Continuación del tercer capítulo ofrecido en el diario de la
jornada de ayer domingo.
Tercera fase. Afianzamiento y extensión del yihadismo global
descentralizado en el
interior de Europa (desde septiembre de 2001 hasta la
actualidad)
Esta tercera fase es una continuación de la segunda pero en
ella se advierten con claridad dos características propias
del yihadismo después de los atentados de Washington y Nueva
York. La primera es la creciente descentralización del
fenómeno. Rohan Gunaratna ha sintetizado ese cambio
afirmando que Al-Qaida comenzó siendo una organización y que
con el tiempo se ha transformado en un movimiento ideológico
que inspira el comportamiento de miles de personas La
segunda característica consiste en la mayor agresividad de
las redes yihadistas, desde una perspectiva general, pero
también en particular hacia objetivos dentro de Europa.
Después del 11 de septiembre se ha multiplicado en todo el
mundo el número de acciones terroristas coordinadas, o al
menos, instigadas por Al-Qaida. También se ha elevado
sustancialmente el número de comunicados públicos emitidos
por Bin Laden y otros dirigentes de alto nivel. Tanto el
impacto propagandístico de los macroatentados en Estados
Unidos, como la reacción norteamericana en Afganistán e
Irak, han introducido al yihadismo en una nueva fase de
mayor expansión y actividad. El ritmo de los acontecimientos
se ha acelerado en los últimos cuatro años.
Otro rasgo destacable de esta tercera fase del yihadismo en
Europa consiste en que se sigue utilizando el Viejo
Continente como plataforma para desarrollar acciones
terroristas en los países de Oriente Medio y del Magreb. Los
atentados de la sinagoga de Djerba, en Túnez, y Casablanca
en Marruecos tienen conexiones con yihadistas que residían
de manera estable dentro de las fronteras de la Unión (y en
ambos casos con yihadistas de España (ORIS, 2003b, 2005).
Sin embargo, la imagen de Europa Occidental como retaguardia
estratégica ha sido casi completamente sustituida por la de
vanguardia operativa.
En esta fase en la que todavía nos encontramos se aprecian
dos grandes categorías de redes yihadistas:
a) Por un lado, todavía existen redes con una fuerte
vinculación exterior, tanto con otras redes en Europa como
con grupos yihadistas en Asia Central y Oriente Medio,
particularmente con Pakistán, Chechenia e Irak. A pesar de
la presión internacional que se ha mantenido sobre el
entramado de Al-Qaida y sus grupos asociados después del 11
de septiembre, aún se encuentran en libertad, y en estado
operativo, militantes de la yihad global que mantienen
abiertas las vías de comunicación entre países y
continentes. Algunos ejemplos de esas redes con importantes
conexiones internacionales, similares a las que mantenían
entre sí los grupos vinculados a Al-Qaida antes de
septiembre de 2001, son los siguientes:
- Una red compuesta por magrebíes e implicada en un presunto
intento de atentado con gas venenoso ricino en el metro de
Londres y contra la embajada de Rusia en París. Las primeras
detenciones se efectuaron en noviembre de 2002 en el Reino
Unido. Al mes siguiente la policía francesa detuvo a nuevo
individuos vinculados a la red10. En enero de 2003 la
policía británica encontró un laboratorio donde fabricar el
veneno y llevó a cabo nuevas detenciones.
En el transcurso de la operación un policía fue apuñalado
mortalmente por los terroristas. En ese mismo mes la policía
española detuvo en Cataluña a dieciséis argelinos relaciones
con los grupos de Francia y el Reino Unido y en posesión de
material susceptible de ser utilizado para la fabricación de
explosivos (ORIS, 2003a)11. Varios miembros de estas redes
habían recibido entrenamiento en el Valle del Pankisi, en
Georgia, en campos de entrenamiento con muyahidines
chechenos y miembros de Al-Qaida (Nesser, 2004: 61-68).
