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sociedad - LUNES, 4 DE AGOSTO DE 2008


La doctora Al Farhani. GUERRERO.

SANIDAD
 

El Banco de Sangre de la Ciudad
de Melilla, en permanente alerta

Las vacaciones estivales provocan
un descenso en el número de
donaciones, de ahí que desde la entidad
y la Hermandad de Donantes se insista
en las campañas de captación

MELILLA
Jesús Andújar

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Ubicado en un añejo pabellón del Hospital Militar, el Banco de Sangre de Melilla permanece en constante actividad para hacer posible que la solidaridad de quienes realizan sus donaciones, permitan seguir regalando vida a quienes lo necesitan. El Banco, obligado a autoabastecerse por la distancia con la Península y sus más de 1.700 donantes activos, vive en una permanente campaña de información y captación de nuevos donantes, acciones que deben reforzarse en verano cuando las vacaciones pueden mermar las reservas. A nivel nacional se habla también de escasez de donaciones.

La llegada de las vacaciones estivales crea cierto desasosiego en el Banco y la Hermandad de Donantes de Sangre de Melilla, motivado por la salida de la ciudad de un buen número de afiliados, por lo que todo el personal permanece en alerta. Un equipo humano integrado por la doctora Saida Al Farhani, las administrativas Manoli Martínez y Nuria Reyes, y las enfermeras Inmaculada Guzmán y Alicia Esteban. Todas ellas, siempre con una sonrisa en la boca y una palabra amable, se encargan del funcionamiento de estas dependencias que se ubican en un antiguo centro hospitalario que pide a gritos una reconversión.

Mientras Manoli y Nuria actualizan las fichas de los 1.768 donantes censados, la doctora Saida atiende a uno de esos anónimos melillenses que no dudan en acudir al centro para realizar su contribución, con la que se podrá salvar la vida a un importante número de personas. "Donar es un acto altruista, generoso y voluntario", asegura la doctora Saida Al Farhani, "una acción que salva vidas". Según dijo, existe un control exhaustivo de la sangre que se transfunde a un paciente, así como del donante.

Cualquier donante debe cumplir tres requisitos básicos: tener más de 18 años, pesar más de 50 kilos y considerarse sano, especialmente no padecer enfermedades infecciosas (VIH/Sida, Hepatitis B y C, sífilis, etc). También está desaconsejado donar en el caso de personas que usen drogas por vía parenteral o a través de la piel, o aquellas personas que usen esteroides u hormonas. Asimismo se aplica una moratoria de medio año en la donación en el caso de personas que hayan sido intervenidas quirúrgicamente en los últimos seis meses, o que hayan viajado a países donde existen enfermedades endémicas como el paludismo, o en el caso de tatuajes o piercings.

El candidato a donante se somete a una entrevista en la que se constatan los hábitos saludables de vida y estado físico de la persona. Seguidamente se le realiza una completa analítica. "La persona que dona tiene la doble satisfacción de saber que está sano y que su contribución ayudará a otras personas". Tanto durante la donación como al final del proceso, el donante es atendido por los responsables del centro.

Al término de la extracción se le facilitan líquidos y dulces y se aconseja no practicar actividades físicas importantes durante unas horas o fumar al menos durante media. Según explicó, los hombres donan cada tres meses y las mujeres cada cuatro. El tiempo de extracción durante entre cinco y diez minutos y puesto que sólo se extraen 450 mililitros frente a los más de siete litros de sangre que puede tener un donante con más de 50 kilos, "la cantidad es minúscula".

La sangre se somete seguidamente a pruebas de hemogramas, serología y bioquímica para determinar que no porta virus o cualquier antígeno que pudiera ser patógeno para el paciente transfundido. Después se separan en concentrado de hematíes con una vida media de 42 días, plasma (duración de un año) y plaquetas, con una vida máxima de cinco días. El Banco de Sangre cuenta con una oficina para las entrevistas de la hematóloga, una sala de extracción con cuatro sillones, un laboratorio de análisis, una sala de congeladores en la que se mantiene en cuarentena las extracciones durante seis meses, un gran recibidor-sala de recuperación y las oficinas de la Hermandad de Donantes.

