|
El representante de la Ciudad
Autónoma de Ceuta al Consejo de Política Fiscal y Financiera
que se reúne hoy bajo la presidencia del vicepresidente del
Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes,
acude a la convocatoria junto a los demás consejero de
Hacienda de las restantes autonomías de España, con los
deberes hechos y con planteamientos realistas capaces de
permitir que Ceuta prospere en suficiencia financiera con
garantía de futuro.
Con propuestas claras sobre asunción de competencias y
reconociendo como cierto que tanto gobiernos del PP como del
PSOE han sido especialmente sensibles con Ceuta en cuanto a
lo referido en inversiones, transferencias y modificaciones
legislativas presupuestarias, la Ciudad Autónoma necesita de
otro marco en el que se atiendan específicamente sus
singularidades de extrapeninsularidad, de frontera terrestre
con un país no perteneciente a la Unión Europea, de suelo
reducido, de escasos recursos naturales, de muy alta
densidad de población, de muy elevados índices de paro con
población por debajo del umbral de la pobreza y de bastante
pocas posibilidades de desarrollo económico.
Ceuta lleva bien estudiadas sus peticiones y, en cualquier
caso, la atención a las demandas no supondrán merma alguna
para el sistema de financiación autonómica que se prevé. La
corresponsabilidad fiscal, o contar con mayores competencias
podría ser otra vía de estudio para dotar a Ceuta de unos
recursos financieros que realmente necesita.
Por otro lado, la equidad, el equilibrio y la solidaridad
territorial son bazas que deben tenerse en cuenta por la
Administración General del Estado en aras a que no haya
autonomías de primera velocidad y otras de segunda e,
incluso de tercera. Lo justo es intentar que los territorios
de España converjan en los mismos parámetros de capacidad de
servicio público a la población. Porque sería impensable que
un catalán o un madrileño o un andaluz, tenga mayores
privilegios que un gallego, un valenciano... o un ceutí.
|
OPINIÓN / EDITORIAL
