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Ceuta y la AD Ceuta tienen hoy
ante sí la oportunidad de subirse al tren del ascenso a
Segunda División en el Alfonso Murube. El feudo caballa
acogerá el partido de ida de una eliminatoria del play-off
que el conjunto que entrena Benigno Sánchez afronta cargado
de moral tras vencer al Pontevedra. El Ceuta necesita del
apoyo de su público para lograr salir con buen tiento de
esta empresa y a buen seguro que lo tendrá. El ritmo de
venta de entradas ha sido bueno durante toda la semana en
una ciudad que rezuma fútbol por sus cuatro costados. El
pueblo ceutí ha respondido ya que hasta la noche del viernes
se habían retirado entradas para cubrir 4.200 asientos del
Murube. Incluso podría colgarse el cartel de no hay
billetes.
En fútbol se equivoca el dicho de que las oportunidades sólo
llegan una vez. La AD Ceuta vuelve a tener una ocasión
inmejorable, como ya tuvo hace 8 años, de demostrar que
Ceuta merece tener representación en la categoría de plata
de nuestro fútbol. El club necesita hoy una entente que aúne
al equipo, encargado de poner el fútbol y los goles, la
afición, que tienen que llevar en volandas a los jugadores,
y la ciudad, que es la imagen de toda una sociedad, la
caballa.
Ceuta tiene ante sí una ocasión muy importante para
traspasar fronteras y pasear su nombre por los campos y
ciudades más importantes de España. Esta eliminatoria
significa también una oportunidad para relanzar a la ciudad.
La AD Ceuta sería embajadora de lujo de un territorio que
tiene mucho futuro y que está por explotar.
La ciudad tiene que envolverse hoy del mismo espíritu que ya
la impregnó el partido de ida de la eliminatoria anterior
contra un gran rival, el Pontevedra. La ilusión debe ser uno
de los sentimientos predominantes entre la afición. El
público ha de recuperar el buen ambiente vivido durante
aquel partido que tan bien empezó con el gol de Tato. Si los
aplausos y la ‘ola’ vuelven al Murube será buena señal.
Todos juntos podemos hacer de Ceuta un equipo de Segunda.
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OPINIÓN / EDITORIAL
