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OPINIÓN - DOMINGO, 15 DE JUNIO DE 2008

 

OPINIÓN / EL OASIS

Las mujeres del presidente
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

La diferencia que hay entre los hombres y las mujeres es que ellos hablan bien de ellas y las tratan mal, mientras que ellas hablan mal de ellos y los tratan bien. Creo habérselo leído a un medico internista que fue entrevistado. Y no andaba el hombre muy descaminado cuando lo dijo.

Las mujeres que forman parte del Gobierno presidido por Juan Vivas son la excepción: todas hablan y no acaban de las muchas cualidades que adornan al presidente de la Ciudad. Y se les cae la baba en cuanto sale a relucir el nombre de éste. Me decía una señora, no ha mucho, que Vivas les tiene sorbido el seso a sus diputadas. Que todas ellas comen en su mano. Y hasta se atrevió a decirme que se disputan el derecho a ser la más apreciada por él. De ahí que ahora prime la desconfianza en el gineceo al comprobar que desde hace tiempo es Mabel Deu la que más suerte está teniendo en ese cometido.

La envidia que ha despertado la consejera de Educación y Cultura entre sus compañeras es porque están viendo que son ya muchos los días en que Deu y Vivas comparten páginas de periódicos y las fotos de ambos son destacadas sobremanera. Y no entienden, o no quieren entender, que la consejería de la señora Deu cuenta con más posibilidades de lucimiento.

Sea como sea, y sin que el asunto haya tomado visos de envidia enfermiza, la verdad es que Vivas se ha preocupado siempre de tener contentas a las diputadas. Las trata de maravillas y las seduce para su causa de gobernante sabedor de que durante los últimos años las mujeres han conseguido arruinar la carrera política de dos o tres presidentes. Cierto que ellos no contaban con mayoría absoluta, pero nunca conviene enemistarse con las féminas.

Por consiguiente, no me sorprende que Vivas haya festejado por todo lo alto y así se lo haya demostrado a Yolanda Bel el premio que ésta ha recibido en Madrid: Escoba de Oro por su buena gestión en residuos y medio ambiente. Ya era hora de que Yolanda disfrutara de una alegría que estaba necesitando como se necesita llenar la botarga todos los días. Porque me consta que la consejera de Medio Ambiente lo está pasando muy mal como portavoz del Gobierno. A ver si así se le quita esa obsesión que tiene con que los medios han de cumplir con el papel que les asignen los políticos situados en el machito. Pues ese pensamiento no es ni bueno ni conveniente para quien no está libre de necesitar en cualquier momento una ayuda adecuada a sus deseos.

Tampoco estaría mal que la consejera de Sanidad, Adela Nieto, fuera premiada por algo de su consejería para poder recibir las felicitaciones de su presidente. Y así alegrarse la vida. Porque ella, que me parece mujer muy válida, lleva una temporada enfadada con el mundo y le gustaría poder hacer una escabechina con los medios de comunicación y acabar con todo aquel que no comulgue con los intereses del Gobierno. Postura ineficaz.

Carolina Pérez está ya curada de espanto. Y cuando se enfada lo primero que hace es retirarle la palabra a quien considere que es su enemigo. Y encima brinda con excelente vino. Ella sí que sabe.

Kissi Chandiramani procede de la Sorbona. Pero oye, ve y calla. Y le va la mar de bien con ese proceder.

Mabel Deu, sin embargo, es la sonrisa del Gobierno. Y hay que lucirla. Eso sí: todas son mujeres del presidente. No lo duden.
 

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