Pero el Banco de Sangre y la Hermandad de Donantes son algo más que un edificio, es una demostración palpable de lo que la solidaridad humana puede ofrecer. Los donantes se sienten parte de una gran familia, arropada por profesionales concienciados y amables que saben valorar en su justa medida el importante papel que juegan quienes no tienen reparos en dar parte de sí mismos, por el bien de otros sabiendo que en el fondo, todos salimos ganando.

Entrando en datos estadísticos, en 2007 se realizaron 1.519 donaciones, 220 más que en 2006. También se incrementó el número de nuevos donantes, pasando de los 138 conseguidos en 2006 a los 174 del pasado año, que permiten que actualmente la Hermandad disponga de 1.768 donantes censados y en activo.

Por sexos, las donaciones de hombres suelen superar a las de las mujeres, por las limitaciones que les supone la menstruación. En concreto, existe un 64,2 % de donantes hombres, frente a un 36,1 % de mujeres. Continuando con las estadísticas del Banco, de los 1.768 donantes activos en los últimos tres años, el 41% son melillenses entre los 18 y los 30 años, el 42% tiene entre 31 y 46 años, y el 16% restante corresponde a melillenses entre 46 y 64 años.

Pero el Banco y la Hermandad de Donantes realizan una labor continuada a lo largo del año, acción que ha permitido que en los seis primeros meses de 2008 se hayan producido 102 nuevas altas en el censo de donantes y que se hayan realizado ya 668 aportaciones.

Los interesados en recibir información o inscribirse como futuros donantes pueden hacerlo llamando a los teléfonos 952 67 50 51 y 952 67 45 45. El deseo de todos los integrantes del Banco es cambiar de sede, trasladarse al Cuarto Centro de Salud, pero por el momento no se ha concretado fecha para esta operación.

Miedos y desinformación


Un reciente estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) entre 1.350 españoles, arrojaba como conclusión que el 46 por ciento de los españoles considera que no está bien informado acerca de la donación de sangre. De ahí que se mantengan también tabúes y miedos ilógicos sobre la donación de sangre, tal como reconoce también la doctora Saida Al Farhani.

La encuesta de la OCU muestra que en España hay 36 donantes por cada mil habitantes, una cantidad que, según señalan los expertos, obliga a depender de las importaciones de sangre. En este sentido, la Federación Española de Donantes de Sangre apunta que la cifra idónea sería de 45 personas por cada mil habitantes, y destacaron que para llegar a esta cifra sería necesario animar a los dos tercios de las personas que, según la encuesta de la OCU, no han donado nunca.

Entre las razones por las que el 65% de los encuestados por la OCU no han donado sangre nunca se encuentra la falta de información. Según los resultados de la encuesta, el 40% de las personas afirma que no ha visto ni escuchado nada durante el último mes sobre la donación de sangre. Además, señalan que otro de los motivos para no donar es el miedo a las agujas.

En cuanto a los aspectos positivos recogidos por la OCU destacan la invitación por carta (43%), o ver un aviso en un lugar público (33%). La higiene y la profesionalidad de las personas que les atendieron también se encuentran en los puntos positivos, pero, sin embargo, la información vuelve a ser el punto discordante, ya que sólo un 20 por ciento de los donantes recuerda haber sido informado de los riesgos y un 33 por ciento de los beneficios. Además, el 22 por ciento no firmó consentimiento informado o no recuerda haberlo leído. Respecto a la falta de información, la OCU indicó que un 8 por ciento de los encuestados cree erróneamente que es fácil coger una infección al donar sangre, por lo que subrayó que "es importante que se traslade el mensaje de que, actualmente, todas las donaciones se realizan con material desechable y en condiciones de asepsia".

Por ello, la organización considera necesario llevar a cabo más campañas divulgativas, ampliar horarios y mejorar las instalaciones de donación, difundir cuántas vidas se salvan gracias a la donación de sangre -ya que la primera motivación de los donantes es la solidaridad-, e insistir en la lectura y firma del consentimiento informado.
 

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