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El viaje a Madrid de ayer del
delegado del Gobierno en Ceuta, José Fernández Chacón, ha
rendido al menos dos frutos de nivel para la ciudad autónoma
y sus vecinos. En su zurrón, el político utrerano se trajo
una partida de 1,3 millones de euros del Ministerio de Medio
Ambiente, Medio Rural y Marino para acometer una actuación
de calado durante este y los dos próximos años en todo el
litoral de la ciudad autónoma. En la nota de prensa que
remitió a los medios de comunicación para anunciar los
acuerdos alcanzados la Delegación del Gobierno destacó el
empeño del político utrerano por hacer de la costa local uno
de sus principales valores. Esta consideración puede tomarse
en términos simplemente numéricos, pero no solamente. Lograr
un litoral limpio, bien equipado y atractivo puede servir a
Ceuta para incentivar la llegada de turistas, pero también
para que los propios ceutíes las visiten más asiduamente y a
su alrededor surjan negocios, siquiera de temporada, que
actualmente no existen en prácticamente ninguna al margen de
La Ribera, en pleno centro.
El primer área en el que se actuará será el entorno de Playa
Benítez, un área degradada cuya Asociación de Vecinos no ha
dejado de lamentar durante los últimos meses el estado en el
que se encuentra el arenal que da nombre a la barriada.
Pocas zonas con tanto atractivo han estado tan descuidadas
y, por lo tanto, ya era hora de que se anunciase un plan de
actuación decisivo para ella. Por otro lado, el delegado
regresa con el firme compromiso de SEPES de iniciar este
mismo año la construcción de 170 de las 600 viviendas que
prevé levantar en la primera fase de Loma Colmenar. Por ese
espacio, donde se anuncia un gran complejo urbanístico, no
sólo pasa la expansión y desahogo de parte del caso urbano
de la ciudad, sino sobre todo pasa la rehabilitación del
Príncipe Alfonso. De que las dos administraciones trabajen
con mimo en su desarrollo y gestión dependerá una parte
importante del futuro de Ceuta a medio y larzo plazo.
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OPINIÓN / EDITORIAL
