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OPINIÓN - DOMINGO, 10 DE AGOSTO DE 2008

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Honestidad
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Llevo unos días dándole vueltas al verdadero significado de la palabra honestidad, honesto. Se que la honestidad es una cualidad humana consistente en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, de acuerdo con los valores de verdad y justicia. En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y las personas; en otros sentidos, la honestidad también implica la relación entre el sujeto y los demás, y del sujeto consigo mismo.

No se puede decidir obviar información útil respecto a determinada decisión, y sin embargo defender que dicha decisión ha sido tomada con honestidad. Basar las propias decisiones en los deseos y no en la información reunida con respecto al mundo puede ser considerado deshonesto, incluso cuando se realiza con buenas intenciones. La honestidad requiere por lo tanto un acercamiento a la verdad no mediatizado por los propios deseos.

Tal vez, según las palabras de Pedro Gordillo en la caseta ferial de “Las Cañas” tomado cañas, el PP sea un partido en busca de la honestidad, no hallada todavía, en un empeño harto difícil si mantiene esa política de total desinformación.

Gonzalo Testa reportó, el pasado viernes, muy bien la celebración del PP en el recinto ferial, comparó a los políticos con vehículos, sobre todo diésel, que como todos sabemos son muy caros de reparar, cuando no de coste… pero es deshonesto, el Partido Popular, de aprovecharse de una coyuntura popular como es la Feria para hacer campaña, aunque sea para sus propios fines.

Desgraciadamente, los hechos y ciertos documentos hablan claramente de la marcada deshonestidad con la que se conducen los peperos, empezando por la asonada de las esposas y familiares de los militares, con sus manifestaciones y sus firmas. Eso a nivel local, por cuanto lo que es a nivel nacional, apaga y vámonos.

¿Por qué?, porque pese a la existencia de documentos, que los peperos conocen perfectamente y que no pueden ignorar su realidad tangible, no han dudado en usar un concepto contrario al contenido de esos documentos para comunicar, apoyar y participar en las distintas asonadas y manifestaciones en contra del Gobierno español. Ello basta para dudar de la supuesta honestidad pepera. Se de qué escribo.

La descripción realizada por Pedro Gordillo de su gente y del PP ceutí, se asemeja más al aria publicitaria de a cualquier otra cosa. ¡¡Qué suerte tiene el PP que sus militantes sean todos tan perfectos!!. No es que parezca que no lleva la honestidad encima, es que carecen por completo de ella en su verdadero y profundo significado. Mal asunto ese de mezclar a los socialistas en su charanga, sobre todo cargando contra Inmaculada Ramírez. Los socialistas no acuden a votar en los Congresos del PP y que yo sepa no se van a votar al Presidente de la Ciudad, por lo que esa declaración sobra. Tal vez el ambiente ferial haya trastocado un poco sus genes.

No es honesto quién lleva las trifulcas de la Asamblea a la calle. No es honesto quién pretende regodearse en otra persona, aunque sea su mejor enemigo (peor no puede ser porque entonces sería muy inferior) de manera pública y notoria tras haberla vencido por la fuerza de su mayoría, sabiendo como sabe que está en su propio terreno rodeado de fans por todas partes. Esa actitud basta para echar abajo la posible honestidad.

No digo que no existan gente honesta en el PP, ni mucho menos, las hay y a montones. Gente honesta que saben ser agradecidas cuando uno hace un pequeñísimo e insignificante obsequio… escribo de la actuación política deshonesta y nada más, por lo que pido que nadie se sienta aludido de manera personal. Recuerden que honesto significa, repartido en cuatro calificaciones de adjetivos: Decente o decoroso. Recatado, pudoroso. Razonable, justo. Probo, recto, honrado. Siendo necesario recalcar sobre las dos últimas descripciones el verdadero fondo de ser honesto. Tener como bandera tal virtud es un paso peligroso para un político. Las dos primeras ya pertenecen al ámbito curial.
 

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