| 
                     
					 
					Tiene serias dificultades en toda España el Partido Popular 
					para hacer sociedad con partidos nacionalistas o 
					regionalistas, cosa que sin embargo le cuesta bastante menos 
					al PSOE. 
					 
					Hasta hace pocas fechas, estuvo en el aire un acuerdo PP-UDCE, 
					que hubiese roto esa dinámica de soledad a la que el PP se 
					ve avocado en todo el país, pero bien es sabido por todos 
					que el posible pacto fue dinamitado por ambos lados, a pesar 
					de que el Presidente Vivas, quizás el popular con más olfato 
					político de Ceuta, veía con buenos ojos el acercamiento y la 
					colaboración con Alí.  
					 
					Pero en todas partes hay gente de mirada corta, intereses 
					personales en juego, intransigentes de encefalograma plano y 
					personajillos que se creen alguien, pero que viven al pairo 
					de quien obtiene los votos y, finalmente, la cosa ni cuajó. 
					 
					Ahora, en plena campaña electoral, Alí da un giro 
					espectacular y se coloca o se insinúa como socio 
					privilegiado del PSOE en Ceuta, tan necesitado este de 
					estima y aquél de referente político, puesto que Ceuta no da 
					para mantener un PNV o una CIU e incluso el BNG de Galicia. 
					 
					Además, con un PSOE que está de saldo o como dice Carracao, 
					disuelto pero fuerte (cosa curiosa), participar en su 
					reconstrucción y fortalecimiento en Ceuta será siempre bien 
					visto por la dirección nacional de los socialistas, que 
					siempre han visto en Alí un político con proyección a medio 
					plazo. 
					 
					Lo cierto es que Alí da el pego. Es joven, culto y formado, 
					de apariencia moderada y con un perfil social que no 
					desagrada a nadie, ni siquiera al PP, que por mucho que 
					ahora le pueda poner de vuelta y media, le tiró los tejos 
					hace bien poco y ahora, cual doncella despechada, no debería 
					cargar las tintas en exceso contra él, no vaya a ser que le 
					vayan a hacer famoso y eso en política sólo beneficia al 
					aludido, nunca a quien alude. 
					 
					La decisión de la UDCE, si ciertamente moviliza a sus bases 
					en esta campaña electoral, puede maquillar el resultado 
					electoral para un PSOE que, por si mismo y sólo con su 
					propio tirón, iba a pegarse un nuevo batacazo electoral como 
					el que le costó el cargo a Mª Antonia Palomo.  
					 
					Si la influencia electoral de Alí acaba entrando en las 
					urnas del PSOE, la victoria popular, siendo grande, no será 
					tan rotunda como la de hace unos meses y Paco Antonio y 
					c.i.a., pero sobre todo él, no podrá presumir de tener el 
					tirón de Vivas, quien (la suerte le acompaña) seguirá siendo 
					el campeón. 
					 
					En cualquier caso, la operación de acercamiento entre Alí y 
					los socialistas persigue un escenario de más alcance que el 
					que plantean estas elecciones generales y que pasa por 
					conformar de verdad una alternativa a la hegemonía de Vivas. 
					 
					Los populares saben a partir de este momento, que el 
					Gobierno de Ceuta en sus manos pasa ineludiblemente por 
					seguir manteniendo mayorías absolutas en el futuro, porque 
					de no ser así serán desalojados por la coalición que se 
					vislumbra y ese objetivo, nada fácil de mantener, será aún 
					más difícil si las sombras no se disipan y si Rajoy no llega 
					a la Moncloa, elemento este último del análisis nada 
					desdeñable, porque de seguir Z.P., la montaña se puede hacer 
					muy alta para algunos escaladores. 
					 
					Tras el nuevo escenario fijado por Alí, la campaña electoral 
					va a darnos con toda seguridad todo tipo de declaraciones 
					variopintas de los afectados, de cuyo contenido se podrá 
					entresacar el estado de ánimo de unos y de otros. 
					 
					Va a ser interesante oír a partir de ahora algunas cosas. 
   |