- En abril de 2002 la policía alemana detuvo a nueve
individuos vinculados a la red yihadista Tawhid que
pretendían atentar contra objetivos judíos en Alemania. El
grupo seguía órdenes del jordano Abu Musab al-Zarqawi,
actual líder de Al-Qaida en Irak, y estaba compuesto en su
mayoría por personas de origen jordano y palestino12. Según
las confesiones posteriores de los detenidos, Zarqawi les
había dado la orden de atentar contra intereses judíos allí
donde pudieran. En aquellos momentos Zarqawi todavía no se
había hecho con el liderazgo de la lucha yihadista en Irak
ni había jurado fidelidad a Osama Bin Laden, pero sus
objetivos coincidían con los del yihadismo global (Scheuer,
2005).
- Entre junio y noviembre de 2003 las fuerzas de seguridad
italianas llevaron a cabo decenas de arrestos en Milán con
motivo de la desarticulación de una red de envío de
voluntarios y dinero a Irak13. La red estaba compuesta por
individuos procedentes de Oriente Medio y del Magreb.
Algunos de ellos habían estado relacionados anteriormente
con el GSPC argelino.
- La red de los atentados del 11 de marzo en Madrid. Los
líderes de esta red habían sido simpatizantes o miembros de
las redes argelinas y de la red de Abu Dahdah en España.
Gracias a uno de los miembros, el marroquí Jamal Ahmidan,
fueron capaces de obtener el dinero y los explosivos
necesarios para poner en marcha la campaña terrorista. Los
miembros de la red tenían lazos de amistad o de parentesco
con otros yihadistas fuera de España y seguían de cerca la
propaganda radical en internet. Durante gran parte del
tiempo las investigaciones policiales y de inteligencia han
trabajado con la hipótesis de que los planificadores y
ejecutores de los atentados fueron los cabecillas operativos
del grupo (en especial el argelino Allekema Lamari y el
tunecino Serhane Ben Abdelmajid) (Irujo, 2005: 198-199). Si
a mediados de 2005 se filtraron a la prensa fragmentos del
sumario judicial que apuntan a una subordinación directa de
la red a individuos claramente vinculados a Al-Qaida (los
hermanos Almallah y el marroquí Yousef Belhadj). De
confirmarse esa información, la red del 11-M correspondería
claramente a esta primera categoría.
- En septiembre de 2004 los Mossos d’Esquadra detuvieron a
una decena de personas de origen paquistaní, acusadas de
prestar apoyo logístico a la causa yihadista y de haber
comenzado a planear un posible atentado contra edificios
simbólicos de Barcelona. El juez que instruye la causa
considera que su presunto jefe del grupo, Mohammad Afzaal,
tuvo una reunión en Dubai con líder de alto nivel de Al-Qaida
a comienzos de 2004.
- En diciembre de 2004 la policía alemana detuvo en varias
ciudades a una red de iraquíes vinculados al grupo yihadista
Ansar Al Islam. Esos individuos habían creado una
infraestructura de apoyo a la lucha en su país mediante el
envío de dinero, medicinas y reclutas.
- En junio de 2005 la policía española desarticuló una red
de envío de voluntarios a Irak. En sumayoría los miembros de
la red eran de origen marroquí y argelino. Varios de los
detenidos habían expresado su deseo de participar en
atentados suicidas.
La relación no pretende ser exhaustiva porque la finalidad
de este trabajo no consiste en ofrecer un informe policial
de las actividades antiterroristas realizadas durante estos
años. Además, las fuentes disponibles (en su mayoría prensa
escrita publicada en internet) no ofrecen demasiados
detalles, ni suficiente fiabilidad, como para realizar un
estudio pormenorizado sobre las características de cada una
de las redes y el perfil biográfico de sus miembros. En
cualquier caso, lo que sí queda de manifiesto es la
permanencia en Europa de redes que aún colaboran con el
núcleo central del yihadismo en Asia Central y Oriente
Medio.
Este hecho puede plantear una situación de grave
inseguridad, ya que se trata de grupos compuestos por
individuos que en determinados casos han recibido un alto
nivel de entrenamiento en técnicas terroristas. Por otra
parte, los líderes de Al-Qaida son conscientes de la
necesidad de repetir atentados tan espectaculares como los
del 11 de septiembre (UPL, 2005) y, en el futuro, estas
redes podrían convertirse en el instrumento con el que
llevar a cabo una nueva operación tan compleja y ambiciosa.
(continúa...)
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