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cultura - martes, 29 DE ABRIL DE 2008


elsa rovayo con su sobrino. nicol's.

entrevista
 

Elsa Rovayo: «La fama la llevo
en el bolso junto a las pinturas»

La Shica pasó un par de días en su
ciudad natal antes de emprender una
dura gira que la llevará por toda España y varios países europeos
 

CEUTA
Rober Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

En 1965 John Lennon declaró que los beatles eran “más famosos que Jesucristo”. Elsa Rovayo, más conocida como La Shica, prefiere llevar “la fama en el bolso junto a las pinturas”, según contestó en una entrevista en exclusiva con EL PUEBLO durante su última estancia en Ceuta –dos días; el éxito ya no le permite disfrutar de más tiempo en su ciudad–. Que el disco ‘Trabajito de chinos’ haya sobrepasado todas las espectativas comerciales no parece haber pillado a La Shica a contrapié. Su sencillez no se lo permite. Mientras asimila que la gente la señale por la calle, ella afirma que entiende la vida “cuando voy a la playa o cuando subo al escenario”. Así de sencillo.

Pregunta.- ¿Te esperabas un éxito tan rotundo con tu primer disco, ‘Trabajito de chinos’?

Respuesta.- Yo siento que las cosas van poco a poco. Tampoco es que sea un pelotazo, es el resultado del trabajo de mucho tiempo y todavía hay que seguir. Yo veo que he dado un pasito. Hay mucho por hacer. Salir dos días en el telediario no supone que no haya que trabajar. Si se sube demasiado rápido, se baja demasiado rápido. Creo que esto es un camino que hay que ir haciendo despacito, porque nunca se acaba.

P.- Pero el disco es uno de los más vendidos según las listas de AFYVE (Asociación Fonográfica y Videográfica Española).

R.- Va genial. Se está vendiendo y la discográfica está muy contenta y a todo el mundo ya le suena. Aunque alguien no lo haya escuchado, oye La Shica y sabe quién es. Me paran por la calle, me saluda la peña en Madrid, pero tampoco es que sea un pepinazo.

P.- ¿Cómo se sobrelleva la fama? ¿Te vas acostumbrando?

R.- La fama la llevo en el bolso junto a las pinturas -risas-. No sé. Es como vivir en Ceuta, que todo el mundo te conoce, pero en Madrid o a donde vaya. Hace poco hicimos un bolo en Las Palmas y en Lanzarote con Chambao. Nosotros primero y luego ellos. Se me ocurrió hacer lo que hago siempre cuando termino en un festival, me salgo entre el público a ver a La Mari –vocalista de Chambao–. Se me abalanzó una masa de personas y creía que iba a morir. Era la primera vez que me pasaba. Me tuve que volver dentro. Esas cosas ya no las puedo hacer, pero poco a poco.

P.- Me han comentado que acudes a un psicólogo pagado por la discográfica para que la fama no te afecte negativamente.

R.- El psicólogo me lo pago yo y llevo tres años yendo a terapia. Estoy en uno de los mejores momentos de mi vida, pero a mí me parece que ir al psicólogo es como ir al dermatólogo. En estos momentos le suelo decir a la psicóloga que me controle para que no se me vaya la pinza. Y ella me contesta: “Tu eres buena, a ti no se te va a ir la pinza”.

P.- ¿Salen los amigos de debajo de las piedras ahora que tienes tanto éxito?

R.- Es curioso. Aquí en Ceuta había gente que nunca me había saludado y de repente me abraza por la calle. ¡Hombre, prefiero que me abrace a que no me salude! De todas formas, yo sé quiénes son mis amigos y no se me va la olla. Por supuesto que ahora estoy conociendo más gente. A lo largo de tu vida vas conociendo personas, pero tienes que saber quiénes son tus amigos. Por ejemplo, con La Mari me he hecho muy amiga, poco a poco.

P.- ¿Cuál es la clave del éxito de La Shica?

R.- La propuesta se queda, porque hay baile, hay cante y música. Me gusta ser muy cercana con la gente, hablarles al mismo nivel. Yo lo único que hago es subirme a un escenario y ellos se quedan conmigo.

P.- Algunos comentaban que La Shica llegaba tarde; que el género del mestizaje llevaba ya unos años y no iba a aguantar. Sin embargo, el éxito de ‘Trabajito...’ está siendo descomunal para un debut discográfico.

R.- El disco es honesto y personal. Lo que yo hago ya lo ha hecho gente de otra manera. El rap que yo hago lo hizo Lola Flores, lo hace Diego Carrasco a su forma, Tomasito a su forma, lo hizo Gabriel Ortega en su día a su forma. Yo creo que hay que ofrecer un proyecto honesto y vivo; y trabajar mucho. Esto es hormiguismo profundo. Nunca hay que venirse abajo, porque no todo sale bien. Cuando algo no sale es porque por ahí no era y hay que ir por otro lado. Yo confío en el trabajo, en la ilusión y en ser muy pesada.

P.- ¿Qué es lo que más destacas, a título personal, del disco?

R.- Para mí es como un álbum de fotos de los primeros años de La Shica. Depende de qué canción me recuerda un momento. Es mucho tiempo el que he convivido con mi grupo. Le hemos dado mil vueltas a las canciones, pero ahora nos sale mucho más fluido. A la hora de componer tenemos mucho más claro lo que queremos. Al principio, como yo venía del flamenco, queríamos hacer todas las canciones por soleás, por bulerías o por tanguillos. Estábamos más encerradillos en ese género, pero ahora casi todo es funky. Ya no nos preocupa si va por bulerías o por otro rollo.

