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La Ciudad ha presentado su primer
punto impio en Ceuta. Un lugar donde depositar todos
aquellos materiales de desecho para evitar que finalmente
acaben en lugares no aptos, donde el perjudicado sea
finalmente el medio natural y, por extensión, la imagen de
una ciudad que mira deseosa hacia un destino en el que el
turismo engarce el ritmo necesario como para convertirse en
parte de un motor económico que realce a esta región un
tanto ‘tocada’ con la mano cruel de la crisis, no sólo la
generalizada, sino la autóctona con todos sus
condicionantes.
Mirar hacia el Medio Ambiente es mirar hacia uno mismo y
hacia las mejoras de las condiciones de vida, colaborando a
no ensuciar la propia ‘casa’ con materiales altamente
dañinos para los distintos ecosistemas. Las pilas, los
tóneres de faxes e impresoras, placas radiográficas,
aceites... imagínense de lo que nos podemos librar
sencillamente con un poco de concienciación ciudadana.
Evitar vertidos como el mercurio, el cadmio y otros
compuestos al mar es alargar la vida de nuestro entorno y
mejorar su calidad. Dar es recibir, por lo que el hecho de
dar buen trato a la naturaleza implica recibir saludables
esencias naturales que implementan positivamente la calidad
de vida del Ser Humano.
Era hora ya de que en Ceuta, iniciado el siglo XXI, contara
con un espacio donde la buena gestión de los residuos
garantizara mejoras en el entorno natural más próximo. Pero
es fundamental la participación de un ciudadano conocedor de
prácticas saludables para el Medio Ambiente. La primera gran
fase debe estar encaminada hacia una política de
comunicación directa dirigida a esta concienciación. Acabada
la cual, entrar en el campo de lo sancionable si la
ciudadanía, como concepto de respeto a los demás, no impera
pese a todo. Pasos para atrás ni para coger impulso, por si
se tropieza. Por eso mismo avanzar con seguridad, sin
excesivas prisas pero con las ideas bien claras y definidas,
es la mejor manera de afrontar los retos de esta ciudad en
la mejora global de su entorno, de su medio ambiente.
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OPINIÓN / EDITORIAL
