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                     Los recién comenzados juegos 
					olímpicos en la República Popular China van a servir como 
					cortina de humo sobre la otra, una más, promesa incumplida 
					de Ramón Calderón, presidente del Real Madrid. 
					 
					Como no podía ser de otra forma, el culebrón del verano en 
					torno a fichar a Cristiano Ronaldo ha llegado a su fin, pero 
					sin que el jugador venga a Chamartín, con lo que se queda en 
					su equipo, el Manchester. 
					 
					Ahora se habla de que el año próximo si que podría venir, 
					pero hasta tanto un jugador más, en la época de Calderón ha 
					dado calabazas al mismísimo Real Madrid, cosa que no había 
					sucedido en la historia futbolística del club. 
					 
					Desde que recuerdo algo sobre fútbol, he visto que no había 
					jugador que dijera NO al Madrid, cuando el equipo blanco 
					llamaba a sus puertas. 
					 
					A lo largo de los últimos 60 años han desfilado por el 
					Santiago Bernabeu docenas de jugadores de lo mejor del mundo 
					futbolístico, desde los Di Stefano, Kopa, Didí, Santamaría, 
					Netzer ..., hasta los Figo, Zidanne, Ronaldo o Beckam. 
					 
					La historia reciente de los merengues fue la de llegar al 
					“más difícil todavía”, en el capítulo de fichajes, en los 
					años de Florentino Pérez al frente del club, sin que equipos 
					como Juventus, Manchester, Barcelona o Inter de Milán 
					pudieran impedirlo. 
					 
					¿Qué diferencia hay entre el Madrid de Calderón y el de 
					Florentino?. Sencillamente que en la presidencia con 
					Florentino había un señor, que cumplía sus promesas, porque 
					antes de hacerlas tenía todo “bien atado”, mientras que en 
					la presidencia con Calderón hay uno que “no pasa de ser un 
					encantador de serpientes” que se dedica a hacer “brindis al 
					sol”, y que al final no cumple o no sabe cumplir esas 
					promesas que hace, según se le van ocurriendo. 
					 
					Desde el primer momento se vio lo que era con la promesa de 
					fichar a Kaká, fichaje que todavía está esperando la afición 
					del Madrid. Lo de Cristiano Ronaldo, ahora, ha sido otra 
					forma más de poner un caramelo en los labios a la afición y 
					a la hora de la verdad sustituir ese caramelo por un poco de 
					“acíbar”. 
					 
					Ha sido la auténtica realidad de una serie de mentiras en 
					las que el jugador portugués, también, ha puesto mucho de su 
					parte, en todo el culebrón, que tenía dividida a la afición 
					entre los que querían el fichaje, costara lo que costara y 
					los que veían que fichar por 90 millones de € a un jugador 
					como ese era una auténtica locura. 
					 
					El que hubiera aficionados que SÍ lo querían a toda costa y 
					otros que NO, nada tiene que ver con la palabrería barata de 
					Calderón, que como un “tombolero” cualquiera ha estado 
					vendiendo humo desde el mes de mayo, sobre Cristian Ronaldo, 
					y desde que llegó a la presidencia del Madrid con los otros 
					fichajes que se quedaron en simple aspiración. 
					 
					Ahora tendrá que afinar su puntería para el próximo año 
					poder fichar a algún “fuera de serie”, en año preelectoral 
					para así poderse asegurar otros cuatro años más cuando 
					lleguen las elecciones, aunque si sigue prometiendo y no 
					cumple podría perderlas, incluso si enfrente tuviera 
					únicamente a Baldasano, y ya es decir. 
					 
					A pesar de las dos ligas consecutivas, Calderón no ha calado 
					en el madridismo, pero él jamás hubiera soñado que iba a 
					vivir como vive desde que es presidente. Esto no hay quien 
					se lo quite, pero la fama de farandulero, tampoco. 
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