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Algo más de 40 trabajadores de Obimace se concentraron en la
tarde de ayer en el salón de actos de los sindicatos para
acordar nuevas medidas a favor de la subida salarial que
pretenden se haga efectiva. Después de una votación, los
operarios decidieron dar un margen de dos días a la ciudad,
(hoy y mañana), para que acepten la subida salarial que
pretenden y que puede conseguirse con el incremento de
pluses.
La reunión celebrada ayer en el salón de actos de los
sindicatos no sirvió para tomar ninguna medida urgente, sino
para avisar a la Ciudad de que si no aceptan las
reivindicaciones, están dispuestos a llegar “a donde haga
falta”.
El aspecto negativo de la reunión fue el escaso número de
trabajadores que se dieron cita en la asamblea, poco más de
40 de los más de 210 que hay. Aún así, desde el comité de
empresa se emplazó a los presentes a que actuaran durante
estos días como mensajeros de una idea que pasa por no
bajarse del carro.
Durante la jornada, Mohamed Ali, presidente del comité de
empresa de Obimace, planteó una serie de medidas a tomar en
caso de que la Ciudad denegara una subida salarial que
consideran como una cuestión “noble” y de “orgullo”. Es más,
no sólo exigen que la consejera de Medio Ambiente, Yolanda
Bel, cumpla las promesas públicas realizadas el viernes y se
reúna a negociar, sino que se acepten las condiciones de
mejora.
Obimace pretende cobrar lo mismo que había exigido en un
principio, es decir, que un peón ordinario pase de percibir
los 1.329,01 actuales, a 1.500 en el año 2009. Esto ya no se
haría mediante la subida de algo más de cinco por ciento del
salario base, sino aumentado tres pluses, el de residencia,
el de peligrosidad y el de transporte.
La idea, tanto de Mohamed Ali, como del resto de los
trabajadores, es conseguir cobrar en 2009 alrededor de 2.500
euros más que lo que perciben actualmente. ¿Cómo se
conseguiría esto? Incrementando los tres pluses. El de
residencia pasaría de ser del 27 por ciento, al 30 por
ciento, el de peligrosidad, del 25 por ciento al 30 por
ciento; y el de transporte, de 9,48 euros actuales a 15
euros fijos cada mes. A esto habría que sumarle el
incremento del dos por ciento del salario base y una paga
extra que se cobraría en marzo y que ascendería a los 1.500
euros.
Por ello, atendiendo a la petición del comité de empresa,
los trabajadores pasarían de percibir 2.500 euros más de lo
que percibirían si mantienen las condiciones actuales, es
decir, con el incremento del dos por ciento y con las pagas
extras de verano e invierno.
Antonio Gil, secretario general de UGT dijo que aún
consiguiendo estas peticiones, “el salario no será digno
hasta que no se acerque al de otras empresas municipales”.
Además, Gil reveló que la consejera no había llamado a
ninguna de las dos plataformas sindicalistas involucradas en
este asunto, “tal y como premetió en los medios de
comunicación”. Además, el secretario general de UGT avisó de
que septiembre “va a ser un mes muy duro y sería fundamental
arreglar este problema antes de que llegue”. En cuanto al
dos por ciento, Gil comentó que si no accede a unas
peticiones dignas por parte de Obimace, le ensañará a la
Ciudad “un paquete de ilegalidades que comete este gobierno
y que les va a asustar”.
Por último explicó que las pretensiones de Obimace no son
altas, sino las mínimas en comparación a otras empresas
municipales, por eso “aumentaremos las protestas”.
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La Asamblea del jueves se celebrará en caso de que la Ciudad
no acepte la subida salarial que pretenden
El jueves es el plazo máximo
ofrecido por Obimace antes de tomar medidas más duras. Será
el jueves cuando se celebre una asamblea masiva en la que se
vote comenzar con las acciones, que se establecen en tres
puntos. En primer lugar, suspender cualquier trabajo
extraordinario; en segundo lugar, reducir la última o las
dos últimas horas de trabajo de la mañana y entrar dentro
del Ayuntamiento a protestar; la tercera, encerrarse en el
54, “para que todo el mundo vea, además, las condiciones en
las que trabajamos”. Además, se planteó el corte de la
calzada en el Puente Cristo.
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