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					Creo en la necesidad de explicar con más detalles mi 
					posicionamiento sobre el rezo colectivo de la festividad 
					musulmana en la explanada de la Marina. No es que servidor 
					esté en contra de efectuar esta Sunna nuestra pues es cierto 
					que esta se debe hacer fuera de las mezquitas en lugar 
					llamado “Musala”, y con ciertos acondicionamientos y 
					condiciones o en este caso normativas jurídicas islámicas, y 
					no como querían hacer la secta. En ese momento puse el grito 
					en el cielo cuando la banda de sectas quisieron efectuar el 
					rezo colectivo en la explanada de la Marina. De la noche a 
					la mañana no se puede celebrar esos rezos sin tener en 
					cuenta las normativas jurídicas islámicas, aunque para estos 
					individuos eso se lo pasan por el arco del triunfo, puesto 
					que ellos tienen sus propias normas.
 
 Queridos amigos, teneis que darme en parte la razón. Lo que 
					aparentemente parece una acción simplista, innovadora e 
					inofensiva, guarda en su interior una gran complejidad nada 
					fácil de explicar, y de entender para los neófitos en estas 
					cuestiones.
 
 En primer lugar es un sitio donde se ha estado celebrando 
					los botellones, donde perros y borrachos han efectuado sus 
					necesidades fisiológicas. En segundo lugar, cómo se haría, 
					puesto que se tenía que efectuar el rezo temprano y para 
					tanta gente habría que poner altavoces, lo cual estaríamos 
					perjudicando el derecho de los vecinos (no confundir con el 
					Adan ‘llamada a la Oración’, son dos cosas distintas); 
					tercero, a la pregunta del millón: ¿Quién dirigiría la 
					oración?, conociendo como conozco a la secta, obviamente 
					sería uno de ellos. He aquí la sutil trampa. No van a las 
					migajas, van hacia la tarta entera sin que nadie entre en 
					ella. Cuarto. ¿Qué pasaría si algunos de los vecinos pone el 
					televisor más alto de lo debido, o les den por escuchar 
					música a un volúmen más alto?. Tal como está la situación no 
					se imaginan el ‘explotido’ que daría esa explanada con 
					jóvenes deseosos (por una parte respetable y admirable) de 
					defender el ‘Islam’ pero no en esa cuestión hábilmenye y 
					secretamente manipulados por los sectareos. ¿Cómo se 
					apagaría ese fuego?. O que simplemente jóvenes parejas 
					pasearan con sus vehículos y la música a tope, que hay 
					muchos y yo personalmente los he visto; o la música un poco 
					más fuerte de lo normal. ¿Cómo sonaría ese sonido en el 
					silencio de la oración o del sermón?, solo de pensar qué 
					pudiera haber ocurrido se me ponen los pelos de punta.
 
 Quinto. La madre del borrego, o la jugada del polvorón. Vds 
					disculpen si utilizo calificativos pero la cosa tiene gracia 
					y hay que tomárselo en tono de humor: ¿Quién se llevaría el 
					dinero de la recolecta?. Unicos días en que la comunidad de 
					imames y sus ayudantes repartidos por todas las mezquitas de 
					Ceuta consiguen, gracias a la generosidad de los fieles, 
					unos mayores ingresos para poder celebrar la festividad con 
					sus respectivas familias después de todo un mes de 
					sacrificio quitándoles horas al sueño para poder cumplir con 
					los servicios religiosos de toda Ceuta. La frase favorita 
					del camaleónico Laarbi Maateis: “ese dinero es para la 
					mezquita”. Pero lo cierto es que dudo mucho que la mezquita 
					vea ese dinero; pero lo que si no tengo sombra de dudas es 
					que la fortuna del amigo camaleónico crece, o si lo 
					prefieren aumenta simétricamente. En síntesis, la denegación 
					de ese teatro que en nombre del Islam querían montar los 
					fanáticos sectarios, ha estado en consonancia con la alarma 
					social que se hubiera disparado, no sólo de las demás 
					culturas, sino principalmente de los musulmanes.
 
 * (Comunidad Islámica de Ceuta ‘Al Bujari’)
 
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