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OPINIÓN - LUNES, 28 DE JULIO DE 2008

 
ANÁLISIS / TENDENCIAS Y EVOLUCIÓN

El Yihadismo en Europa (IV)

Por Javier Jordán (UGR) y Manuel R. Torres (Univ. Pablo Olavide-Sevilla)


Continuación del tercer capítulo ofrecido en el diario de la jornada de ayer domingo.

Tercera fase. Afianzamiento y extensión del yihadismo global descentralizado en el

interior de Europa (desde septiembre de 2001 hasta la actualidad)

Esta tercera fase es una continuación de la segunda pero en ella se advierten con claridad dos características propias del yihadismo después de los atentados de Washington y Nueva York. La primera es la creciente descentralización del fenómeno. Rohan Gunaratna ha sintetizado ese cambio afirmando que Al-Qaida comenzó siendo una organización y que con el tiempo se ha transformado en un movimiento ideológico que inspira el comportamiento de miles de personas La segunda característica consiste en la mayor agresividad de las redes yihadistas, desde una perspectiva general, pero también en particular hacia objetivos dentro de Europa. Después del 11 de septiembre se ha multiplicado en todo el mundo el número de acciones terroristas coordinadas, o al menos, instigadas por Al-Qaida. También se ha elevado sustancialmente el número de comunicados públicos emitidos por Bin Laden y otros dirigentes de alto nivel. Tanto el impacto propagandístico de los macroatentados en Estados Unidos, como la reacción norteamericana en Afganistán e Irak, han introducido al yihadismo en una nueva fase de mayor expansión y actividad. El ritmo de los acontecimientos se ha acelerado en los últimos cuatro años.

Otro rasgo destacable de esta tercera fase del yihadismo en Europa consiste en que se sigue utilizando el Viejo Continente como plataforma para desarrollar acciones terroristas en los países de Oriente Medio y del Magreb. Los atentados de la sinagoga de Djerba, en Túnez, y Casablanca en Marruecos tienen conexiones con yihadistas que residían de manera estable dentro de las fronteras de la Unión (y en ambos casos con yihadistas de España (ORIS, 2003b, 2005). Sin embargo, la imagen de Europa Occidental como retaguardia estratégica ha sido casi completamente sustituida por la de vanguardia operativa.

En esta fase en la que todavía nos encontramos se aprecian dos grandes categorías de redes yihadistas:

a) Por un lado, todavía existen redes con una fuerte vinculación exterior, tanto con otras redes en Europa como con grupos yihadistas en Asia Central y Oriente Medio, particularmente con Pakistán, Chechenia e Irak. A pesar de la presión internacional que se ha mantenido sobre el entramado de Al-Qaida y sus grupos asociados después del 11 de septiembre, aún se encuentran en libertad, y en estado operativo, militantes de la yihad global que mantienen abiertas las vías de comunicación entre países y continentes. Algunos ejemplos de esas redes con importantes conexiones internacionales, similares a las que mantenían entre sí los grupos vinculados a Al-Qaida antes de septiembre de 2001, son los siguientes:

- Una red compuesta por magrebíes e implicada en un presunto intento de atentado con gas venenoso ricino en el metro de Londres y contra la embajada de Rusia en París. Las primeras detenciones se efectuaron en noviembre de 2002 en el Reino Unido. Al mes siguiente la policía francesa detuvo a nuevo individuos vinculados a la red10. En enero de 2003 la policía británica encontró un laboratorio donde fabricar el veneno y llevó a cabo nuevas detenciones.

En el transcurso de la operación un policía fue apuñalado mortalmente por los terroristas. En ese mismo mes la policía española detuvo en Cataluña a dieciséis argelinos relaciones con los grupos de Francia y el Reino Unido y en posesión de material susceptible de ser utilizado para la fabricación de explosivos (ORIS, 2003a)11. Varios miembros de estas redes habían recibido entrenamiento en el Valle del Pankisi, en Georgia, en campos de entrenamiento con muyahidines chechenos y miembros de Al-Qaida (Nesser, 2004: 61-68).

