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OPINIÓN - DOMINGO, 8 DE JUNIO DE 2008

 
ANÁLISIS

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 2


Días atrás advertí al delegado del Gobierno de que el secretario general de Comisiones Obreras es de poco fiar. Que es persona que suele ponerse bien puesta pero que, en cuanto no se hace lo que él quiere, se desmadra. Y le declara su guerra al más pintado. Le recordaba a José Fernández Chacón, por ser nuevo en esta plaza, que consultara con sus asesores al respecto. Y creo, pues cito de memoria, que también le dije que procurara hablar con cautela ante Juan Luis Aróstegui. Y allá que el utrerano, a las primeras de cambio, se va de la mui y le dice al sindicalista lo que pensaba en relación con los Planes de Empleo. Y ahora, cuando ha comprobado que la Dirección General del Servicio Público de Empleo Estatal le permite aplicar, en este mismo año, el modelo que ya empleaba en Melilla, se encuentra con que el sindicalista ha declarado que “da por agotada en un mes la credibilidad del delegado”. En realidad, lo que quiere decir Aróstegui es que a partir de ahora no habrá día en que, por el motivo más nimio, no arremeta contra Fernández Chacón. Esta es la segunda vez que los asesores no han impedido que el delegado la pifie... La primera fue cuando se paseó por la calle con el editor de un periódico local, cenó y hasta brindó con él. La segunda ha sido decirle al sindicalista que tenía previsto cambiar la fórmula de los Planes de Empleo en el 2009. Y se ha perdido. Puesto que el reseñado Aróstegui, a partir de ahora, tratará de llamarle embustero a cada paso.

MARTES. 3

Juan Vivas vive unos momentos de euforia contenida. Aunque nunca hasta el extremo de que no se le note que le embarga la felicidad por haber pasado un domingo extraordinario y tenido un lunes sensacional. El domingo vio en el reformado campo de Pasarón, de Pontevedra, un triunfo grande de su equipo: la Asociación Deportiva Ceuta. Y al día siguiente, rodeado de políticos propios y de adversarios, cumplió con el trámite de pasar por el Registro General del Congreso la primera iniciativa legislativa que lleva a la Cámara Baja la Asamblea local. El presidente de la Ciudad sueña ya con celebrar, en apenas unos días, el ascenso del primer equipo local. Y seguro que en cuanto tiene un rato libre le da rienda suelta a sus pensamientos y se ve haciendo el recorrido triunfal por la ciudad y saludando desde el balcón principal del Ayuntamiento a la multitud que le aclama por haber sido protagonista muy principal del hecho. En lo tocante a lo segundo, es decir, a que el Gobierno de la nación amplíe al 50% las bonificaciones de las cuotas empresariales a la Seguridad Sociedad establecidas en 2004, y que se extienda a todos los sectores productivos de la actividad económica, es pan comido. Por ambas cosas, quienes antes decían que Vivas lucía una flor en el antifonario, ahora saldrán diciendo que más que flor lo que luce el presidente en las nalgas es todo un jardín botánico.

MIÉRCOLES. 4

Leo la magnífica información que se ha publicado acerca de los Planes de Empleo, firmada por Gonzalo Testa (a propósito, no sé que tendrá el subdirector de este periódico, para haberse ganado la confianza de mucha gente. Pues hablan y no acaban de él. Bueno, la verdad es que Gonzalo aprendió pronto a desenvolverse en esta ciudad, y se ha hecho querer). A lo que iba, que el delegado del Gobierno en Ceuta, José Fernández Chacón, se ha salido con la suya: hacer que los Planes de Empleo acojan a más desempleados aunque duren menos tiempo. Y además no ha tenido que esperar a que finalice el año para poner en práctica un modelo que le dio resultados durante su estancia en Melilla. La idea, según he ido adentrándome en la noticia, es que desaparezca el enchufismo y prevalezca la transparencia absoluta en las contrataciones. Contrataciones basadas en la ayuda a los más necesitados y nunca destinadas a premiar favores electoralistas. De ahí que semejante anuncio haya sacado de quicio a los sindicalistas. Ya que a partir de ahora podrán emplear la voz para salir de dudas, si las tienen, pero no tendrán voto. Espero, cómo no, por la cuenta que le trae, que el delegado del Gobierno no se vea obligado a pagar deudas, anteriormente contraídas, a ningún partido político. Pues se le vendría abajo todo el tinglado.

