos de ellos han sido detenidos. Y ahora, al 
					saber que son universitarios, me pongo a temblar, con sólo 
					pensar lo que sería España en manos de estos individuos.  
					 
					Oiga, amigo guardia, que es para pensárselo par de veces si 
					un día, estos radicales auténticos parásitos de la sociedad, 
					llegasen al poder, aunque fuese en su Comunidad Autónoma. 
					Todos aquellos que no tuviesen su mismo pensamiento, como 
					mal menor seríamos expulsados de su Comunidad y, no quiero 
					pensar lo que sería como mal mayor. Nada más de pensarlo un 
					frío helado recorre todo mí cuerpo. 
					 
					La segunda, no menos importante que la primera, el episodio 
					se repetía en Barcelona con otra candidata del PP, Dolores 
					Nadal. No escribo en catalán ni nombres ni apellidos porque 
					no entiendo el idioma del Carod y cuatro más. Es curioso 
					que, cada entrevista que se realiza en cualquier puntote 
					Cataluña, todos contesten en el más perfecto castellano. 
					Sólo aquellos que se creen más catalanes que los propios 
					catalanes hablan en catalán porque, de hablarlo y sentirse 
					más catalán que los propios catalanes, depende de que sigan 
					viviendo del cuento sin dar un palo a agua. ¡Ay charnegos, 
					charnegos, que ridículo estáis haciendo!.  
					 
					Lo más curioso, de ambos casos, es que se producen en la 
					Universidad que debería ser, el templo sagrado, de la 
					libertad de expresión y, además, sobre dos mujeres lo que 
					viene a demostrar, sin duda alguna, lo machote que son estos 
					individuos, personajillos de medio pelo que en pleno siglo 
					XXI, no respetan los derechos de los representantes de los 
					ciudadanos. ¡Que gran educación la de estos grupos de 
					universitarios?,que con su injusto proceder dejan en mal 
					lugar a sus propios compañeros, que no interviene en estos 
					actos más propios del tercer mundo que el de un país 
					civilizado. Estos personajillos, aún no se han quitado los 
					“tapa- rabos”. 
					 
					Pero lo peor de todo es que, el ambiente nacionalista que se 
					vive en lagunas comunidades no faltan quines se hacen 
					cómplices de estos matones de pacotilla, llegando a 
					minimizar el problema e incluso, en ocasiones, alegando 
					provocaciones por parte de los agredidos. O sea tal para 
					cual puesto que, entre unos y otros, no hay ninguna 
					diferencia. 
					 
					Esto radicales nacionalistas, independentistas de pacotilla, 
					no le explican al pueblo, el hambre y la miseria si se 
					separan de España. 
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