- En abril de 2002 la policía alemana detuvo a nueve individuos vinculados a la red yihadista Tawhid que pretendían atentar contra objetivos judíos en Alemania. El grupo seguía órdenes del jordano Abu Musab al-Zarqawi, actual líder de Al-Qaida en Irak, y estaba compuesto en su mayoría por personas de origen jordano y palestino12. Según las confesiones posteriores de los detenidos, Zarqawi les había dado la orden de atentar contra intereses judíos allí donde pudieran. En aquellos momentos Zarqawi todavía no se había hecho con el liderazgo de la lucha yihadista en Irak ni había jurado fidelidad a Osama Bin Laden, pero sus objetivos coincidían con los del yihadismo global (Scheuer, 2005).

- Entre junio y noviembre de 2003 las fuerzas de seguridad italianas llevaron a cabo decenas de arrestos en Milán con motivo de la desarticulación de una red de envío de voluntarios y dinero a Irak13. La red estaba compuesta por individuos procedentes de Oriente Medio y del Magreb.

Algunos de ellos habían estado relacionados anteriormente con el GSPC argelino.

- La red de los atentados del 11 de marzo en Madrid. Los líderes de esta red habían sido simpatizantes o miembros de las redes argelinas y de la red de Abu Dahdah en España.

Gracias a uno de los miembros, el marroquí Jamal Ahmidan, fueron capaces de obtener el dinero y los explosivos necesarios para poner en marcha la campaña terrorista. Los miembros de la red tenían lazos de amistad o de parentesco con otros yihadistas fuera de España y seguían de cerca la propaganda radical en internet. Durante gran parte del tiempo las investigaciones policiales y de inteligencia han trabajado con la hipótesis de que los planificadores y ejecutores de los atentados fueron los cabecillas operativos del grupo (en especial el argelino Allekema Lamari y el tunecino Serhane Ben Abdelmajid) (Irujo, 2005: 198-199). Si a mediados de 2005 se filtraron a la prensa fragmentos del sumario judicial que apuntan a una subordinación directa de la red a individuos claramente vinculados a Al-Qaida (los hermanos Almallah y el marroquí Yousef Belhadj). De confirmarse esa información, la red del 11-M correspondería claramente a esta primera categoría.

- En septiembre de 2004 los Mossos d’Esquadra detuvieron a una decena de personas de origen paquistaní, acusadas de prestar apoyo logístico a la causa yihadista y de haber comenzado a planear un posible atentado contra edificios simbólicos de Barcelona. El juez que instruye la causa considera que su presunto jefe del grupo, Mohammad Afzaal, tuvo una reunión en Dubai con líder de alto nivel de Al-Qaida a comienzos de 2004.

- En diciembre de 2004 la policía alemana detuvo en varias ciudades a una red de iraquíes vinculados al grupo yihadista Ansar Al Islam. Esos individuos habían creado una infraestructura de apoyo a la lucha en su país mediante el envío de dinero, medicinas y reclutas.

- En junio de 2005 la policía española desarticuló una red de envío de voluntarios a Irak. En sumayoría los miembros de la red eran de origen marroquí y argelino. Varios de los detenidos habían expresado su deseo de participar en atentados suicidas.

La relación no pretende ser exhaustiva porque la finalidad de este trabajo no consiste en ofrecer un informe policial de las actividades antiterroristas realizadas durante estos años. Además, las fuentes disponibles (en su mayoría prensa escrita publicada en internet) no ofrecen demasiados detalles, ni suficiente fiabilidad, como para realizar un estudio pormenorizado sobre las características de cada una de las redes y el perfil biográfico de sus miembros. En cualquier caso, lo que sí queda de manifiesto es la permanencia en Europa de redes que aún colaboran con el núcleo central del yihadismo en Asia Central y Oriente Medio.

Este hecho puede plantear una situación de grave inseguridad, ya que se trata de grupos compuestos por individuos que en determinados casos han recibido un alto nivel de entrenamiento en técnicas terroristas. Por otra parte, los líderes de Al-Qaida son conscientes de la necesidad de repetir atentados tan espectaculares como los del 11 de septiembre (UPL, 2005) y, en el futuro, estas redes podrían convertirse en el instrumento con el que llevar a cabo una nueva operación tan compleja y ambiciosa. (continúa...)
 

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