PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 12 DE JULIO DE 2008

 

OPINIÓN / ESCRITOS CABALLAS

El espejo de la vida
 


Javier Cherllarám
javiercherllaramt@elpueblodeceuta.com

 

Siempre que han querido acceder a mi para una entrevista de Diwali, he advertido de que solo hablaría de mis vivencias familiares por la gran persona que era mi padre, el nos integró como hizo el en vida en por y para España, y cuando era Diwali nos llevaba a comer a los famosos Casa Fernando, Bar Niza, Los Pulpos, o San Marco y esas meriendas de bandejas de pasteles de la Campana y el Vicentino. Mi padre siempre nos recordaba en esas fechas entrañables eso de comer lo que queráis, no me pidáis una moto ni un yate, pero eso de la comida yo lo he vivido y he visto en Pakistán y en la India el hambre y la necesidad, mi padre me dio licencia para matar con un dedo de butifarra o peineta a todo aquel que me dijera que era rico en la India, antes de venir aquí, el vivió en sus carnes la independencia de la India con Pakistán, el éxodo masivo de un lado para otro que sale en la película Gandhi, nos sobrecogió cuando mi padre se acercó al televisor y nos dijo, hijos míos, yo iba en esa caravana, todo lo que sale ahí es cierto. Yo no entiendo de festividad del punto de vista religioso, a veces tengo que llamar por teléfono a alguien para saber en que año estamos. Este año coincidiendo con la visita de Sus Majestades LOS REYES DE ESPAÑA, también he culminado mi asignatura pendiente con mis lazos hindues, el habernos casado por el ritual hindú Gema y yo.

Me entero de un comerciante que se ha peleado con el hijo, por eso de las cosas del querer, pero es de los quereres pagandose con dinero algo asi como pagar por amor, de rabia e impotencia por cuantas veces nos controlaste a nosotros lo que haciamos y despues se lo contabas a mi padre, mi padre con mas paciencia que Del Bosque en el Madrid, te iba toreando y pasando de ti , de vueltas en footing por la puerta de tu tienda, y mirarte el reloj si eran las diez de la noche y que carajo hacias abierto y no estabas en tu casa, con tu mujer y tus hijos. De Decirle a mi padre, que tus hijos van cerrando las tiendas con el sindicato, en aquellas huelgas del comercio, que maldades has encerrado en esa cabeza de borrico de tiempos de los paraguayos. Llevabamos las pegatinas de la huelga de comercio y como buenos caballas y españoles, deciamos no nos mires unete, y que pronto fuiste corriendo a decirselo a mi padre, si acaso los tiempos de Joselito, que le controlabas la hora y le decias que ha pasado tu hijo con un cigarro en la boca a tal hora. De las veces que no podia yo ni saludar a mi padre porque te metias por medio en las conversaciones, mucho dinero y poca educación, que hasta te vieron en la epoca de Franco hacer escaparate con una camiseta llena de boquetes. Que no te podias tirar en las bodas a la piscina del Muralla, por si no te habias cambiado de calzones, maldito seas por quererte entrometer en la vida de los ciudadanos de bien, de los que creiamos en otras vivencias y estilos de vida caballa, tu que querias que metieramos a tu hijo con calzador en las excursiones del Ceuta a la Linea, para que lo molieran a palos los ultras y tuvieramos que tirar del niño con mas años que el reloj de la plaza. Que poco te falto para que te cogiera mi hermano cara a cara, cuando empezaste hace unos años a seguir con el interrogatorio de tu hermano que, y esto que y la boda que , te largué esperate que voy a llamarlo al movil y que baje corriendo y le preguntas las cosas chismoso a la cara, que lo ves por la calle y te cambias de acera, que bien te pusiste hace años en la terraza del Hollywood con la antena de onda corta, enfrente de mi hermano y un amigo, a empaparte de todo lo que estaban hablando, si llego a estar yo te meto con la bandeja del camarero en la cabeza. Vives pobre y morirás rico, mas agarrado que un chotis tu sigue asi que los años van pasando volando, como a tu hijo se le iban los suspiros volando mientras le dejaban el coche con la amiga en el llano del mi Julito, y el chofer se pegaba las cervezas mientras tu hijo se pegaba los revolcones en el coche. Escupiendo para arriba tarde o temprano, el lapo cae para abajo como el espejo de la vida, con rabia e ironia traigo esos pasajes urbanos que caen por su propio peso carcomidos por el gusano de la ignorancia, como dicen un argentino, la misera humana que vi aquí , jamás la vi en Centroamérica. Solo me ha faltado alguna vez gritarle a los cuatro vientos, querido cotilla desde la infancia que el barco sale todos los dias, cuando quieras coge las maletas y te vas por si en cincuenta años, no te habias mirado al espejo de la vida.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto