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OPINIÓN - DOMINGO, 13 DE JULIO DE 2008

 

OPINIÓN / EL OASIS

La cantinela de siempre
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Hace mucho tiempo que dejé de viajar a Marruecos. En realidad, pocas han sido las veces que me he permitido cruzar la frontera. Prueba evidente de que, estando tan cerca de esa tierra, sigo de lejos los acontecimientos relacionados con ella.

Aun así, sería acto de osadía por mi parte si, dejándome llevar por lo que dicen unos y otros, más o menos expertos en asuntos marroquíes, creyera con la fe del carbonero en que algo se está tramando bajo cuerda sobre Ceuta y Melilla.

En realidad, si uno le hiciera caso a lo que ha venido leyendo en ‘El Imparcial’, presidido por Anson, habría asumido ya que Mohamed VI le tiene ganada la voluntad a José Luis Rodríguez Zapatero. Y que el Rey de Marruecos está completamente seguro de que ahora es el momento clave para sentar las bases sobre una coso-beranía de Ceuta y Melilla, por ser ZP tan feble de carácter como un antipatriota contrastado.

Lo cual no deja de ser un asunto que ha terminado aburriendo a mucha gente. Como todo lo que se repite machaconamente y a veces de manera mecánica. Entiendo que para muchos españoles, y sobre todo para ceutíes y melillenses, las continuas reclamaciones de Marruecos se hayan convertido en rumores monótonos, hirientes y provocativos.

Unas reivindicaciones que suelen generar más irritación que miedo. Y que da pie a que los sentimientos ciudadanos se exalten en esos momentos y afloren las susceptibilidades de las personas que se sienten ofendidas y menospreciadas por quienes no cesan de reclamar unas tierras que nunca les han pertenecido.

En tales momentos, es decir, cada vez que las autoridades marroquíes, que no tienen sentido de la pesadez, se ponen a reclamar Ceuta, Melilla y otras posesiones españolas, convendría que los periódicos españoles, en vez de insistir en que Máximo Cajal es un demonio que terminará convenciendo a ZP de la necesidad que tiene España, para mantener las buenas relaciones con Marruecos, de entregar sus posesiones en el Norte de África, le recordaran a la gente lo que no deja de ser también un tema muy manido.

Deberían recordarle que un pueblo, en este caso Marruecos, con muchos problemas internos, necesita un enemigo concreto, superior en desarrollo, para medirse a él cada dos por tres. Porque con un enemigo así, inventado a conveniencia, el pueblo entiende que sus males son causados por quienes disfrutan de unas ciudades que les fueron arrebatadas en su día. Y, desde entonces, no levanta cabeza. Y la gente, que pide un culpable, desvía la mirada para, como decía el poeta, acertar equivocándose. Con lo cual está asegurado que el pueblo no dé con el verdadero culpable de sus desgracias.

Por consiguiente, me parece que ‘El Imparcial’, periódico digital que nació odiando a ZP y luciendo una portada para amedrentar a los ciudadanos de Ceuta y Melilla, vuelve a la carga para sembrar el veneno de la duda en ambas ciudades. Proclamando que ante la desconfianza que genera el presidente del Gobierno, los gobernantes de Melilla ponen velas a los santos por lo que pueda ocurrir... Con semejante portada, seguro que mi admirado Anson, presidente del medio, le hace un flaco favor a Ceuta y Melilla. Los habrá que piensen todo lo contrario. Es la cantinela de siempre.
 

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