JUEVES. 5


Sigue acaparando esta página el delegado del Gobierno. En esta ocasión, se debe a que ayer visitó las instalaciones de ‘El Pueblo de Ceuta’, acompañado por sus asesores. Allí me encontraba yo, quince minutos antes del tiempo fijado para que hiciera su entrada en el edificio, gracias a que me lo pidió el gerente de esta Casa: Ángel Muñoz Tinoco. A las siete y cinco de la tarde José Fernández Chacón se dirigía a mí, ante la atenta mirada del editor, José Antonio Muñoz, para tenderme la mano y decirme, sin más preámbulo, que llevaba tiempo deseando conocerme. De modo que, durante varios minutos, estuvimos intercambiando impresiones a marcha forzada. Bajo mi temor, justificado, de no acaparar más de lo debido al hombre nacido en Utrera y vecino de Cádiz desde hace ya muchos años. Tiempo tendré de escribir al respecto. Es lo que pensé mientras decidí hacer un aparte con los asesores: José Antonio Carracao, José María Más, y con el jefe de Gabinete, Sergio Moreno; mientras Rocío Abad, responsable de cuanto acontece con la prensa en la Delegación, no perdía de vista a Fernández Chacón. Nos dio tiempo, en la improvisada tertulia, de reírnos un rato. Rato que aproveché, como no podía ser de otra forma, para hacer propaganda del sitio en el cual colaboro. Eso sí: con el desparpajo que otorgan los años y midiendo las palabras. Más y Carracao, que apenas me conocen, me prestaron la atención debida. Ante la mirada complaciente, y no carente de ironía, de quien sabe algo más de mí: Moreno; siempre afable y educado.

VIERNES. 6


Carlos Chocrón pensó un día que lo de plantar árboles podría quedar muy bien. Y dio rienda suelta a su aventura con el beneplácito del Gobierno de la Ciudad. Pero lo que empezó siendo catalogado como un capricho de hombre rico, por algunos envidiosos, le ha servido a Carlos para concienciarse de que laborar a favor de la causa medio ambiental le satisface tanto como le hace sentirse bien. Y hasta se ha ganado en buena lid que la Ciudad le haya premiado con el conocido Premio Encina 2008. Del que ha dicho que ya ha entrado en la historia de su familia. Y que hará todo lo posible para que los suyos se vuelquen con el medio ambiente ceutí. Carlos Chocrón necesitaba, al margen de su bien ganada fama como empresario de altos vuelos, un premio ciudadano. Y Juan Vivas se ha dado cuenta de que era el momento para otorgárselo a un hombre cabal. Y sobre todo al propietario de una joyería que tanto lustre le da a Ceuta.

SÁBADO. 7


Leo lo que escribe la directora del medio decano sobre la soledad de los políticos que se sientan ante quienes lucen puñetas en la bocamanga de sus togas. Y pone como ejemplo a Francia, a Moro y a Sampietro. Los tres, según dice ella, abandonados por sus partidos y puestos en cuarentena hasta por quienes se jactaban de ser amigos de ellos cuando tenían poder y repartían dividendos en forma de concesiones de empleos y otras prebendas. Es cierto que sentarse ante los jueces es siempre una prueba dura, más que dura; incluso siendo uno el demandante. Por ser así, el escrito de la pamplonesa me hace pensar, a velocidad de vértigo, en que ésta, además de hipócrita, es una desmemoriada. O bien se pone a escribir de lo primero que tiene más a mano para salir del paso. Me explico: ¿cómo es posible que le dé tanta pena del calvario, que seguramente habrán pasado los antes citados políticos, y no se acuerde de cuando un compañero suyo luchaba denodadamente todos los días para que se sentaran en el banquillo quienes le habían agredido en plena calle, mientras estaba en acto de servicio? Un compañero a quien el editor del medio fue incapaz de prestarle la menor ayuda. Pero más que perdida la memoria, lo que debe tener Carmen Echarri es amnesia: al no recordar que ella, que cubría todos los juicios, al de su compañero no asistió para evitar el tener que escribir de lo que allí se iba a juzgar. Y para no titular, días más tarde, que los agresores habían sido condenados. Porque de esa manera se exponía a no recibir la información privilegiada que le proporcionaba cierto sujeto. Los políticos, por más que el partido parezca que los considera apestados, en casos así, no se quedan descalzos... Ah, Carmen, de Luis Vicente Moro no deberías decir ni pío. Ni siquiera para condolerte de sus problemas.
 

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