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sociedad - JUEVES, 1 DE MAYO DE 2008


antonio gil. rober.

entrevista
 

«El Gobierno de Ceuta está convirtiendo las sociedades municipales en un coto privado»

Antonio Gil se muestra convencido de que el
movimiento obrero ha tomado fuerza gracias al gobierno socialista en Madrid, que “deja hacer a las partes sindical y empresarial y favorece la negociación colectiva”

 

CEUTA
Rober Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Después de más de veinte años como dirigente de la Unión General de Trabajadores (UGT) en Ceuta, Antonio Gil (Ceuta, 1954) asume la responsabilidad de escenificar la fractura de la unión sindical con la central hermana, Comisiones Obreras. El secretario general ugetista hace un repaso a un año sindical que cree que ha sido “bueno” gracias a las iniciativas llevadas a cabo por el gobierno socialista en Madrid. Otra cosa es lo que opina de la Administración Local, a la que pide que tome conciencia de la alta precariedad laboral y deje a un lado el nepotismo en las sociedades municipales que dependen de ella. “La oposición política se debe meter a saco en estas denuncias”, solicita Gil.

Pregunta.- ¿La situación para el sindicalismo en este 1 de mayo es mejor que la del año pasado?

Respuesta.- Creo que la situación es buena, porque con este gobierno socialista hemos avanzado en derechos y tenemos garantizada la negociación colectiva como un elemento muy útil. El Gobierno deja hacer a las partes sindical y empresarial y favorece acuerdos. Anteriormente no sucedía lo mismo. Es un buen paso. Se ha avanzado en derechos con la Ley de Igualdad y la Ley de Dependencia, que no sólo pretenden favorecer a unas familias desfavorecidas, sino que además son un yacimiento de empleo. No obstante, habrá que perfeccionarlas con más dotación presupuestaria. Lo que no nos gusta tanto es la desmotivación que venimos comprobando entre la ciudadanía. En un estado de bienestar hay que seguir avanzando.

P.- ¿Y respecto a la Administración local?

R.- La Administración local se tiene que poner las pilas, tomar conciencia de una vez por todas de la situación en la que se encuentra y pactar con las organizaciones sindicales en favor del empleo estable y dejar de un lado la práctica de precariedad laboral. La negociación de un convenio único para las empresas municipales es importante y nosotros hemos propuesto el de personal laboral del Ayuntamiento. Hay que poner también toda la carne en el asador para que Ceuta tenga un tejido productivo más estable, no tan dependiente del de Marruecos. La Ciudad tiene que favorecer la inversión pública e incentivar la privada. Esto es fundamental para la economía y el empleo.

P.- Pero ¿tiene dinero el Gobierno de Ceuta para aplicar el convenio de personal laboral del Ayuntamiento a los trabajadores de todas sus sociedades municipales?

R.- Yo creo que no. No tiene dinero. Es una reivindicación muy lógica y no vamos a cejar en conseguirlo, pero habrá que hacerlo gradualmente. La Ciudad se tendrá que plantear también qué empresas son las que tiene, qué grado de eficacia y qué dimensión deben de tener. Nosotros estamos dispuestos a trabajar con la Ciudad en este asunto.

P.- En la calle se dice que estas empresas municipales se han convertido en un coto para los trabajadores afines al Gobierno.

R.- Eso es así. Con toda la rotundidad del mundo. Pese a que nosotros denunciamos, nos encontramos con serias dificultades para demostrar lo contrario. Además con un descaro asombroso. Este Gobierno se tiene que sentar con las organizaciones sindicales y abordar todos estos temas. Están privando al resto de los ciudadanos de un derecho y están convirtiendo las sociedades municipales en un coto privado. Hay que hablar y mantener un principio de lealtad. No se pueden acotar parcelas para allegados y familiares.

P.- ¿Por qué el desempleo en Ceuta está tan por encima del de la península?

R.- Las posibilidades económicas de Ceuta no son las mismas desde que Marruecos no tiene la dependencia que tenía de nosotros. La política liberalizadora de Marruecos está compitiendo con Ceuta. Ya no tiene tanta necesidad de importar a través de esta ciudad. La economía decae y decae también el empleo. Otra de las dificultades que tiene Ceuta para desarrollarse es la carestía del transporte marítimo. No debería costar más que lo que se paga en una autopista de peaje en un tramo parecido. El paso del Estrecho no puede convertirse en una barrera insalvable que no sólo encarece los productos hacia Ceuta, sino que impide la llegada de turistas. Ceuta es además un paso hacia Marruecos. La extrapeninsularidad deberíamos aprovecharla, en lugar de ser una dificultad para el desarrollo.

P.- Con la subida del IPC, ¿están perdiendo los trabajadores demasiado poder adquisitivo?

R.- Hay que conseguir bastantes metas. Una de ellas es la recuperación del poder adquisitivo. Es un elemento que hay que tener en cuenta y por el que vamos a luchar este año. Todo parece indicar que la crisis impida que se aborde inmediatamente, pero parece ser que el Gobierno estaría sensible a este respecto.

P.- ¿El conflicto laboral en Justica lo ganó el Gobierno central en tanto en cuanto los trabajadores estuvieron dos meses de huelga y no se consiguieron los mínimos?

R.- Creo que han perdido los ciudadanos, porque se han visto afectados. Se ha producido un verdadero atasco en la Justicia y se han retrasado procesos que se tenían que haber celebrado. Aquí nadie ha ganado ni perdido. Esta huelga se tenía que haber evitado. Sí es verdad que cuando había transcurrido un mes estuvieron muy cerca del acuerdo, justo antes de las elecciones, y fue una oportunidad perdida. Tenemos que pensar que los compañeros lo han hecho con la mejor intención, pero sé que alguna cabeza sí que ha rodado. En definitiva, se ha producido un acercamiento a aquellas autonomías que tienen un mayor salario. Es lo mismo que ocurre con las empresas municipales, que unos tienen un salario más bajo que otros. La huelga en Justicia era de sentido común.

P.- En el conflicto de Urbaser, ¿no es sorprendente que la portavoz del Gobierno intervenga en una negociación entre una empresa privada y sus trabajadores y acabe poniendo el dinero para evitar la huelga?

R.- Al final siempre pone el dinero el Ayuntamiento. No tengo la información de cuánto percibe Urbaser, qué beneficios tiene, si está por encima del beneficio industrial, las ventajas que tiene. Lo que sí me preocupaba es que las reivindicaciones de los trabajadores salieran adelante y no me pareció mal la intervención de la consejera acercando las posiciones de los empleados y la empresa. Se consiguió un buen convenio colectivo del sector de la limpieza pública viaria. Creo que la oposición política debería meterse a saco en cuánto se lleva la empresa y qué posibilidades tenía de hacer frente a las reivindicaciones salariales.

P.- ¿Pero en lugar de pagar la empresa, la presión fiscal se traslada a la ciudadanía al costear la Ciudad la subida por encima del IPC ?

R.- Por la experiencia que tengo, no es la única vez que esto pasa. Lo hizo el gobierno del GIL y ahora el del PP. Creo que en el momento en el que se planteó la huelga iba a tener un impacto bastante fuerte, al ser en Semana Santa. La intervención de la Ciudad evitó males mayores, pero evidentemente esto tiene que tener un límite.
 

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