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A pesar de lo limitado de las
competencias de la Ciudad Autónoma en el área de Sanidad, la
consejería que encabeza Adela Nieto ha demostrado durante
los dos últimos días una capacidad de respuesta ante la
alarma decretada anteayer por la Agencia Española de
Seguridad Alimentaria para ordenar la retirada inmediata del
mercado de cinco lotes de la leche maternizada denominada
Sanutri en dos variedades distintas y limitada
exclusivamente a cinco lotes.
En apenas cuarenta y ocho horas y con una discreción
extrema, acorde con un tema sobre el que es perfectamente
comprensible la especial sensibilidad de los ciudadanos, los
inspectores de la Consejería de Sanidad y Consumo ceutíes
lograron identificar las 24 unidades de la leche de
continuación sobre la que se decretó la alerta que habían
llegado a Ceuta. Además, se logró sacar del mercado los 22
paquetes que aún no se habían vendido y se comunicó
oportunamente la necesidad de localizar a las familias que
pudiera haber comprado y consumido alguna de esas dos
unidades para conocer el estado de salud de los niños que
podrían haber tomado el producto.
La seguridad alimentaria es una exigencia derivada de la
Constitución, que consagra el derecho a la protección de la
salud y otorga a los poderes públicos competencia para
organizar y tutelar la salud pública y les encomienda la
defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo,
mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y
los legítimos intereses de los mismos.
En su diligente y rápida respuesta a la alerta decretada por
la Agencia Española de Seguridad Alimentaria tanto el
sistema español en su conjunto como la Consejería de Sanidad
en particular, en el ámbito que le corresponde, han
demostrado capacidad más que de sobra para que los
ciudadanos puedan sentirse tranquilos en lo que a la
fiabilidad de lo que compran y consumen se refiere.
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OPINIÓN / EDITORIAL
