El tráfico de ferrys en el Estrecho de Gibraltar se retrasó
ayer una hora, desde la ocho hasta las nueve de la mañana,
debido a la tarea de búsqueda y rescate que la unidad de
Salvamento Marítimo en Algeciras llevó a cabo en los
dominios de la Autoridad Portuaria gaditana. Tres marroquíes
“de entre 20 y 25 años” saltaron desde el buque Al-Mansur,
propiedad de la compañía naviera pública de Marruecos, que
llegaba desde Tánger. Se rescató a dos en el momento y el
tercero fue interceptado sin precisar la hora exacta.
La prensa local no llegó a los quioscos ayer con la
puntualidad que le caracteriza -salvo en momentos de
temporal-, porque el tráfico de ferrys quedó suspendido
entre las ocho y las nueve de la mañana. La razón, el
rescate de dos de los tres inmigrantes de nacionalidad
marroquí que saltaron ayer al mar en las inmediaciones de la
Autoridad Portuaria de Algeciras, desde el barco Al-Mansur,
de transporte de pasajeros, en propiedad de la compañía
pública marroquí COMANAV. Así lo comunicaron fuentes
policiales para este periódico.
El rescate sucedió a las 7:45 horas en el amarre uno
(localización donde se efectúa el desembarco de personas que
llegan desde la ciudad de Tánger) y fue llevado a cabo por
la unidad de Salvamento Marítimo, logró sacar del agua a dos
de los tres marroquíes, pero uno de ellos consiguió “nadar
hasta tierra firme, escabullirse en las instalaciones
portuarias y, posteriormente, huyó”, afirmaron los oficiales
de frontera de Algeciras en base a la declaración de un
testigo visual de los hechos.
Los rescatados, identificados como ciudadanos del reino
alaui y que “tienen entre 20 y 25 años de edad”, fueron
puestos en manos de la Jefatura de Policía de Algeciras, que
se encargó de seguir adelante con el protocolo en estos
casos, es decir, los expulsó inmediatamente según dicta el
acuerdo de repatriación firmado entre los gobiernos de
España y de Marruecos. Del tercero, EL PUEBLO llegó a
conocer que fue atrapado en las instalaciones portuarias
después de la deportación de sus compatriotas, pero no se
precisó la hora exacta en que tuvo lugar la detención. El
tercer inmigrante, indocumentado, fue interceptado gracias a
la “estrecha colaboración entre Policía Nacional y Policía
Portuaria”, indicó un oficial del cuerpo estatal.
Así, los dos mayores de edad retomaron el viaje rumbo a
Tánger acompañados por guardias de escolta en el siguiente
ferry, dejando atrás el sueño de oro por el que miles de
inmigrantes ilegales cruzan cada año el Estrecho de
Gibraltar a través de los más dispares y variados métodos:
jugándose la vida en una patera abarrotada de compatriotas
hasta alcanzar la costa de Tarifa, Barbate, Motril o
Almería; pagando astronómicas cifras a las mafias del
Mediterráneo para llegar a España subidos a una Zodiac;
encaramados a los ejes de los camiones que realizan desde
Ceuta, Melilla y Tánger el paso del Estrecho en las bodegas
de los ferrys, método que, como ocurrió ayer en el barco de
la compañía estatal marroquí, finalizó con la huída a nado
en el puerto de la Bahía de Algeciras, y fue interceptado
más tarde.
Pasar al otro lado
Los intentos de llegar a la Península desde el puerto de la
ciudad de Ceuta experimentó el año pasado un ligero descenso
con respecto a los inmigrantes interceptados durante 2006 en
la Estación Marítima ceutí. Así lo comunicó el delegado del
Gobierno, Jenaro García-Arreciado, durante una rueda de
prensa ofrecida a los medios de comunicación el pasado 14 de
febrero. Según informó García-Arreciado, de los 1.680
inmigrantes detenidos en la ciudad, unos 1.210 fueron
interceptados en el puerto caballa, lo que supone un
descenso del 12 por ciento con respecto al año anterior. Por
otro lado, se prevé el aumento de detenciones a partir de
junio del presente año, momento en que se comenzará con el
refuerzo policial y de seguridad en la Autoridad Portuaria
de Ceuta con un grupo experto en terrorismo, que actuará “de
manera continuada, no sólo durante la OPE”, comentó el
delegado del Gobierno durante la reunión mantenido con los
delegados de las ciudades de Melilla y Algeciras junto con
el subsecretario del Ministerio del Interior, Justo Zambrana.
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Las mejoras en el SIVE desvían la ruta seguida por la
inmigración
El Sistema de Vigilancia Exterior
(SIVE), que difumina en Algeciras y Fuerteventura una serie
de radares para captar la presencia de embarcaciones de
pequeño y mediano tamaño a una distancia de 10 kilómetros,
consiguió que las mafias dedicadas al transporte de
inmigrantes en dirección a la Península dejaran de concebir
a Ceuta como la principal puerta trasera de entrada a
Europa. Este sistema “se ha complementado mucho desde los
últimos cuatro años”, según declaró el delegado de Gobierno
en la ciudad, entre Bahía de Algeciras y Punta Caraminal
(Cádiz), lo que provoca un desvío de las embarcaciones hacia
Andalucía Oriental, desembarcando Granada y Almería, y
zarpando desde el litoral marroquí.
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