P.- ¿Van a ir por el mismo camino del mestizaje tus futuros discos?

R.- Lo que estamos haciendo ya es muy distinto a Trabajito de chinos. Ahora haremos lo que se nos ocurra. Si tenemos ganas de hacer una chirigota haremos una chirigota... No quiero encasillarme. Ya que tengo una profesión tan libre, hay que ir probando. Yo quiero ser libre. Paso de ser pura, yo vengo de una ciudad en la que hay mucha mezcla. He vivido la mitad de mi vida en Ceuta, la otra mitad en Madrid, otra parte en París, Barcelona, Sevilla... Soy pura mezcla. He sido muy flamenca, pero muy de la calle, muy macarra, muy de barrio y de parque. No sé lo que voy a hacer, pero voy a hacer lo que me apetezca.

P.- ¿Y por dónde van los tiros de las nuevas canciones que estáis componiendo?

R.- El disco no está enfocado hacia ningún lado. No decimos: “Vamos a hacer esto”. No. Vamos haciendo canciones y luego ya veremos, pero sí que a mí cada vez me apetece más cantar que rapear, aunque también me gusta mucho rapear. Al principio me daba más miedo cantar, ahora me apetece mucho. Después de haber escuchado temas como Las carnes paralelas, que para mí es el temazo del disco, hemos dicho: “¡Ostias, esto se nos da bien! Vamos a hacer más canciones bonitas”.

P.- Primero bailabas, luego rapeabas y ahora cantas. ¿Qué será lo siguiente?

R.- Voy controlando mi instrumento, que es la voz. Cuando me entró el gusanillo de cantar me puse a estudiar, porque sabía que tarde o temprano lo iba a hacer.

P.- ¿Cómo es de negativo el fenómeno top manta y el pirateo por Internet?

R.- No es la pasta lo que me molesta de la piratería, porque antes también uno se grababa las cintitas y nos las pasábamos entre los colegas. Lo que realmente está haciendo daño a la música en toda esta historia es que se está empezando a consumir música como pastillas Juanola o kleenex. Ahora la peña se descarga 50 discos en una noche y al tener tanta cantidad de información escuchan 30 segundos de un disco y se bajan otros 50. A mí, si no me gusta un disco a la primera, me gusta a la quinta, porque no me puedo comprar 50 discos al día; me puedo comprar cinco al mes. Uno valora más las cosas cuando las paga. Tampoco me parece bien como en su día la peña se forró con sus discos. Hacían un disco y se tumbaban cinco años a vivir. Creo que el artista se tiene que trabajar las cosas, pero sobre todo por respeto a la música. La música no es una cosa que sale en un árbol, hay que trabajarla con el esfuerzo de muchas personas. Debería valorarse y no consumirse así.

P.- ¿Ha afectado a lo artístico el pirateo en la red de redes?

R.- Por ejemplo, ahora no se pueden hacer introducciones superlargas en las canciones, porque, ¡claro!, la gente se baja por Internet un montón de canciones y se escuchan los primeros 20 segundos; y si no canta nadie lo quitan. A lo artístico le está haciendo daño.

P.- ¿A la hora de grabar ‘Trabajito de chinos’ te has visto con algunos de estos imperativos?

R.- Sí, claro. Aún así, el tema que a nosotros nos parecía que debía tener una intro larga, El asesino, la ha tenido; pero sí que te dicen: “Vamos al grano”. Eso es lo que de verdad me parece chungo de la piratería. La gente de mi generación tiene otro concepto de la música, pero la gente joven ya no lo valora como nosotros.

P.- Por otro lado también da la posibilidad de que los grupos en sus inicios se puedan hacer oír.

R.- Internet ayuda, yo no digo que no; pero pienso que debería de ser un poco más controlado, no el consumo a lo salvaje, como si fueran hamburguesas.

P.- ¿Cómo se divierte La Shica?

R.- Yo entiendo la vida en dos situaciones: cuando voy a la playa y cuando me subo al escenario. En esos dos momentos entiendo por qué estoy aquí. Cuando eres artista eso es lo que más mola, poder compartirlo con el público. Antes, cuando era bailaora tenía muchos complejos y miedos y no lo disfrutaba, pero ahora veo la sonrisa y los ojillos de los que están en el público y es lo máximo. Nunca olvidaré la primera vez que el público cantó los estribillos. Me puse a llorar como una tonta. No me lo podía creer. Es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida. Mi corista me decía: “¡No, querida, no llores ahora, comadre! ¡Ahora no, respira!”.

P.- La Shica incluso está siendo exportada a Europa.

R.- Sí, tenemos un montón de fechas por Europa. Al Festival Roskilde, a Dinamarca, a Praga, a Croacia... Hay más, pero no me acuerdo.

P.- ¿Sabes si el disco se está vendiendo por esos países?

R.- Por iTunes. Yo creo que este espectáculo es muy exportable. En España somos más de modillas. Fuera la peña es más fiel, cuando le gusta algo le gusta. Y lo español se aprecia fuera una barbaridad, pero aquí también.

P.- ¿Y cuándo presentas tu disco en Ceuta?

R.- No lo sé. Creo que están hablando con la ofi, pero de momento no hay ni siquiera reserva.

P.- Sé que tienes un compromiso amistoso con la Sala Café Club.

R.- Me encantaría, pero somos nueve personas e igual necesitábamos a algún patrocinador. Me gustaría mucho ir a la Sala. Si se queda chica igual podíamos hacer dos días.
 

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