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OPINIÓN - VIERNES, 29 DE FEBRERO DE 2008

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Ecologismo ceutí
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Acabo de crear una nueva tertulia en uno de los bares de la ciudad, aunque los asistentes no tienen ninguna comparación con los que habitualmente nos reuníamos en Barcelona, todos son dignos de atención.

Uno de los tertulianos sacó un tema interesante. Habló de la calidad ecológica de la ciudad y, según su punto de vista, la catalogaría como el farolillo rojo de las ciudades españolas en ese tema.

Hoy, por el miércoles, hice una ronda por la ciudad a bordo de mi moto Peugeot mientras esperaba la hora para recoger a mi chico de la escuela.

Me acerqué hasta un rincón de la carretera que lleva al cementerio y a la subida del Hacho, en un espacio donde existe un gran vado de parada de autobús, muy cerca de un chiringuito camuflado como restaurante.

El mar, en ese lugar donde existe una recoleta y poco conocida playita, presenta un aspecto desagradable como si se hubieran vertido las sentinas de numerosos barcos. No osé acercarme a la orilla por cuanto el supuesto olor que desprendería esas aguas me produciría urticaria de tan sensible como soy a los olores desagradables.

Bien pudiera ser una especie de remolino que hiciera subir la posible arena fina del fondo, por otro lado inexistente en ese lugar, pero por el aspecto difícilmente lo sería. Más bien supongo que son las aguas fecales vertidas directamente por cualquier causa o manera.

Luego de recoger a mi chico y dejarlo en casa, proseguí mi particular “tour” por la ciudad y sus aledaños… buenas piezas antiecológicas encuentro en todo el recorrido. Para empezar preguntaré directamente a nuestras autoridades, que son del PP como todos saben, si alguna vez se les ha ocurrido mirar un poco, sólo un poquito, por el medio ambiente que nos cubre.

Los escasos contenedores de basura que encuentro en escasas calles, muchas otras calles adolecen de los mismos, no están clasificados para recoger las distintas clases de desechos que se tiran diariamente.

La producción humana de desechos es increíblemente demoledora para el ecosistema ceutí y la despreocupación de nuestras autoridades por el tema queda patente en puntos concretos de los 19 km² del territorio.

No existen contenedores para las distintas clases de desperdicios que los humanos solemos arrojar fuera de nuestras casas. No existen contenedores para los desperdicios perecederos, no existen contenedores para los papeles ni cartones, no existen contenedores para los vidrios y derivados… en fín que no existen ninguna clase de contenedores específicos destinados a la clasificación de las basuras con el objetivo de contaminar menos el medio ambiente.

Ya sabemos, Rajoy “dixit” que los populares no creen en el cambio climático, no creen en los reciclajes, de tan conservadores como son. Pero nuestra ciudad dispone de grandes recursos económicos, aunque siempre estén llorando farisáicamente nuestras autoridades por la carencia de los mismos, como para destinar una pequeñísima parte del presupuesto a montar una seria cadena de limpieza por toda la ciudad, y al señalar toda la ciudad escribo que absolutamente toda la ciudad, no el centro ni los barrios de lujo.

Dispongo de numerosos proyectos sobre el soterramiento de contenedores que harían de nuestra ciudad un espejo de limpieza, de hecho la mayoría de las ciudades catalanas ya lo tienen instalados en sus calles. ¿Por qué no se hace, al menos, contenedores de superficie clasificados por clases de desperdicios?

Sería bueno que comenzara a promover la educación a la ciudadanía sobre la materia y enseñarle a algunos ciudadanos de determinados barrios o barriadas que es malo, malísimo tirar la basura en plena calle o en barrancos que dan al mar o a cualquier minúsculo vallecito.

También es menester que nuestras autoridades se preocupen más por esos amos de perros desalmados y puercos, los amos no los perros que los pobres no saben nada, que se permiten abandonar enormes mojones de caca en aceras y pasos obligados de los humanos. En Catalunya las multas llegan hasta 500 euros.
 

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