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OPINIÓN - DOMINGO, 27 DE JULIO DE 2008

 

OPINIÓN / ESCRITOS CABALLAS

Aquellas visitas de los primos
 


Javier Cherllarám
javiercherllaramt@elpueblodeceuta.com

 

Se cumplieron ya treinta años de la visita a Madrid, de nosotros los primos de Ceuta a casa tita Lola, hemos perdido la patente Lola, por la visita a Ceuta de la tita, cuando las demas hermanas, aporreaban la mampara de EuroFerrys y le gritaban con emoción Lola,Lola, seis años despues cuando nos quedamos encerrados en el baño, gritamos pegando en la puerta Lola Lola… en recuerdo al emotivo momento de la Lola, asi como las gafas de Jesús Mari y los gritos de tita Anita, alertando a la expedición del Ceuta, que partia a unos entrenamientos de la Liguilla de aquel año.En estos recuerdos de verano, encuentro una foto de 1974, donde se celebraba mi siete cumpleaños.

Fran sale mas colorado que un guiri, Jose Javier pensaba en el pladu y la escayola y hacer caceria de jilgueros, Jesusin, frente a la camara ya pensaba en comprarse una, su gran afición y caminar pensativo por los muros de la Calle Consuelo, guardaba los convoys en los huecos de la pared, mi hermano Carlos con un mademan de buzo, es la viva estampa de Govinda,, mira entusiasta la composición de la foto, yo aguanto como pasión paternalista a mi hermano Joselito, ya observo en la foto, que entre nosotros aparece un madelman de marinero, por el arraigo y tradición familiar, la Armada aparecia entre nosotros.

De las investigaciones pertinentes desde hace mas de treinta años, todavía no hay ciencia cierta de cómo pudo caerse mi hermano Carlos de cabeza en el baño de Ana de la de abajo, fue un aterrizaje forzoso entre Jose Javier el catalina encima de Carlos, abrieron de golpe la puerta de par en par, mientras tita Lola todavía recibia, los aplausos y abrazos del resto del Patio Morales, Carlos lo llevó mi madre a la clinica de Ostalé, que habia enfrente de mi trabajo. De la comisión de investigación, no se sabe si fueron los celos por los regalos o la mala uva del cuadro la que hizo el impacto subito con la puerta del baño. De la foto , no se porque no confirmaron su asistencia, falta el niño de ticó, de la serie Ulises 31, Jose Javier de ticó patentó la mejor frase de la historia de dibujos animados, en los juegos de la Almadraba, tirando dardos a una diana, en casa de Tita Anita, no se como si por un movimiento sismico, la diana, cayó al suelo, y encima Manolito, Jose Javier su hermano como el arquero de Robin Hood, se disponia a lanzar el ultimo dardo, le rozó la sien y Manolito, quedó desmayado como las películas de David Carradine en Kung-fu, tita Anita chillaba ay que lo ha dejado ciego, Jose Javier niño de Ticó exclamó con ironia, si va a parecer un “ciclope”, yo me acordé del minatón que salia con un ojo en Simbad el marino, el catalino se mosqueó y queria sacar una escopeta del cinco y medio, salimos corriendo por los montes del arroyo, que buenos tiempos aquellos de rebullasca y jolgorio. Lo que no se puede explicar por la descomposición abdominal, que nos entró quizá por la fuerte risa que nos contagió la rocambolesca historia, de una noche de verano, a los postres de Los Pulpos, visita de rigor al cuadro, las charlas y reuniones familiares, hizo que nos fueramos al patio al descubierto, cosa hoy impensable en estos tiempos de asaltos a viviendas, sacamos un papel de wc de esos elefante, lo alargamos hasta a cocina y le pegamos fuego como las películas de Clark Gable y Ava Gadner en la Marabunta, o la de David Niven en 55 dias en Pekín, el tito Pepe, hizo un alarido de improperios y cabreo monumental, en la oscuridad de la noche, las llamaradas en forma de serpientes parecian la película Volcano de Tomy Lee-Jones, yo me escondi en el hueco del fregadero, de esos que se ponia un cubo debajo, antiguamente.

El tito a zapatillazos apagó el fuego. Con los rigores del verano, y aquellos cumpleaños, regalos, fotos y fiestas, los primos venian de Madrid en aquellos quince dias inolvidables, besitos al principio, peleas y golpes entre medio y otra vez lagrimas de despedida al pie de un Barco Virgen de Africa, hasta el año que viene, aquellas historias de risas y carcajadas niño de Ticó que nunca se acaben.
 

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