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He seguido con interés el
desarrollo del pleno del Parlamento Europeo referido al tema
de la inmigración, sobre todo con la polémica norma que
armoniza los procedimientos de repatriación.
Antes de proseguir, he de dejar claro a nuestras autoridades
que ya es hora de que tomen cartas en el asunto de la calle
Teniente Pacheco, en su confluencia con el Pasaje Mina. No
hay día en que los coches aparquen como le salgan de los
huevos imposibilitando, por lo tanto, la libre circulación
de vehículos… aparte de que obliguen a los vecinos a que
tapen los contenedores de basura.
Volviendo al tema tras este inciso.
El Pleno de la Eurocámara ha votado aprobando la norma sobre
repatriación de inmigrantes con su internamiento en centros
específicos hasta un máximo de 18 meses en espera de su
expulsión.
Aunque varias ONG’s denuncien que esta norma vulnera los
Derechos Humanos de los inmigrantes, creo que tales derechos
humanos han sido vulnerados desde que salen de sus
respectivos países.
Sería de agradecer que esas ONG’s, incluida Amnistía
Internacional, luchen verdaderamente a favor de los
inmigrantes metiéndose en el terreno de la mafia y luchando
contra ésta e impidiendo que sigan llegando inmigrantes
ilegales.
Aunque esa normativa sobre repatriación de inmigrantes tenga
el punto final de la directiva aprobada, no será inminente
por cuanto desde que aparezca en el Boletín Oficial de la
UE, los Estados miembros tendrán dos años para introducirla
en sus respectivas legislaciones nacionales.
En éste “impasse” los inmigrantes ilegales seguirán llegando
y permaneciendo en nuestro país el tiempo que consigan sin
ser detectados.
El nuevo límite de seis meses, ampliable a dieciocho no
afecta a nuestro país (el período máximo de retención es de
40 días) pero ello no es óbice para que nuestro Gobierno
adapte la legislación a la europea.
En realidad, ni la normativa española es utilizada con rigor
por nuestros gobernantes dado que siguen campando a sus
anchas miles de inmigrantes ilegales.
Esta normativa ¿entrará en vigor en Ceuta?... mucho me temo
que no. Somos parias en tierra de nadie a juzgar por cómo se
toman las cosas los responsables de inmigración. De hecho
¿nuestras autoridades tienen lista de inmigrantes ilegales
marroquíes residentes?
Si mis cálculos no fallan, los ciudadanos musulmanes ya
superan con mucho a los ciudadanos de otras religiones y
ello configura que esa mayoría son marroquíes. A cualquiera
que paren en plena calle y le exijan la documentación…
veremos que tengo razón.
¿O es que en Ceuta no consideramos inmigrantes ilegales a
esa gente?
Aunque en realidad parece que no somos europeos. Somos
norteafricanos, aunque luzcamos la bandera de la UE.
Cambiando, como siempre, de tema. Mariano Rajoy, ese
entrañable personaje público que además es político amigo de
nuestros peperos, ya empieza a sentar cabeza e insinúa que
hoy dará a conocer el nuevo Secretario General del PP.
Echando quinielas, apostaría por Pío García Escudero, que ya
está bastante baqueteado de piar a todas horas.
Mientras Acebes siga en funciones no tienen nada que temer,
ni los socialistas ni los propios peperos ¿verdad?
Nuestro Juan Vivas marcha a Valencia para votar a su amigo,
esperemos que no se equivoque en su elección y no se lleve
un chasco después. Aunque contar con un prepotente en el
Congreso no viene a cuento, en cuanto a beneficios para la
Ciudad, por cuanto las riendas las llevan los socialistas y
es mejor congratularse con éstos que hacer la flor que
decore el culo a quién no tiene en sus manos luchar por la
ciudad.
Tanto se ha escrito sobre nuestra frontera, sobre el paso de
imanes hacía nuestra ciudad. Debemos tener las mismas
disposiciones que las autoridades marroquíes, que son muy
celosas de quienes quieren traspasar sus fronteras y, al
menos, igualar el trato que dispensan con los extranjeros
que tratan de cruzarla. Mucho veo yo mano ancha en nuestra
frontera para con determinados personajes. La decisión
tomada es correcta. Si los imanes quieren entrar en España,
han de hacerlo en igualdad de condiciones que cualquier
extranjero. Ceuta no es Marruecos.
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OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM
