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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 28 DE MAYO DE 2008

 
OPINIÓN / LIBRE DIRECTO

Una maravilla de albergue deportivo

Por Eduardo Sánchez


Hace unos días, me encontraba dando un paseo a pie por esta bella Ciudad de Ceuta, cosa que hago habitualmente cuándo tengo tiempo, ya que lo de caminar o hacer deporte diariamente me estimula mucho la mente para pensar y, me favorece todo los componentes del cuerpo, por ello, no dejen de hacer deporte o caminar nunca, es salud.

Pero como venía diciendo, al volver una esquina de una calle cualquiera, había algo que no podía dar crédito mis ojos de lo que estaba viendo, un gran edificio de cuatro plantas con fachada de ladrillo visto se presentaba ante mí. Este inmueble no era como los demás, tenía colgado en su fachada principal un gran cartel con gran señorío que decía, “ALBERGUE DE DEPORTISTAS Y JUVENTUD DE CEUTA”.

En su puerta de entrada se encontraba un hombre uniformado, que decía ser, el conserje del edificio y, viéndome la alegría que mostraba al observarlo, me invitó amablemente a recorrer sus instalaciones.

Mi recorrido, comenzó en la zona baja, una planta que se distribuía en una recepción, una cafetería que invitaba a entrar por su belleza, una sala de televisión – cine, una sala de billar, un restaurante para unos doscientos comensales y una sala de conferencias para trescientas personas. Por cierto, el personal que nos atendió era muy agradable y muy profesional al explicarme como funcionaba cada zona de esa planta, informándome, que siempre estaba llena de juventud, tanto de la ciudad como del exterior.

Mi acompañante, me invitó posteriormente, a subir a uno de los dos ascensores del edificio, para llevarnos a la primera planta, o “planta Estrella”. En ella, mi satisfacción fue en aumento al encontrarme con dos talleres artesanales que funcionaban desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche de lunes a viernes en dos turnos, donde se impartían continuos cursos y actividades a jóvenes. Junto a estos talleres, se encontraban dos salas, una de informática con unos treinta ordenadores y una fonoteca-audioteca de unas treinta plazas.

Siguiendo mi visita a esta planta, también me sorprendió el moderno y amplio gimnasio que se encontraba en él, que se distribuía en sala de Fitness, sala de aeróbic y sala de musculación de última generación, además, de varios “yacusis” y saunas en otras dependencias interiores. A un costado de este gimnasio, se encontraba una sala de lectura, llena de estanterías modernas y dinámicas repletas de libros organizados por temas y épocas.

Sorprendido, por lo que contemplaba y, mientras me explicaba el funcionamiento de estas plantas, nos encaminamos de nuevo al ascensor para subir a la segunda y tercera planta (Plantas Canguros), dónde se encontraban distribuidas las cien habitaciones del albergue (cincuenta por planta) con sus trescientas plazas en cama, divididas en habitaciones de deportistas, personal técnico y transeúntes, además de una sala de lavandería con veinte lavadoras secadoras y zona de plancha.

Disfrutaba de un albergue que me llenaba de gozo, con habitaciones modernas, dinámicas, espaciosas, juveniles, y confortables, equipadas con aire acondicionado, calefacción, TV terrestre y baño interior, esto es una maravilla en nuestra Ciudad pensé, mientras las observaba desde el umbral de la puerta.

Por último, mi visita terminó en la última planta del edificio, dónde se encontraban una pista de padél y una piscina interior de 20x20 que invitaba al baño. Antes de bajar a la planta baja, me indicó este agradable conserje, que en el techo del edificio existía un salarium para el buen tiempo.

De vuelta a la entrada del edificio y tras despedirme del personal del Albergue, pensé en voz alta, ya se han acabado parte de los problemas de la juventud de esta ciudad, cuándo, sábados y domingos, los observo aburridos, dando vueltas y vueltas por el paseo Revellín a la Gran vía y viceversa, o sentados en cualquier banco del paseo de la marina o de la plaza de África sin saber que hacer. Ya disponemos de un centro joven, donde acoger a deportistas de toda España, sin tener que estar buscando sitios como locos cuándo hay cualquier evento en la ciudad. Se puede planificar competiciones deportivas sin que le cueste un ojo de la cara a la ciudad o a cualquier entidad deportiva que se quede atrapado en la ciudad por el levante o por participación deportiva.

Podemos organizar sin contrariedades, eventos como Coca cola, campeonatos Fox, nacionales, juegos del estrecho, etc., sin que sea un trauma para la organización.

Asimismo, también pensé en un turismo nómada, en la juventud de las demás regiones de la geografía Española o de otros países europeos que visitaran la ciudad sabiendo que la estancia no le va a costar una fortuna.

Un albergue, para recoger eventos locales como conferencias, charlas o coloquios para la juventud caballa. Muchas cosas estaban pasando por mi cabeza en tan corto periodo de tiempo.

Pero, la realidad, por desgracia se hizo de nuevo en mi vida cuando al volver de nuevo la cabeza, para observarlo, desapareció, no había nada, solo se encontraba un viejo solar sin edificar que escapaba al sueño de una tarde en una calle cualquiera.

Inmóvil, mirando al frente pensé, es posible invertir tanto dinero para otros “menesteres” y que no haya dinero para invertir en una necesidad tan importante como es la juventud de este pueblo y su bienestar social. Nunca comprenderé estas situaciones, habiendo necesidades reales.
 

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