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                     Es lo que me parece a mí que es un 
					hecho como el que el pasado miércoles se dio en el acto 
					electoral del PSOE. 
					 
					Y no es que estemos en contra de las reivindicaciones, 
					seguro que justas, por parte de los trabajadores de 
					Justicia, pero de lo que sí estamos en contra es de que se 
					aproveche un acto, que nada tiene que ver con sus problemas, 
					para dejarse ver y oír de la forma que estos se dejaron. 
					 
					Ya está poniéndose con demasiada frecuencia de moda, eso de 
					ir a reventar el acto que a un determinado grupo no le 
					guste, o que pueda resultar importante, por la publicidad 
					que se le dé. 
					 
					Hemos criticado, no faltaría más, los problemas que en la 
					Universidad de Santiago de Compostela tuvo María San Gil y 
					vamos a seguir criticando todo aquello que rompa las normas 
					de la corrección y del respeto a los demás. 
					 
					Ahora que estamos en plena campaña electoral, recién 
					comenzada, sería totalmente nefasto que se pusieran de moda 
					las algaradas en cualquiera de los actos políticos que haya, 
					aquí o en otra parte y sean del partido que sean. 
					 
					Mala cosa es buscar – el fin justifica los medios- unas 
					reivindicaciones, dando de lado a lo que están tratando de 
					defender, justamente, los otros. 
					 
					Ahora bien, lo que me extraña es que en un acto como este no 
					se tenga previsto cualquier tipo de incidentes y más cuando 
					a dicho acto venía uno de los pesos pesados del propio PSOE. 
					Sencillamente no lo entiendo, porque tal y como están las 
					cosas desde hace días con el personal de Justicia podría 
					percibirse, al menos, que algo iban a hacer en cualquier 
					instante. 
					 
					Esto, repito, no me gusta y casi me gusta menos que un 
					hombre templado, con muchas tablas y con un talante muy 
					controlado siempre, como es De la Encina, pudiera decir: “Si 
					esto hubiera pasado con el PP, hubieran mandado las fuerzas 
					de seguridad”. Parece olvidar, no lo creo, el señor De la 
					Encina, que el ministerio de Interior y todos los demás 
					ministerios, están dirigidos, todavía, por el PSOE. No lo 
					puedo entender. 
					 
					Mal primer paso en el PSOE, antes de comenzar la campaña 
					electoral, y demasiados nervios cuando las cosas se les 
					habían ido de las manos. 
					 
					Si ahora no se templan los ánimos, si ahora no se abordan 
					las realidades como son y se valora lo que está pasando, a 
					lo largo de las dos semanas, hasta el día 9, la calle puede 
					ser dominada por los que más fuerza bruta tengan y eso no 
					está dentro de la democracia. 
					 
					No sé, en estos momentos, cuantos líderes políticos de uno u 
					otro partido van a visitar Ceuta, pero lo que sí sé es que 
					si Ceuta comienza a aparecer en la publicidad política con 
					la fama de reventar reuniones o presentaciones, nos podemos 
					encontrar con que, al estar muy a favor de uno de los 
					partidos las encuestas, no aparezcan muchos más por aquí, 
					para así evitar gastos, para evitar algaradas y para no 
					verse en el bochorno en el que se vio López Garrido y toda 
					la representación del PSOE. 
					 
					Los funcionarios de Justicia pueden pensar que ganaron este 
					envite, lo malo del caso es que lo único que lograron fue 
					boicotear una reunión, pero lo que falta por ver es si con 
					eso han logrado sus objetivos o si se van a quedar tal como 
					estaban, con lo que nada más que alborotar habrían logrado. 
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