Hace unos días, me encontraba dando un paseo a pie por esta
bella Ciudad de Ceuta, cosa que hago habitualmente cuándo
tengo tiempo, ya que lo de caminar o hacer deporte
diariamente me estimula mucho la mente para pensar y, me
favorece todo los componentes del cuerpo, por ello, no dejen
de hacer deporte o caminar nunca, es salud.
Pero como venía diciendo, al volver una esquina de una calle
cualquiera, había algo que no podía dar crédito mis ojos de
lo que estaba viendo, un gran edificio de cuatro plantas con
fachada de ladrillo visto se presentaba ante mí. Este
inmueble no era como los demás, tenía colgado en su fachada
principal un gran cartel con gran señorío que decía,
“ALBERGUE DE DEPORTISTAS Y JUVENTUD DE CEUTA”.
En su puerta de entrada se encontraba un hombre uniformado,
que decía ser, el conserje del edificio y, viéndome la
alegría que mostraba al observarlo, me invitó amablemente a
recorrer sus instalaciones.
Mi recorrido, comenzó en la zona baja, una planta que se
distribuía en una recepción, una cafetería que invitaba a
entrar por su belleza, una sala de televisión – cine, una
sala de billar, un restaurante para unos doscientos
comensales y una sala de conferencias para trescientas
personas. Por cierto, el personal que nos atendió era muy
agradable y muy profesional al explicarme como funcionaba
cada zona de esa planta, informándome, que siempre estaba
llena de juventud, tanto de la ciudad como del exterior.
Mi acompañante, me invitó posteriormente, a subir a uno de
los dos ascensores del edificio, para llevarnos a la primera
planta, o “planta Estrella”. En ella, mi satisfacción fue en
aumento al encontrarme con dos talleres artesanales que
funcionaban desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche de
lunes a viernes en dos turnos, donde se impartían continuos
cursos y actividades a jóvenes. Junto a estos talleres, se
encontraban dos salas, una de informática con unos treinta
ordenadores y una fonoteca-audioteca de unas treinta plazas.
Siguiendo mi visita a esta planta, también me sorprendió el
moderno y amplio gimnasio que se encontraba en él, que se
distribuía en sala de Fitness, sala de aeróbic y sala de
musculación de última generación, además, de varios
“yacusis” y saunas en otras dependencias interiores. A un
costado de este gimnasio, se encontraba una sala de lectura,
llena de estanterías modernas y dinámicas repletas de libros
organizados por temas y épocas.
Sorprendido, por lo que contemplaba y, mientras me explicaba
el funcionamiento de estas plantas, nos encaminamos de nuevo
al ascensor para subir a la segunda y tercera planta
(Plantas Canguros), dónde se encontraban distribuidas las
cien habitaciones del albergue (cincuenta por planta) con
sus trescientas plazas en cama, divididas en habitaciones de
deportistas, personal técnico y transeúntes, además de una
sala de lavandería con veinte lavadoras secadoras y zona de
plancha.
Disfrutaba de un albergue que me llenaba de gozo, con
habitaciones modernas, dinámicas, espaciosas, juveniles, y
confortables, equipadas con aire acondicionado, calefacción,
TV terrestre y baño interior, esto es una maravilla en
nuestra Ciudad pensé, mientras las observaba desde el umbral
de la puerta.
Por último, mi visita terminó en la última planta del
edificio, dónde se encontraban una pista de padél y una
piscina interior de 20x20 que invitaba al baño. Antes de
bajar a la planta baja, me indicó este agradable conserje,
que en el techo del edificio existía un salarium para el
buen tiempo.
De vuelta a la entrada del edificio y tras despedirme del
personal del Albergue, pensé en voz alta, ya se han acabado
parte de los problemas de la juventud de esta ciudad,
cuándo, sábados y domingos, los observo aburridos, dando
vueltas y vueltas por el paseo Revellín a la Gran vía y
viceversa, o sentados en cualquier banco del paseo de la
marina o de la plaza de África sin saber que hacer. Ya
disponemos de un centro joven, donde acoger a deportistas de
toda España, sin tener que estar buscando sitios como locos
cuándo hay cualquier evento en la ciudad. Se puede
planificar competiciones deportivas sin que le cueste un ojo
de la cara a la ciudad o a cualquier entidad deportiva que
se quede atrapado en la ciudad por el levante o por
participación deportiva.
Podemos organizar sin contrariedades, eventos como Coca
cola, campeonatos Fox, nacionales, juegos del estrecho,
etc., sin que sea un trauma para la organización.
Asimismo, también pensé en un turismo nómada, en la juventud
de las demás regiones de la geografía Española o de otros
países europeos que visitaran la ciudad sabiendo que la
estancia no le va a costar una fortuna.
Un albergue, para recoger eventos locales como conferencias,
charlas o coloquios para la juventud caballa. Muchas cosas
estaban pasando por mi cabeza en tan corto periodo de
tiempo.
Pero, la realidad, por desgracia se hizo de nuevo en mi vida
cuando al volver de nuevo la cabeza, para observarlo,
desapareció, no había nada, solo se encontraba un viejo
solar sin edificar que escapaba al sueño de una tarde en una
calle cualquiera.
Inmóvil, mirando al frente pensé, es posible invertir tanto
dinero para otros “menesteres” y que no haya dinero para
invertir en una necesidad tan importante como es la juventud
de este pueblo y su bienestar social. Nunca comprenderé
estas situaciones, habiendo necesidades reales.
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