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sucesos - JUEVES, 3 DE ABRIL DE 2008


momento del juicio. reduan.

tribunales
 

Los análisis no prueban que Ali disparara contra Munir Mohamed

Los informes realizados por la Policía Científica tras el homicidio confirman que en el suceso se usaron dos armas, aunque no logran ubicar al acusado en el lugar del crimen
 

CEUTA
Sheila Anaya

local
@elpueblodeceuta.com

La Sala VI de la Audiencia Provincial continuó ayer con el juicio de los hermanos Ali y Mohamed Ali Ahmed por el asesinato de Munir Mohamed Tahar. Sin embargo, después de escuchar todos los testimonios, la acusación particular decidió retirar los cargos contra Mohamed, alegando falta de pruebas concluyentes. Por otro lado, ayer pasaron por la sala los agentes y funcionarios que participaron en la detención y la posterior investigación de los hechos. Entre los testimonios, destaca el de los agentes encargados de realizar el análisis balístico, que concluyen que en asesinato del joven intervinieron dos armas diferentes.

El proceso penal que se celebra estos días en la Sala VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta acabó ayer con los testimonios de todos los testigos presentados tanto por la acusación particular como la defensa. Si el martes pasaron por la sala familiares del fallecido y vecinos de la barriada del Príncipe, ayer fue el turno de los agentes policiales y demás funcionarios públicos que de una u otra forma participaron en la investigación del asesinato de Munir Mohamed Tahar el 31 de marzo de 2005.

En primer lugar, testificó el instructor de la causa en la Jefatura Superior de Policía, que afirmó que “la tía del fallecido me dijo al llegar al hospital tras los hechos que a Munir lo había matado Ali por una pelea que habían tenido”. Así, el testigo relató como la Policía Nacional comenzó de forma inmediata la búsqueda del sospechoso, el cual “fue detenido en su casa sobre las diez de la noche”, una hora después del homicidio.

“Estaba recién duchado y la ropa de trabajo estaba recién lavada, aunque procedimos a su incautación”. Sin embargo, el agente no pudo confirmar que estas prendas fueran las que había usado el acusado durante el día, aunque sí resaltó que “desde el principio notamos que la gente tenía miedo de los hermanos porque se negaban a testificar”. Por último, el instructor del caso explicó que, en un primer momento, “se dijo que los acusados estaban acompañados de otra persona en el momento de los hechos aunque descartamos esa posibilidad”.

Unanimidad policial

Esta versión fue apoyada por cinco agentes más de la Policía Nacional que pasaron por la sala. Sin embargo, uno de ellos alegó que “detuvimos a Mohamed cumpliendo órdenes y los dos colaboraron con nosotros en todo momento”. Por estos hechos y después de tres días de testimonios, la acusación particular retiró ayer los cargos contra Mohamed Ali Ahmed “por no encontrar pruebas definitivas”.

A continuación, prestaron declaración frente al tribunal los miembros de la policía Judicial encargados de realizar la inspección ocular, los cuales recordaron como los vecinos habían echado agua en el lugar del crimen, lo que pudo provocar que los dos casquillos de bala y las cinco vainas halladas cambiaran de sitio. Por su parte, los agentes de la Policía Científica que realizaron el informe de huellas resaltaron cómo se encontraron residuos de pólvora en las manos de Munir, aunque no en las de Ali. Sin embargo, expusieron varias teorías sobre esto, como “haberse lavado las manos o haber usado guantes”. En cuanto al análisis de las ropas incautadas en la casa de Ali, se dedujo que “sólo se encontró sangre que corresponde al perfil de una mujer en el pantalón y una toalla, aunque en ningún caso coinciden con la de Munir”. No obstante, los agentes dejaron claro que “los restos pueden desaparecer después de haber lavado la ropa de forma inmediata”. En cuanto a las ropas del fallecido, se concluyó que “la sangre era de Munir y no se encontraron restos de ninguna otra persona”.

El informe sobre el análisis de los efectos balísticos confirmó que las cinco vainas encontradas en el lugar del crimen correspondían a dos armas diferentes, una de las cuales era de fogueo. Además, los agentes encargados de la elaboración de este informe aclararon que “no se consiguió establecer ningún tipo de relación entre las balas, que eran de dos tipos diferentes”.

Resultados de la autopsia

Por último, testificaron en la sala los dos médicos forenses que practicaron la autopsia al cadáver de Munir, quienes certificaron que la muerte del joven se produjo por las múltiples heridas en el cráneo provocadas por impacto de bala. Según aclararon los forenses, el cuerpo presentaba un total de siete heridas de bala, algunas de las cuales tenían orificio de entrada y salida, o doble salida provocada por la fragmentación del proyectil.

Munir recibió cuatro impactos en el cráneo, todos ellos con el orificio de entrada por el lado derecho de su cuerpo. Esta era la misma dirección de los dos disparos que recibió en cada uno de los brazos, aunque no así en el impacto que recibió en la cadera, el más grave. Sobre este último pesa la hipótesis de ser el primer disparo que recibió el joven, por la dirección de la bala y el lugar en el que se produjo. Según uno de los forenses, la bala “entró por el lado izquierdo de la cadera, rompió el hueso y salió casi por el lado derecho formando una recta”. Esto provocó múltiples perforaciones estomacales y una hemorragia interna.

Además, los forenses declararon que “se podían observar a través del microscopio granos de pólvora que intuía disparos a corta distancia, aunque los tejidos y las ropas se mandaron a analizar”. Sin embargo, los médicos no supieron aclarar si los orificios de las heridas correspondían a dos tipos de balas diferentes.

La vista oral finalizará hoy con las conclusiones del Ministerio Fiscal, la acusación particular y la defensa. A partir de ahí, comenzará la deliberación del jurado popular, que deberá decidir si Ali Ali Ahmed es o no el autor del crimen que acabó con la vida de Munir Mohamed Tahar. En caso afirmativo, el acusado se enfrenta a una condena de 27 años de prisión, de los que ya ha cumplido tres de forma preventiva.
 


Los testigos también resaltan el carácter del fallecido

Durante tres días, la Sala VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha enjuiciado el asesinato de Munir Mohamed Tahar, ocurrido el 31 de marzo de 2005 en la barriada del Príncipe. Los vecinos y familiares que han testificado en la vista oral destacaron la fama y el miedo que provocan los hermanos Ali Ahmed en el barrio, aunque también resaltaron que Munir eran un joven “que en algunas ocasiones podía resultar violento”. La tia del fallecido indicó que “había sido un adolescente conflictivo”. Cuando sucedieron los hechos, hacía escasos días que Munir había salido de la cárcel tras una condena de siete años. Varias horas antes de su muerte, había discutido con Ali en plena calle, aunque los testigos destacaron que ya había tenido varias peleas y disputas a su paso por las cárceles de Huelva y El Puerto de Santa María.
 

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