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sucesos - VIERNES, 26 DE SEPTIEMBRE DE 2008


los pequeños del cp mare nostrum. ep.

caso suhaila
 

“Suhaila no volverá al colegio y su agresor, por portarse bien, puede estar libre en 3 años”

La directora del ‘Mare Nostrum’, Ana Beltrán, reivindicó la máxima condena para el agresor de la pequeña, por la que se guardó un minuto de silenció en su recuerdo
 

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los pequeños del colegio público Mare Nostrum no han olvidado a su compañera. En la mañana de ayer, los amigos de la pequeña Suhaila guardaron un minuto de silencio en memoria a los dos años que se cumplen sin la sonrisa de la querida niña. Desde el centro quisieron manifestar la solidaridad hacia la madre de la antigua alumna, Mina Ahmed Abdesalam, en estos días en los que aún no se ha dictado la sentencia firme para el presunto asesino de la menor, Kassem El Yassini. El recuerdo de la niña Suhaila permanece latente en el corazón de la escuela ya que el árbol plantado en su memoria ha mantenido su esencia.

Sus carcajadas ya no se escuchan, su sonrisa nadie la ve, sus muestras de afecto y sus abrazos no se sienten. Pero la esencia, el recuerdo, la nostalgia hacia la pequeña Suhaila se mantiene con vida dentro de las paredes del colegio público Mare Nostrum.

Los compañeros y el resto de alumnos del centro celebraron ayer un pequeño homenaje en recuerdo de la niña al mismo tiempo que ofrecieron muestras de solidaridad hacia Mina Ahmed Abdesalam, madre de la menor fallecida. ¡Queremos que el culpable se quede en la cárcel y no siga matando niños. Nuestra amiga estaba con nosotros, era muy buena, y pido que cumpla más condena!, explicaba uno de sus compañeros de la pequeña sin vida.

Tras el alborotado recreo y las sesiones de juego para disfrutar con los compañeros, todos los alumnos del Mare Nostrum fueron colocados en sus filas para proceder al minuto de silencio. Un minuto simbólico, sepulcral, emotivo y respetado por los más pequeños. Profesores, empleados y todo el equipo que se encontraba en el centro se arrojó al patio; unos pudieron controlar las lágrimas, otros ocultaban su gesto bajo gafas oscuras pero todos recordaban la gran sonrisa y la amabilidad que caracterizaba a la pequeña Suhaila. “Le dí clases a Suhaila en el primer y segundo curso. El lunes de ese septiembre, al llegar al colegio, me comentaron lo que había ocurrido. No me lo podía creer incluso me desmayé. Los niños lo pasaron muy mal porque fueron días difíciles, de mucha pena, de no entender cómo le podía pasar a una niña tan pequeña. Era recordarla, y los niños ni dormían. Fueron días malos para todos y costaba porque preguntaban si no la iban a ver más, ni jugar con ella”, confesó Fátima Mohamed Mohamed, profesora de Suhaila. “Era una niña muy buena, muy agradable y cariñosa, y nada más entrar salía corriendo de la fila para darme un abrazo. Eso no se me va a olvidar en la vida”, añadió emocionada la antigua maestra. Al recuerdo de la pequeña se unieron las muestras de solidaridad, tanto de los alumnos, como el profesorado y el equipo del colegio, con la madre de la menor de siete años, Mina Ahmed Abdeselam. “Hemos querido realizar este acto en estos días tan críticos en los que se está juzgando a su agresor, y encima teniendo los datos de esa condena, un poco ridícula, y solidarizándonos con la madre para concienciar un poco a la población y a los que le juzgan para que la condena sea la máxima posible. Suhaila no volverá al colegio y su agresor, por portarse bien puede quedar libre en tres años de condena y eso es lo que reivindicamos”, explicó Ana Beltrán, directora del colegio público Mare Nostrum.

Hace un par de años, a los pocos días de que la niña descansara en paz, sus compañeros plantaron un árbol, un madroño, en un minúsculo jardín ubicado en el patio del colegio. Poco a poco, y con el tiempo, el árbol cada vez se hace más grande, más alto, al igual que el recuerdo de la pequeña Suhaila, reencarnada por sus compañeros en esa planta, que lleva un cartel con su nombre, y que todos miran día a día recordando la gran sonrisa que caracterizaba a su gran amiga.
 

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