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OPINIÓN - SÁBADO, 26 DE JULIO DE 2008

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Serpientes de verano
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Normalmente me baño, nos bañamos, en el Parque del Mediterráneo más que nada por la comodidad de tenerlo frente a casa y la ausencia de la, a veces molesta, arena que en Ceuta es bastante distinta a la de muchas playas peninsulares. Para variar, de vez en cuando nos acercamos a la playa del Chorrillo o de la Ribera porque a mi hijo pequeño le gusta tremendamente “ensuciarse” con la oscura arena caballa.

En Ceuta no hay serpientes de verano, hay medusas. A montones. Medusas descaradas y de tendencias bisexuales, lo mismo soba a un hombre que a una mujer, y que dejan un recuerdo picante no precisamente grato.

La serpiente de verano suele ser bastante fantasiosa. Aparece para matar la abulia que invade la prensa de todo estilo y color. Cuando languidece la compra diaria de diarios y revistas. Cuando los periodistas y articulistas se vuelven vagos a causa de los estragos del calor directo en sus cerebros y los jefes de redacción se desesperan por cubrir las páginas de sus medios bajo la dura mirada del editor que no quiere ni pensar en una merma de ingresos. ¿El director?... en Babia.

Aunque he de confesar que también influye la ausencia de lectores a causa de la estampida vacacional. Las noticias también toman vacaciones.

¿Se imaginan Vds,, queridos lectores, lo que es cubrir las páginas de un diario a todas horas del día y buena parte de la noche por no hablar de la madrugada?

A causa de todo, y más, lo que expongo, es necesario disponer de buenas serpientes de verano que hibernan el resto de las estaciones con el único objeto de mantener viva la llama del periodismo.

La serpiente del verano actual ha traído varias noticias. Una es la de un escritor, periodista o lo que sea, con pasaporte portugués y un libro en el que relata el asunto de la niña inglesa secuestrada y desaparecida de tal manera que pone los pelos de punta. Y no precisamente por el frío del congelador.

Otra de las noticias es la declaración de uno de los astronautas del Apolo 14, Edgar Mitchell. Sí, ese que dio un paseo por la superficie lunar durante nueve horas y diecisiete minutos, con lo que sigue manteniendo el récord aún no superado por nadie. Afirma que ha contactado con alienígenas y que su gobierno lo ha ocultado durante 60 años. El sexto hombre que puso sus pies en la Luna sigue empeñado en su tesis de que los extraterrestres llevan décadas visitando nuestra sandía.

El único alienígena que me he encontrado en Ceuta es uno que anda disfrazado de apestoso mendigo que sólo molesta a la gente, espatarrada en las terrazas de la Gran Vía, pidiéndoles cigarrillos. Este alienígena tiene una mirada harto extraña. Suele ir despeinado y sin afeitar regularmente y aunque no dispone de una segunda boca dentro de su ídem, da un poco de miedo escénico. Tiene un tic característico que lo delata como extraterrestre: mueve los hombros de una manera que le asemeja a los títeres movidos por hilos invisibles. No es malo, ni se mete con nadie. Hasta ahora no ha asesinado ni abducido a nadie.

Como vengo observando cada vez que me lo encuentro su manera de ser, mucho me sorprende no haberlo visto nunca comiendo. Siempre fumando.

Aunque el astronauta Mitchell afirme que los extraterrestres son pequeña gente que le parece extraña, a mi me parece que no es tan pequeña. Un poco bajito si lo es, el alien de Ceuta, y bastante huraño cuando alguien le ofrece comida.

Lo único que me asquea, aparte del tufo que despide, son las uñas de sus manos (de los pies no las he visto aún ni quiero imaginarlo). Unas uñas que suele dejarse crecer hasta más de un centímetro. Uñas que almacenan en su interior tanta porquería que las muestra negras. Negrísimas. De vez en cuando me sorprende verlas recortadas.

Mi serpiente de verano es esa que me hace pensar sobre la estación espacial a la que tantos viajes hacen los americanos. ¿No será un modo de desviar la atención mundial mientras colonizan la Luna? ¿A cuento de qué van montando una estación espacial pudiendo hacerlo sobre la superficie de la Luna que es más estable? ¿Por qué no hacen más viajes a la Luna?... porque creo que todo fue un camelo. Nunca pisaron la Luna. Los estudios hollywoodenses obran milagros escénicos tan perfectos que hasta consiguen hacerlo creer al mismísimo Papa. ¿No?, entonces que me digan porqué se enfurruñó el Papa con la afirmación de la existencia de la tumba de Jesús.
 

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