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El Gobierno de España ha aunciado,
vía comunicado de prensa a través de su Delegación, y lo ha
afirmado con rotundidad expresa que Ceuta no verá afectada
su economía como consecuencia del Plan de Transición de las
Fuerzas Armadas, “sino más bien todo lo contrario”. El
mensaje apunta a que las cifras indican que el balance de
este proceso será positivo para la ciudad autónoma.
Fundamentalmente, se asegura, porque a lo largo de los dos
últimos años la guarnición ceutí se ha incrementado en un
12%. Aumento que seguirá creciendo hasta finales de 2010.
Además se han previsto ayudas a la movilidad para aquellos
que “individualmente” se vea afectado por un cambio en el
destino. Es más, según esta nota de prensa, tanto la
subsecretaria de Defensa, María Victoria San José como el
actual delegado del Gobierno en Ceuta, José Fernández Chacón
se han comprometido a mantener reuniones periódicas para
realizar un seguimiento detallado de todos los aspectos
relacionados con este proceso.
Fernández Chacón no ha esperado ni un sólo minuto para
afrontar la inquietud que el Plan de Transición ha generado
en la ciudadanía, tanto en la militar como en la civil. Es
de agradecer el detalle y las ganas de quien ya vivió las
primeras protestas en una ciudad como Melilla, más activa
que Ceuta en la escenificación cívica para mostrar rechazos
a lo que se considera injusto.
Advierte la nota que hay que transmitir un mensaje de
tranquilidad y confianza para evitar especulaciones
innecesarias. Perfecto, lo que ocurre es que el mensaje no
ha llegado hasta ayer con la contundencia y seguridad con el
que se ha transmitido el nuevo despacho entre el nuevo
delegado y la representante del Ministerio de Defensa. Por
tanto ante la falta de una respuesta anterior concreta,
directa y sin ambigüedades a preguntas muy claras al
respecto, se fomenta de manera fácil y se allana el camino a
las interpretaciones o el de las criticadas especulaciones.
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OPINIÓN / EDITORIAL
