PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 31 DE JULIO DE 2008

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Se debate la objeción de conciencia, por la que algunos farmacéuticos se niegan a vender condones en sus establecimientos, del mismo modo que algunos médicos se niegan a realizar el aborto. Hasta aquí el debate, donde cada uno de los contertulios tenía diferentes ideas sobre el asunto, dándole la razón a estas personas y otros quitándoselas.

Si no nos equivocamos, estamos en un país de libertades, donde se puede llevar a cabo todo aquello que la ley lo permita. Y, por supuesto, no hay ninguna ley que obligue a esos farmacéuticos a vender condones o a esos médicos a negarse a practicar el aborto alegando, para ello, su objeción de conciencia. Esa objeción, que por su creencia, les impiden realizar ciertas cosas.

Dentro de esas libertades de las que disfrutamos, cada quisqui puede hacer lo que le venga en ganas, siempre dentro de lo que marcan las leyes. El que quiera vender, que venda condones y el que quiera práctica el aborto que lo practique. Es un problema personal de cada uno que, además, está amparado por la ley.

Esto de que cada un o en conciencia y dentro de lo que marca la ley, por la que se rige nuestro país, no entienden algunos de esos progresistas de pacotillas que tanto abundan y que, por supuesto, no tiene ni p… idea de lo que es y significa progresismo.

En un alarde de suprema inteligencia, uno de los personajillos que criticaba a las farmacéuticas que se negaba a vender condones o esos médicos que se negaban a hacer el aborto, tuvo la feliz idea de que todo ello se podía solucionar haciendo unas leyes para regular la objeción de conciencia.

Uno, como es así, se fue a su pequeño diccionario a buscar el significado de conciencia:” Conocimiento que tiene el hombre de si mismos, de sus existencia, de la existencia de las cosas y de sus actos”. Y, ante esto, me gustaría preguntarle al lumbrera, cómo se pueden hacer unas leyes qué regule la objeción de conciencia.

Qué leyes puede regular un sentimiento. Qué leyes, se pueden dictar, para regular el amor o el odio que como la conciencia es un sentimiento.

Este personajillo, lo que quiere es deshumanizar al individuo o despersonalizarlo, de tal forma que sólo sean robot, que acaten las sin rechistar las ordenes emanadas por los mandas de turno.

Es su idea sobre lo que debe ser le ser humano. Una idea propia de los países de repúblicas bananeras, copiada de la mamá esa que decía era un paraíso y que, cuando el muro de la vergüenza cayó, en ese magnifico paraíso, sólo había hambre, miseria, alcohólicos y muertos en las calles. Porque, ahí, en esos “paraísos”, el ser humano sólo es un número sin valor alguno.

Y este personajillo de medio pelo, aún no se ha enterado que vivimos en un país democrático, con nuestro derechos y con nuestros deberes y donde los seres humanos somos eso, personas y no robot dirigidos por un mando a distancia.

Somos hombres y mujeres libres, con todo el derecho del mundo, respetando las leyes que nos hemos dado en nuestra Constitución, realizar lo que la conciencia de cada uno le dicte y no lo que nos dicte un “papaito” cualquiera.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto