sociedad - MIÉRCOLES, 6 DE AGOSTO DE 2008

CEUTA
Cristina Marzán
ceuta@elpueblodeceuta.com

Cuando son pequeños y entrañables parecen muñecos de peluche que tanto niños y mayores desean tener entre sus brazos. Luego crecen, juegan, socializan y llegan las travesuras que provocan más de un enfando en el hogar. Tener una mascota conlleva una gran responsabilidad y parece ser que es más fácil evadirla que enfrentarla.

La Asociación Protectora de Animales y Plantas de la Ciudad Autónoma de Ceuta ha acogido, en lo que va de verano, un total de 35 animales entre perros y gatos. ¿Motivos? Variados, pero tal y como dice el presidente de dicha entidad, Juan José Tuset, “el que quiere deshacerse de un perro, lo hace, sea como sea. Hemos encontrado camadas de gatos en nuestra puertas, perros amarrados a farolas, más los que recogemos en la perrera municipal”. El más claro ejemplo de un clinex de usar y tirar.

Esta protectora de Ceuta, renovada por la Junta Directiva de Tuset desde hace algunos meses, alberga a más de 300 animales; aproximadamente unos 200 gatos entre adultos y crías, y más de 100 perros y cachorros. Las instalaciones, que se encuentran en proceso de reforma, dividen a las especies por edades y tamaños, aunque a veces con tantos animales, faltan. “Tenemos dos habitaciones y un patio para los gatos, un pequeño almacén con provisiones y fármacos, queremos crear un quirófano para las urgencias y dar failidad a nuestra veterinaria, y los perros, temporalmente, se encuentran divididos en patios. Con las reformas, para facilitar las tareas de limpieza y la comodidad de los animales a la hora de socializarse, tenemos previstos hacer pabellones que alberguen a unos 5 ó 6 perros, según el tamaño. Pero el tema económico es bastante lenta”, explica Juan José Tuset. Efectivamente, esta protectora sólo cuenta con tres vías de financiación: la aportada por los socios, algunas subvenciones del Ayuntamiento y “el bolsillo de cuatro o cinco voluntarios”, explica entre risas, el presidente. Muchos gastos de manutención, sanidad y cuidados para pocas manos.

Algunos se preguntarán: ¿y que se hace con ellos? Pues gracias a la colaboración de algunas entidades del extranjero, estas mascotas abandonadas a su suerte, en la mayoría de los casos, suelen encontrar un hogar. “A través de varias ONG de Francia conseguimos exportar a los perros ya que hay familias que los solicitan por internet. Y los gatos van para Suiza, con el mismo proceso que los canes”, aclara Tuset, que recomienda, por el bien de estos pequeños seres, “evitar todo lo posible el abandono porque si no consigues una famlia para tu mascota, ésta termina en la perrera o haciéndose vieja en un recinto”. Sencillo pero directo. Un animal no es un juguete, es un miembro más en el hogar.
 

Diferentes situaciones, diferentes adopciones

En Ceuta, y en la mayor parte de la península, suelen tener más suerte las crías y cachorros, en los momentos de adopción. Todo el mundo desea un animal pequeñito, bonito, gracioso, para educarlo desde el comienzo. Pero, ¿los adultos tienen menos derechos por ser ya viejos?. Al contrario que en nuestro país, en el extranjero existen ciertos criterios a seguir a la hora de buscar una familia a estos seres. “Primero van los minusválidos, luego los ancianos, los más débiles y por último los cachorros. Porque todos deben tener las mismas oportunidades”, explica Juan José Tuset, presidente de la Asociación Protectora de Animales y Plantas de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Aunque no todo es tan fácil porque, a pesar de muchos, los animales son como personas. “Cada perro o gato que exportamos, y tiene que salir del país, va acreditado por nosotros. Necesita un pasaporte, una cartilla de vacunas, documentación sobre la especie”, explica Juan José. A lo que añade: “Antes de llegar a estas situaciones, se debe pensar que tener un animal es tener uno más, y no que después se puede regalar o abandonar”.