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sociedad - MIÉRCOLES, 13 DE AGOSTO DE 2008

teniente Illescas en posición de disparo.

Reportaje / Castrense
 

El maestro del tiro de
precisión está en Ceuta

El teniente Illescas es uno de los
cuatro componentes del equipo nacional
de tiro con fusil, trabaja en una oficina
del cuartel de Regulares y, en su tiempo
libre, ensaya para romper platos de
10 centímetros desde 300 metros

CEUTA
Luis Parodi

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El teniente Nicolás Sánchez Illescas ha bebido de los manuales y ha ensayado en sus ratos libres para alcanzar una precisión que le permita romper un plato de 10 centímetros de diámetro a 300 metros de distancia con un fusil de calibre grueso (más de 6 milímetros) y de un peso superior a los 3,5 kilogramos. Es decir, que sería capaz de marcar un gol por la escuadra desde una portería a otra en un campo de fútbol que midiera tres veces el Alfonso Murube. Esto le permite formar parte del equipo nacional de tiro, compuesto por cuatro personas, él y otros militares cuyos destinos son Algeciras, Valencia y Zaragoza.

Durante el día trabaja con rango de teniente en una oficina de la cuarta sección del tábor de Regulares, pero en su cabeza tiene metido el blanco entre ceja y ceja. Por las tardes, en sus ratos libres, pide permiso para acceder al campo de tiro del Serrallo, donde vive La Legión, y allí invierte un par de horas.

El equipo español de tiro no es ni el mejor ni el peor en las participaciones internacionales militares, donde una de las pruebas es el tiro de precisión. “Nosotros consideramos un resultado exitoso quedar entre el decimoquinto y decimoséptimo puesto de 40 equipos” indica Illescas. Y existe una razón fundamental. “Los americanos, finlandeses o noruegos están casi profesionalizados. Sus horas de trabajo las destinan a esto, mientras que nosotros lo hacemos como algo voluntario. De todas maneras, una cosa es el tiro de competición y otra, el tiro militar. En el primero no estamos en las posiciones delanteras, pero en el segundo aspecto somos de los mejores”.

Por las tardes encuentra la soledad y se reúne con su fusil y su blanco para entrenar. Antiguamente encontraba la compañía en su maestro, el comandante Delgado y, posteriormente, en el coronel Pérez Blanca. Por una u otra razón éstos ya no están y ahora mantiene la forma gracias a la concentración que da la soledad.

Las olimpiadas militares se celebran una vez cada cuatro años, mientras que los mundiales se celebran con carácter anual. España no suele conseguir medallas en esta disciplina, pero sus soldados poseen la cualidad de la abnegación. En septiembre se desarrollará en Suecia el campeonato del mundo, donde acudirá Illescas. La temporada comienza en enero. “Cuando terminan las vacaciones de Navidad, me preparo a conciencia para iniciar la temporada a mediados de ese mes”. El entrenamiento requiere un cuidado especial, similar al del tenista, ya que hay que compensar la otra parte del cuerpo, la que no se utiliza para evitar las lesiones. A partir de ahí, el tirador necesita estudiar cómo fijar la posición y conseguir un tiro eficaz. El equilibrio, la relajación del sistema nervioso, el correcto posicionamiento de cada una de las partes del cuerpo influyen o el viento influyen, entre otros aspectos, en la calidad del disparo.

En la modalidad de precisión, se permite que el tirador lance 60 disparos oficiales en 2 horas y 15 minutos. En frente de él se coloca un blanco de un metro por un metro. Justo en el centro se coloca una diana de diez centímetros y otras sucesivas que se van separando del centro a una distancia de cinco centímetros progresivamente. Illescas es capaz de atinar en el blanco y, por eso, la Comandancia le ha requerido para que ofrezca un curso de prácticas de tiro a los encargados de instruir a su vez a una línea de tiro, es decir, suboficiales y jefes de pelotón. Estas jornadas han durado tres días y, en ella, los alumnos han podido hacer prácticas en un simulador comprado por la Comandancia y cuyo margen de error es ínfimo. La Comandancia se ahorra dinero en munición a cambio de pagar 1.800 euros por el aparato.
 

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