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					La solidaridad y la cooperación no entiende de edades. Y eso 
					es precisamente algo que demostró la decisión de un grupo de 
					treinta ancianos del Centro de Día de Villajovita, que 
					decidieron recientemente convertirse en voluntarios de la 
					organización Cruz Roja.  
					 
					Por ello, ayer recibieron la Formación Básica Institucional, 
					que es “el pasaporte para pasar a formar parte de la casa”, 
					según el director del área de Comunicación de la oenegé, 
					Germinal Castillo, “puesto que les pone en contacto con los 
					principios y objetivos de Cruz Roja, además de conocer sus 
					derechos y obligaciones”. Por otro lado, los voluntarios 
					conocen sus actitudes, “por lo que sabrán a ciencia cierta 
					en qué programas de los gestionados por la entidade serán 
					más útiles”, aseveró Castillo.  
					 
					Tal vez esta treintena de personas, que se encuentra en la 
					tercera juventud, no se encuentra con ánimos para colaborar 
					en Salvamento Marítimo o en Transporte Sanitario, pero, dado 
					que son mayores de 65 años, cuentan con la particularidad de 
					que pueden revertir esa experiencia de personas mayores en 
					los jóvenes con los que van a trabajar”, añadió Germinal 
					Castillo, que sentenció: “Es un círculo que se cierra y 
					consideramos que la experiencia va a ser tremendamente 
					positiva”. 
					 
					La historia de cómo surge el voluntario en el Centro de Ocio 
					o del Mayor de Cruz Roja es algo paradigmático, puesto que 
					se trata de voluntarios que, además, sdon beneficiarios del 
					programa en el que van a trabajar, luego se encuentran en un 
					ecosistema que ya conocen de sobra. A sus 75 años, Consuelo 
					Ávila participa casi a diario en los quehaceres del Centro 
					del Mayor en Villajovita. Costura, manualidades y “lo que le 
					echen” forman parte de su día a día. Admite que “las 
					fuerzas” no le dan ya para mucho, pero, aún así, considera 
					que participa con Cruz Roja económicamente a título de socia 
					porque sabe que está “haciendo algo bueno por la gente”. 
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